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                                                                   Viernes 9 de Abril de 2021

                                    La sospecha


                          ADAPTACIÓN LIBRE  DE  UNA ANTIGUA FÁBULA CHINA















                                                                                                                   Titilo caliente, soy roja pero
                                                                                                                   no soy llama.

                                                                                                            ¿Qué soy?                            LA SANGRE





                                                                                                                   Soy bonito por delante,
                                                                                                                   algo feo por detrás,
                                                                                                           me transformo a cada instante,
                                                                                                           ya que imito a los demás
                                                                                                           ¿Qué soy?                            EL ESPEJO





                                                                                                                  Aunque de comida
           Hace muchísimos      quien me robó el ha-    lo y se dio cuenta de   allí reflexionando. Com-          voy cargado,
        años, un leñador per-   cha? Me pareció que     que no era una piedra,  prendió que había sido     la gente me vacía
        dió su hacha. Cuando    tenía una mirada extra-  sino un palo de madera  un error desconfiar de    y nunca soy tragado.
        se dio cuenta, se llevó  ña, como la de quien   que sobresalía entre la  su amable vecino y cul-
        las manos a la cabeza y  oculta algo. Pensándo-  hierba.                parlo, sin ningún tipo de   ¿Qué soy?                             EL PLATO
        se puso a gritar:       lo bien, también habla-    –¿Pero qué es        pruebas, de ser un la-
           –¡Oh, no, no puede   ba distinto y parecía   esto?… ¡Oh, no puede    drón. Su actitud había
        ser! ¿Qué voy a hacer   más nervioso que de     ser, qué buena suerte!  sido muy injusta y se              Sube llena, baja vacía,
        ahora? ¡Qué mala suer-  costumbre.              ¡Es mi hacha!… ¡He tro-  prometió a sí mismo
        te!                        El leñador comenzó   pezado con mi hacha!    que jamás volvería a               y si no se apura,
           Regresó a la casa la-  a caminar por los alre-  Todavía medio atur-  juzgar a nadie con tan-    la sopa se enfría.
        mentándose. Justo       dedores de su casa sin  dido empezó a atar ca-  ta ligereza.
        cuando iba a atravesar  darse cuenta de que se  bos y a sentir vergüen-                            ¿Qué soy?                              LA CUCHARA
        la verja de su jardín, se  adentraba de nuevo en  za de sí mismo.          MORALEJA. La des-
        cruzó con su vecino de  el bosque. Iba tan ensi-   –¡Qué malpensado     confianza nos hace sos-
        toda la vida, un hom-   mismado que no era      soy! ¡Mi vecino es ino-  pechar sin motivo de
        bre muy simpático que   consciente de hacia     cente! Ayer pasé por    otras personas y ver co-
        vivía en la casita de al  dónde lo llevaban sus  aquí cargado de leña y  sas negativas donde no
        lado y que como siem-   pies. La sombra de la   debió caerse del carri-  las hay. Antes de acu-
        pre que se encontra-    sospecha era cada vez   to en un descuido.      sar a alguien de algo,
        ban, lo saludó cordial-  mayor porque todo pa-     Se levantó, con su   hay que estar comple-
        mente y con una sonri-  recía encajar.          herramienta y se fue de  tamente seguro.
        sa en los labios.          –Yo diría que hasta
           –¡Buenos días! Hace  le temblaban las manos
        tiempo que no te veo.   y las escondía en los
        ¿Cómo te va la vida?    bolsillos para que yo no
           –Bueno, no dema-     lo notara. Sí, algo me
        siado bien. He perdido  dice que mi vecino es
        mi hacha y no tengo     culpable de algo…
        dinero para comprar     ¡Creo que fue él quien             ¿Cuál es la montaña
        otra ¡Imagínate qué     me robó el hacha!
        fastidio!                  Su corazón palpitaba            más limpia?
           –¡Vaya, cuánto lo    a mil por hora y sentía      ¡El volcán! Porque primero
        siento! Sé lo importan-  que tenía que vengarse      echa cenizas y después lava.
        te que era para ti y para  de alguna manera ¡Ese
        tu trabajo. Espero de   tipo era un ladrón y de-
        corazón que la encuen-  bía pagar por ello!
        tres pronto, amigo.        Mientras estos os-             Un limón a una manzana:
           El vecino se despi-  curos pensamientos in-            –Buenos días, ¿hace mucho
        dió y se acercó a la    vadían su cabeza tro-
        puerta de su hogar. Su  pezó con un objeto          que espera?
        esposa, como cada tar-  duro que se interpuso       – No, siempre he sido manzana.
        de, salió a recibirlo con  en su camino, perdió el
        un cariñoso abrazo. El  equilibrio y se cayó de
        leñador estaba obser-   bruces.
        vando esta escena tan      –¡Aaaay! ¡Aaaay!               ¿Qué le dice una cebolla
        romántica cuando de     ¡Menudo tortazo! ¡Mal-            a una cocinera?
        repente, una idea em-   dita piedra!
        pezó a revolotear por su   Muy dolorido y con       Qué rara eres, primero me cortas
        cabeza y hasta empezó   unos cuantos moreto-        y después lloras.
        a hablar consigo mismo:  nes se incorporó a du-
           –¿Habrá sido él      ras penas. Miró al sue-
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