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Viernes 6 de Agosto de 2021
Egle, la reina de las áspides
ADAPTACIÓN LIBRE DE LEYENDA LITUANA
El que anduvo
en bicicleta nunca
olvida los pedales
A caballo regalado
no se le miran
los dientes
Hace muchísimos En el fondo del mar se que, encendieron una sus profundidades y se
años, tantos que ya ni se celebró un gran banque- hoguera y, uno a uno, les destacó entre las demás No es oro todo
recuerdan, vivía un ma- te y Egle se casó con el obligaron a decir cómo una enorme ola de espu-
trimonio de ancianos. áspid. podrían hacer salir a su ma roja. Egle escuchó la lo que reluce
Tenía doce hijos y tres Con el paso del tiem- padre a la superficie del voz de su marido entre el
hijas: la menor se llama- po la muchacha se tran- mar. Los chicos, a pesar de rugido del mar.
ba Egle. Un atardecer de quilizó y se acostumbró a los golpes que les propina- -Tus hermanos me
verano, las tres herma- la vida bajo las aguas. Ol- ban sus tíos, no dijeron una mataron con guadañas.
nas fueron a bañarse. Ju- vidó a los suyos y a su palabra. Pero la niña esta- Nuestra hija, Álamo Tem- Más vale pájaro
garon en el agua hasta tierra. ba asustada y no tardó en blón, nos ha traicionado.
que se puso el sol y en- Pasaron nueve años. revelar el secreto. Desesperada, Egle
tonces volvieron a la ori- Egle tuvo tres hijos y una Al amanecer, los her- miró a sus hijos y dijo: en mano
lla para vestirse. Pero Egle hija. El mayor se llamaba manos de Egle tomaron -Que mi hija pequeña
encontró un áspid dentro Roble, el segundo, Fres- unas guadañas y se diri- se convierta en Álamo que cien volando
de la manga de su cami- no, el tercero Álamo y la gieron a la orilla del mar. Temblón, que tiemble día
sa, se asustó y comenzó a niña, Álamo Temblón. Un Llamaron al áspid y cuan- y noche, que las lluvias le
gritar. La hermana mayor día, el mayor dijo a su do éste apareció entre la purifiquen la boca, que el
tomó una estaca para madre: espuma, le cortaron la viento le peine los cabe-
ahuyentar al áspid y de -Madre, nunca nos ha cabeza con la guadaña. llos. Y vosotros, mis que-
pronto, éste dijo a Egle hablado de tu familia. Pasó el mes y Egle y ridos hijos, sed desde
con voz humana: ¿Dónde viven tus padres? sus hijos debían volver ahora árboles firmes. Yo
-Egle, prométeme que Entonces Egle se acor- junto al áspid. Los her- seré un abeto.
te casarás conmigo y me dó de sus padres y her- manos no dijeron nada y Y todos quedaron con-
iré sin hacerte daño. manos, recordó su tierra. la dejaron partir. vertidos en árboles.
La niña se echó a llo- Y sintió la necesidad de -Aspid, áspid. Si estás Por eso el roble, el
rar. ¡Cómo iba a casarse volver a su país, quería vivo, espuma de leche. Si fresno y el álamo son ár-
con un áspid! ver a los suyos. estás muerto, espuma de boles fuertes y el álamo
-¡Devuélveme mi ca- El áspid acompañó a sangre -dijo Egle. temblón se estremece al
misa y vete! - le dijo. Egle y a sus cuatro hijos a El mar se agitó desde menor soplo de viento.
-¡Sólo si prometes ca- la orilla del mar.
sarte conmigo! - repitió -Dentro de un mes
el áspid. deberán regresar, que
Egle tuvo que prome- nadie los acompañe.
ter al áspid que se casaría Cuando llegues a la orilla
con él y en ese momento, llámame así: "Aspid, ás-
salió de la camisa y se pid. Si estás vivo, espuma
sumergió en el mar. de leche. Si estás muerto,
A los tres días, apare- espuma de sangre". Si
ció en el jardín de la casa estoy vivo, vendré a bus-
de Egle un regimiento de carlos. Pero si la espuma Buenas y sonoras
áspides, reptando lenta- es roja, sabrás que he
mente. Unos treparon muerto. No descubrirás a cuerdas tengo; cuando
por la valla y otros se en- nadie cómo me llamarás. me rascan, entretengo.
rollaron en los troncos de Egle y sus hijos volvie-
los árboles. Los encarga- ron a su tierra. Su familia ¿Qué soy?
dos del casamiento entra- se alegró mucho de ver-
ron en la casa para hablar los, padres y hermanos UNA GUITARRA
con los ancianos padres, escucharon fascinados lo
quienes no tuvieron más que Egle les contó sobre
remedio que entregar a sus vidas bajo las aguas.
su hija. Pero cuando les dijo que Sobre mi piel
Los áspides y la joven tenía que regresar en un
llegaron a la orilla del mar mes, sus hermanos idea- bien tensada,
y al instante se levanta- ron un plan para retener dos bailarines saltaban
ron dos enormes olas, en a su hermana y sus sobri-
lugar de un áspid apare- nos con ellos para siem- ¿Qué soy?
ció un muchacho joven y pre en la tierra. UN TAMBOR
muy atractivo: el rey de Una noche, llevaron a
las aguas. los cuatro niños al bos-