Llegamos al lindo otoño. Miramos por la ventana y vemos los cambios.
Hojas amarillas, rojas, marrones. Flores con esos colores también. El sol las ilumina. El viento, por suerte ya más suave, las mece y las hace caer. Vuelan en la vereda.
Jugamos a que nuestros brazos son ramas movidas por el viento y nuestras manos las hojas. Saludamos desde la ventana, nos movemos
frente a un espejo y vemos nuestros dedos índice y pulgar que forman un redondelito uniéndose por las yemas.
Nuestros labios formando un lindo aro diciendo O de otoño.
Empañamos el espejo y con nuestro índice hacemos O.
Con crayolas y lápices de colores en hojas grandes de papel calcamos siluetas redondas (tapitas, vasos, platos, etc.). También trazamos
libremente círculos de distintos tamaños, luego los repasamos con color y pintamos el interior.
Recordamos adentro-afuera.
o-O
Veremos después O-o con un detalle arriba que la la unirá a otras letras
para formar palabras escritas de distinto modo.
Así también pensaremos
a-A
con una colita para unirse a las otras letras. Sonido a-A con la boca abierta y más grande. Nuestra mano muestra la palma bien abierta.
e-E
Nos miramos al espejo haciendo el gesto e-E. El sonido y el gesto unido a una leve sonrisa que recorre con tres dedos nuestros labios.
i-I
i-I El índice apoyado en la mejilla y nuestro ojo es el puntito.
u-U
u-U Nuestros labios se adelantan, nos miramos y los tocamos con índice y pulgar. Observamos dedos y manos en el espejo en forma separada.