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Viernes 11 de Febrero de 2022
Juan, el de la carguita de leña
ADAPTACIÓN LIBRE DE CUENTO DE CARMEN LYRA
Breve biografía de Carmen Lyra
Carmen Lyra, seu-
dónimo de María Isa-
bel Carvajal Quesada
(San José, Costa Rica,
15 de enero de 1887 -
Distrito Federal, Méxi-
co, 14 de mayo de
1949), fue escritora,
pedagoga y política. Es
considerada una de
las escritoras más en-
trañables y significa-
tivas de la literatura
costarricense. Se le ha
señalado como la fun-
dadora de la narrativa
de tendencia realista
en su país.
Su obra más conoci- colares, el centro de
da es Cuentos de mi tía educación preescolar.
Panchita, una serie de Luchó por los dere-
cuentos infantiles publi- chos de la mujer y los
cados en 1920, una de desposeídos y creó el
las obras más importan- primer gremio de maes-
tes de la literatura cos- tros y maestras.
tarricense. Su labor Fue exiliada por el
como docente fue más gobierno de su país y se
allá del aula, desde que radicó en Mexíco, don-
estudió en la Sorbona y de falleció sin haber
Había una vez una vie- día de tantos, salió la garle, pero él les dijo: – plata, donde juntos su- concurrió a Italia a co- podido regresar ante la
jita que tenía tres hijos: menor en un vivo llanto Yo di mi palabra de rey y bieron. Salió el lujoso nocer la obra de María negativa de las autori-
dos vivos y uno tonto. Los del baño porque se le tengo que cumplirla. transporte para la cate- Montessori, además dades de permitir su re-
dos vivos eran muy rui- había caído en el agua su Luego se apartó con dral y allí el Obispo cele- creó los comedores es- torno.
nes con la madre y nunca anillo y su padre había su hija menor y comenzó bró el matrimonio. Vol-
le hacían caso, pero el amenazado con castigar a aconsejarla con muy vieron al palacio y ¡qué aquí tiene a mi esposa. día, cuando estuvieron
tonto era muy bueno con a la que lo perdiera. buenas razones, porque bailes y qué fiestas! Y más atrás venían el frescos, les contó lo que
ella. A la noche llegaron los este rey no era nada en- La princesa no sabía si rey, la reina, las prince- había sucedido y que si se
Un día lo mandó la dos vivos con el cuento greído: –Vea, hijita, a na- estaba dormida o des- sas y toda la corte. formalizaban, los casaba
anciana a la montaña a de que el rey estaba eno- die hay que despreciar pierta. Cuando comenzó Al anochecer, estaba con las otras princesas.
traer una carguita de jadísimo porque la me- en esta vida. No hay que la música, bailó con su la fiesta en lo mejor cuan- Verdaderamente,
leña. El fue e hizo una nor de las princesas ha- dejarse llevar por las apa- marido y todo el mundo do llegaron los hermanos ellos se formalizaron y se
buena carga y cuando es- bía perdido su anillo en la riencias. ¡Quién quita les hizo rueda, y no tanto que andaban de parran- casaron. Juan y su esposa
taba juntando la hojaras- poza, y que había ofreci- que le salga un buen ma- por admirarla a ella como da. Juan los encerró en fueron reyes y todos vi-
ca para que a su madre do que aquel que la en- rido! Y en esta vida, uno a él. Las otras dos prince- una habitación y al otro vieron muy felices.
no le costara encender el contrara sería el marido se hace ilusiones de que sas, que se habían burla-
fuego por la mañana, se de su hija. porque a veces se sienta do antes del triste novio
le apareció una viejita Apenas amaneció, en un trono es más que y de su carga de leña,
que traía una varillita en corrieron los dos vivos a los que se sientan en un estaban ahora con un
la mano. buscar en la poza, pero banco. Pues nada de eso, poquito de envidia.
Ella le dijo: –Mirá, nada. Se fueron y llegó el criatura. Juan se fue a un rin-
Juan, aquí te traigo esta tonto con su varillita, Y llegó el día del caso- cón, sobó su varillita y le
varillita de regalo. Es un tocó el agua y dijo: –vari- rio, que sería a las doce solicitó: –varillita, vari-
premio por lo bueno que llita, varillita, encuéntra- del día en la catedral. llita, que la casilla de no-
sos con tu mamá. me el anillo. El tonto salió como si sotros se vuelva un pala-
Juan preguntó: –¿Y Y el anillo salió y se tal cosa, montado en su cio de cristal y mi madre
para qué me sirve? ensartó en la varillita. La carga de leña, pero al una gran señora.
–Para todo lo que se guardó, tocó con su vari- entrar en la ciudad tocó Y así fue: la viejita es-
te antoje: ¿querés pla- llita la carga de leña, y la carga con su varita y taba en la cocina extra-
ta? Se la pides a la varilli- pidió que lo llevara al pa- pidió: — varillita, varilli- ñando a Juan, que desde
ta. Y si no, mirá: cuando lacio del rey. ta, que la carga de leña hacía unos días se le ha-
estés muy cansado, vas a Cuando estuvo frente se vuelva un coche de pla- bía vuelto muy pata ca-
tocar con ella la carga de al rey bajó de su vehícu- ta con unos caballos blan- liente, cuando se desma-
leña y al mismo tiempo le lo, sacó el anillo de su cos que nunca se hayan yó y al volver en sí, se vio
decís: varillita, varillita, bolsa y dijo: –Señor rey, visto y yo un gran señor en una gran sala de cris-
que mi carguita de leña aquí traigo el anillo, y a muy hermoso y muy inte- tal con muebles dorados
me sirva de coche y me ver en qué quedamos ligente. y ella sentada en un si-
lleve a casa. sobre el casamiento. Entonces la carga de llón, vestida de terciope-
Así hizo Juan; se sentó Al verlo entrar, todos leña se transformó en una lo y abanicándose con un
en la carga de leña y en quisieron echarlo a bro- carroza de plata y él, en abanico de plumas. Y a su
un abrir y cerrar de ojos ma. Pero cuando oyeron un gran señor. alrededor, una partida de
estuvo en su casa. al rey decir que estaba La princesa estaba en sirvientes que se querían
No dijo a nadie una dispuesto a cumplir lo un rincón y no tenía con- deshacer por atenderla.
palabra de lo que le pasó. prometido, quedaron en suelo. Hasta fea se había De pronto oyó una
Y cuando su madre o sus otro mundo. vuelto, de tanto llorar: música que era lo mismo
hermanos le pregunta- La pobre princesa co- con los ojos rojos como que estar en el cielo. Por
ban, se hacía el sordo. menzó a hacer pucheros ajíes y la nariz como un último, vio entrar a una
Sucedió que las hijas y por último soltó el llan- tomate. pareja, como quien dice
del rey venían de cuando to. De pronto entró un un rey y una reina … am-
en cuando a bañarse en Las tres niñas se tira- príncipe muy hermoso, la bos le echaron la abraza-
una poza que había cer- ron de rodillas ante su tomó de una mano y la ron y la voz de Juan le
ca de la casa de ellos. Un padre y se pusieron a ro- condujo a una carroza de presentó: —Mamita,