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                                                                 Viernes 25 de Febrero de 2022
                       La vieja dama y la gallina



                      A D A P T A C I Ó N L I B R E  D E  A N T I G U O  C U E N T O  D E  N O R U E G A



                                                                                                        madre. Si intenta abrir    –No vengas hasta
                                                                                                        la bolsa, tienes que    las 12 de la noche por-
                                                                                                        gritar ‘te estoy vien-  que no tendré lista la
                                                                                                        do’, ¿de acuerdo?       comida… me siento fa-
                                                                                                           – Sí, entendido -res-  tal -dijo la joven.
                                                                                                        pondió ella.               –De acuerdo, no te
                                                                                                           Y esa misma noche,   preocupes -respondió
                                                                                                        la joven novia del troll  el troll.
                                                                                                        le dijo:                   En cuanto él se fue
                                                                                                           –Por favor, lleva    de la cueva, la chica
                                                                                                        esta otra bolsa a casa  rellenó con paja algu-
                                                                                                        de mi madre. Son más    nas de sus prendas y
                                                                                                        alimentos…              las puso de pie junto a
                                                                                                           El troll asintió y co-  la cocina. Salió corrien-
                                                                                                        menzó a andar con la    do de allí y llegó a casa
                                                                                                        pesada carga.           de su madre, a la que
                                                                                                           –Caramba… ¡pesa      le dijo que buscara rá-
                                                                                                        más que la otra bolsa!  pido un cazador con
                                                                                                        ¿Qué alimentos ha me-   una escopeta.
                                                                                                        tido aquí esta chica?      El troll, mientras
                                                                                                           Pero cuando se dis-  tanto, llegó justo a las
                                                                                                        ponía a abrir la bolsa,  12, primero vio la figu-
                                                                                                        la hermana mayor gri-   ra de paja y no sospe-
                                                                                                        tó desde dentro:        chó nada. Al acercarse
                                                                                                           –¡Te estoy viendo!   fue cuando se dio cuen-
                                                                                                           –Increíble, tengo    ta de lo que pasaba.
                                                                                                        una novia que entien-      –¡Maldita mujer,
                                                                                                        de de brujería… aggg…   me ha engañado!
                                                                                                           Y el troll siguió an-   Muy enojado y sin
           En una casita en la     –Creo que debes ir      –Sí, claro que sí…   noche la bolsa hasta la  dando hasta llegar a   pensar, partió hacia la
        montaña vivía una viu-  tú, a ver si tienes más    El troll entonces se  casa de la madre de la  casa de la madre de las  casa de las mujeres.
        da con sus tres hijas y  suerte y encuentras a  puso muy contento. Le   muchacha.               chicas. Dejó allí la bol-  Pero cuando llegó, al
        una gallina, a la que   la gallina.             obsequió preciosas jo-     Un día, una cabra en-  sa y se fue. A la semana  cabo de unas horas, el
        tenía mucho aprecio.       La hija mediana      yas y vestidos lujosos  tró en la cueva y el troll  siguiente, la joven hizo  cazador comenzó a dis-
        Gracias a la gallina, te-  hizo lo mismo que su  y ella, muy astuta, le  la mató con el hacha.  lo mismo con su her-    parar y él, asustado, se
        nían un huevo diario.   hermana. Y al encon-    siguió la corriente.       –¡Oh, no! ¿Por qué   mana mediana y de       dio la vuelta.
