En siniestro de tránsito falleció Gerardo Geymonat. Un cruel manotazo del destino

030En la mañana del domingo 5 de febrero, como consecuencia de un siniestro de tránsito en ruta 1 falleció Gerardo Javier Geymonat Machuca, de 57 años, cuando se dirigía desde Colonia al Sínodo de la Iglesia Valdense en el parque 17 de Febrero.
Apreciado vecino de Ombúes de Lavalle, de profesión rematador, miembro activo y solidario de la sociedad a través de obras de la comunidad valdense y del Club de Leones, vinculado al teatro y la murga.

Desde NOTICIAS, acompañamos en lo que nos es posible a quienes compartieron su valiosa vida y ofrecemos las reflexiones de Aníbal Blanco sobre el momento que atraviesan la familia, amigos y la comunidad.
Es difícil, muy difícil hilvanar palabras en situaciones en las que el ser humano se ve desbordado por las circunstancias. Las fatalidades son propias de esta vida. Y todo el mundo habla de la prevención luego del suceso.
Entonces recurrimos a otra explicación: era el destino. Como sujetos activos somos responsables de lo que nos pasa. Pero el impacto emocional es terrible y devastador para la familia y el círculo de amigos.
Y lo primero que nos invade es esa sensación de irrealidad. No, no puede ser. Esto es un sueño. Porque nadie, absolutamente nadie, está preparado para afrontar semejante situación.
Esto nos pasó a todos ante la repentina partida de este amigo, de un ser en su plenitud. Con una hermosa familia.
Integrante ejemplar de una sociedad donde el sentido y la voluntad comunitaria permitió llevar adelante obras para el bien de todos y especialmente para los niños, como los campamentos de puerto Conchillas organizados por la Iglesia Valdense en Ombúes de Lavalle.
También supo dar vida a insuperables personajes en el teatro. Disciplina que supo abrazar con pasión propia de un artista cuya magia revivía arriba de las tablas.
Un ser sencillo y vital, sensible, nutriendo con su impronta de frescura, alegría y optimismo a todo su círculo, que hoy lo llora y no concibe el mañana sin su presencia.

Su vida comercial también fue esforzada y exitosa. A la familia, a todos los amigos y conocidos, decirles que Gerardo, con su sonrisa y su humor estará siempre entre nosotros. Porque nosotros no lo vamos a dejar morir.
Porque morir es olvidar y ese manto del olvido a una persona como el querido Gerardo jamás vamos a dejar que lo cubra. Un manotazo del destino que ha significado un duro golpe para todo Ombúes de Lavalle. Tu huella y ejemplo serán imborrables, Gerardo.


Aníbal Blanco