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                                                                 Viernes 28 de Agosto de 2020




                                                                                          FABULA  KIKUYU, K ENIA

                                                           –¡Qué vida tan tonta
                                                        nos toca vivir! -dijo un
                                                        día el conejo estirando
                                                        las patas de atrás.
                                                           –Tienes razón -dijo
                                                        el pequeño zorro-; hace
                                                        añares que no ocurre en
                                                        la selva nada extraordi-
                                                        nario, distinto de lo co-
                                                        rriente.
                  Me pueden ver con                        –Y encima mi padre,
                  los ojos cerrados                     antes de dormirse -
                                                        agregó el leoncito-, me
                       ¿Quién soy?                      aburre con las acos-
                                                        tumbradas historias de
                                                        sus tiempos…
                                                           “¡Cuando la selva
                                     LA OSCURIDAD
                                                        sufría unos períodos lar-
                                                        guísimos de sequía, en-
                             Un caballo blanco          tonces sí que había que
                             entró en el Mar Negro.     sudar de lo lindo para
                                                        procurarse comida!
                              ¿Cómo salió?              Ahora en cambio los pe-
                                                        ríodos de lluvia y de
                                                        buen tiempo se suce-
                                                        den con regularidad
                                                        matemática y todo cre-
                                             MOJADO
                                                        ce debajo de tus pies sin  porque pensaban lo   signos de cansancio.    cuervo.
                                                        esfuerzo alguno. Uste-  mismo. Anduvieron          –¿Qué quieres, com-     –¡Qué malo he sido
                  En un coche iban dos madres y dos     des los jóvenes no sa-  muchísimo. El sol se    padre león? Nosotros los  deshaciéndome del úni-
                  hijas, pero en el coche solo había    ben lo que significa es-  alzó en el cielo mien-  zorros somos resisten-  co compañero que me
                                                        tar cansados.”          tras los cuatro avan-   tes.                    quedaba! Ahora podría-
                  tres pasajeras.  ¿Cómo es posible?       –Tu padre no es el   zaban lentamente con       –Pues temo que te    mos vivir los dos felices
                                                        único que hace esos     la lengua colgando y la  has comido al cuervo y  y contentos -gimió. No
                                                        sermones -repuso el     cabeza dándoles vuel-   al conejo.              había acabado de se-
                                                   E HIJA
                                                        conejo. El mío, por     tas por el cansancio.      –¡Qué cosas se te    carse las lágrimas,
                                                        ejemplo, nos sigue di-     –¡Vamos a parar-     ocurren!                cuando oyó a unos ca-
                                                  MADRE
                                                        ciendo: “Hagan econo-   nos aquí! -ordenó el       –Llevamos ya cua-    zadores que decían:
                                                  ABUELA,
                                                        mía, hijitos; guarden   león.                   tro días andando, yo,      –¡Mira qué ejemplar
                                                        algo ahora que hay         Todos se recosta-    que soy un león, me     tan magnífico! Procu-
                  Corren más que  los minutos pero...   abundancia, porque las  ron en unas matas y se  estoy muriendo de       remos no estropearle
                                                        cosas pueden cambiar.   durmieron. Pero el zo-  hambre y tú, miserable  la piel.
                  ¡nunca llegan primeros!
                                                        Yo he tenido que an-    rro se despertó en      zorro, estás vigoroso      El infeliz animal miró
                    ¿Qué son?                           dar un día entero para  medio de la noche.      como uno que va de      en torno aterrorizado,
                                                        encontrar un puñado        –¡Madre mía, qué     paseo. Así  que déjate  pero ya era demasia-
                                                        de hierba seca.” Es     hambre! –se lamentó     de historias. O yo me   do tarde: una lanza lo
                                                        realmente un tormen-    tocándose el estómago.  muero de hambre o…      hirió en la garganta y
                                       LOS SEGUNDOS
                                                        to tener que vivir con  Luego, viendo al cuervo    El zorro se encogió  lo mató.
                                                        estos viejos que sólo   que dormía a su lado, le  todo lo que pudo, pero   Precisamente en eso
                                                        saben refunfuñar.       dijo: -¡Tú nos has meti-  el león consiguió poner-  momento, a lo lejos, los
                                                           Un cuervo, que des-  do en esta estúpida     le una pata en la cabeza  ancianos padres del co-
           PREJUICIO RELIGIOSO                          de lo alto de un árbol  aventura!               y se lo comió en dos    nejo, el cuervo, el zorro
                                                                                   Y con un profundo
                                                        había oído todo, graz-
                                                                                                                                y el león inventaban el
                                                                                                        bocados.
            Aunque recordemos el viejo dicho “no todo es lo  nó: –Amigos, ¿qué les  sentimiento de despre-  Poco después, al su-  proverbio:
         que parece”, igualmente tendemos a señalar las  parece si dejamos a    cio se le echó encima y  perar el monte, el rey  El que quiera a toda costa
         cosas sin pararnos a pensar en lo que realmente  nuestros viejos con sus  se lo comió con plumas  de la selva se encontró  su vida entera cambiar
         puede estar sucediendo. Cuando sumamos a esto la  lamentos y nos vamos a  y todo.              en el fértil valle entre-  perderá siempre la barca
         murmuración, las consecuencias se complican, a  un país en el que sólo    –¿Dónde está el      visto a lo lejos por el  y terminará en el mar.
         veces, para nosotros mismos.                   haya jóvenes?           cuervo? -preguntaron
            En Marcos 2:14-17, Jesús es invitado a comer a  –¡Eso sí que es ha-  los demás a la mañana
         la casa de un cobrador de impuestos del imperio  blar bien! -sentenció el  siguiente.
         romano. Estas personas solían ser corruptas, pero  pequeño zorro. ¡No es  –Ese vil traidor ha-
         aun así a éste le impactó tanto el mensaje de arre-  justo que desperdicie-  brá huido durante la no-
         pentimiento y perdón de pecados, que juntó a sus  mos nuestra juventud!  che -contestó el zorro
         amigos y realizó una cena para homenajear al maes-  Y se marcharon ale-  procurando no sonrojar-
         tro.                                           gremente. Cuando el sol  se por la vergüenza.
            Como Jesús era conocido, fue inevitable la visita  se ocultó tras las mon-  Al anochecer del ter-
         de todo tipo de curiosos, entre ellos unos judíos
         religiosos llamados “fariseos”. Estos individuos eran  tes, los cuatro amigos  cer día, el conejo no qui-
         muy devotos de las leyes dadas a Moisés, como los  pensaron detenerse en  so seguir adelante.
         diez mandamientos, pero solo en lo externo. Trata-  una gruta.            –Te aseguro que el
         ban de cumplir requisitos obvios para pasar por   –¿Hay alguien que    valle de los jóvenes está
         puros y justificarse delante de Dios. Eran los “santu-  haya traído algo de co-  muy cerca -rugió el león.
         rrones” de los tiempos bíblicos.               mer? -preguntó el zorro.   –Pues yo digo que
            Estos fariseos le reprocharon a Jesús, porque  –¡No puede ser! Nos  no ando más -replicó el
         decía ser el Hijo de Dios mientras se sentaba a comer  hemos olvidado. Pero no  conejo.
         con pecadores. Para ellos un hombre santo debía  teman, yo me ocupo de    –Entonces vamos a
         mantenerse lejos de “esa gente”. Jesús sabía lo que  eso -dijo el cuervo. Sal-  pararnos, puesto que tú
         pensaban y la falsedad en sus corazones, entonces  tando de rama en rama  quieres tener siempre
         les respondió: “No son los sanos los que necesitan  llegó a lo más alto de un  razón -concluyó el zorro,
         médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar  árbol y luego se fue.  que ya se relamía pen-
         a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.” Los  –Esperemos que nos  sando en las tiernas car-
         fariseos tenían mucha religión, pero su prejuicio no  traiga algo bueno -co-  nes del joven roedor.
         les permitía ver lo importante: quién era realmente  mentaron los demás.  A la mañana si-
         Jesús, ni el perdón que traía para los pecadores.  –Tenemos mala suer-  guiente, se encontra-
            La religión no puede salvar a nadie. Nuestra  te, amigos -dijo el cuer-
         justicia jamás bastará para salvarnos. La fe válida es                 ron solamente el león
         aquella que responde al llamado de Dios al arrepen-  vo al regresar con el pico  y el zorro. –¿Dónde
         timiento, reconociéndonos pecadores perdidos, que  seco. Pero me he ente-  habrá ido el conejo? -
         se humilla ante Dios y confía en la obra de Jesús.  rado que más allá de  preguntó el león.
         ¿Qué soy: publicano o fariseo?                 esos  montes del fondo     –Está claro. Anoche
                                                        hay un valle muy fértil.  quiso detenerse y ha-
              *     *     *    *     *     *    *          Y los cuatro amigos  brá acabado como el
         IGLESIAS CRISTIANAS EVANGÉLICAS - 4552 2782 invitan  reanudaron su marcha  cuervo.
            para clases acordes a las edades desde niño a adulto  con un hambre feroz que  Los amigos, que ya
         Rosario - Bv. Z. de San Martín 466 esq. Rincón - dom. H. 10:30  les roía el estómago.  eran sólo dos, reanuda-
          Juan Lacaze - D. Acosta 401 esq. Gardel - dom. H. 10:30  –Nuestros viejos re-  ron el camino jurándose
              Miguelete - casa de Flia. Travers - dom. H. 19
             Tarariras - Kennedy casi Ansina - sábado H. 19  funfuñaban, -dijo el  mutua fidelidad. En un
         escuche cada noche de 21 a 24 hs. por Radio Rural - CX610  leoncito, pero nos da-  momento expresó  el
            RADIO TRANSMUNDIAL con un mensaje para ti   ban de comer.           león: –Me asombra lo li-
                                                           Los otros callaron,  gero que andas, sin dar
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