        La mujer la cuidaba con  trarse con el troll, con-  El troll salía a traba-  hiciste eso? Podría ha-  nuevo el troll tuvo que  Sin embargo, no
        mucho cariño, hasta     testó con la misma cara  jar de noche porque la  berme servido de mas-  llevar la bolsa, esta vez  había calculado bien el
        que un día la gallina   de asco.                luz del día le podía    cota - dijo la joven muy  con algunas joyas jun-  tiempo y antes de lle-
        desapareció.               –¡Nunca seré tu no-  matar. Ella aprovecha-  triste.                 to a su hermana, a casa  gar a la cueva, amane-
           –¡Tenemos     que    via! Y de un fuerte gol-  ba la noche para revi-   –¿La quieres de      de la madre.            ció. El troll se deshizo
        buscarla! -dijo la ma-  pe, el troll se deshizo  sar la cueva. Ya había  mascota? Pues tuya        –Bien -se dijo la chi-  con los primeros rayos
        dre muy triste.         de la chica y la lanzó  encontrado el lugar     será - prometió el troll  ca, -ahora tengo que  del sol y la mujer y sus
           Y decidió enviar a   por la trampilla junto a  donde el troll acumu-  al ver sus lágrimas.   escapar yo...           hijas pudieron vivir el
        su hija mayor en busca  la hermana.             laba tesoros.              Y  tomó un pequeño      Un día, fingió estar  resto de su vida tran-
        del animal. La chica       Llegó el turno de la    Se le ocurrió una    frasco que tenía enci-  enferma:                quilas.
        atravesó una montaña    hija pequeña:           idea: un día hizo creer  ma de un armario y
        y al bajar por la ladera   – Solo me quedas tú  al troll que estaba muy  echó sobre la cabra dos
        vio una cueva y se      -se lamentó la madre    deprimida y cuando le   gotas. Inmediatamen-
        adentró en ella.        entre lágrimas. Por fa-  preguntó qué le pasa-  te la cabra volvió a la
           – Tal vez se haya es-  vor, encuentra a la ga-  ba, le dijo:         vida.
        condido por aquí…       llina y a tus hermanas.    –Mi madre está sola     La joven estaba fe-
        -pensó.                    La joven también     y no tiene nada para    liz, no solo por recupe-
           Pero entonces, cayó  escogió el camino de    comer… ¿podrías lle-    rar al animal, sino por-
        por un agujero y aterri-  la montaña y entró en  varle una bolsa con ali-  que se le acababa de
        zó sobre una trampilla.  la cueva al bajar por la  mentos?              ocurrir una genial idea.
        Sin pensar ni mirar a su  ladera. Pero al llegar a  –Claro que sí, si con  Al día siguiente, la
        alrededor, avanzó por   la trampilla, en lugar  ello eres más feliz.    joven bajó por la tram-
        un pasadizo y llegó has-  de avanzar sin más,      La jovencita llenó   pilla hasta donde es-
        ta una habitación en    decidió observar todo   una bolsa con mone-     taban los cuerpos de
        donde la esperaba un    muy bien. Fue así que   das y joyas y encima    sus hermanas y echó
        horrible troll.         vio a sus hermanas en   tapó todo con algunos   dos gotas de ese fras-
           – Vaya, vaya… ten-   el fondo de aquel agu-  alimentos.              co sobre la hermana
        go visita, y es una linda  jero, rodeadas de hue-  – Aquí tienes la bol-  mayor. En ese momen-
        dama… ¿Serás mi no-     sos de animales.        sa - le indicó al troll. -  to, volvió a la vida.
        via?                       –Oh… ¿qué le han     Pero una cosa te digo:     –¡Hermanita! -ex-
           La chica, con cara de  hecho a mis herma-    no mires lo que hay     clamó abrazándola.
        asco, respondió:        nas?                    dentro en todo el ca-      –¿Qué ha pasado?
           –¡Puaj! ¡Nunca!         Asustada, avanzó     mino.                   Solo recuerdo a un ho-
           El troll, enfadado,  por aquel pasadizo y       El troll, curioso,   rrible troll… -preguntó
        le dio un fuerte golpe  entonces se encontró    nada más salir hizo     entonces la hermana
        y la lanzó por la tram-  al troll.              ademán de abrir la bol-  mayor.
        pilla a un lugar donde     –¡Una hermosa jo-    sa para ver por qué        –Ya te explicaré
        se amontonaban hue-     ven me visita! - dijo el  pesaba tanto, pero ella  todo, pero debes pres-
        sos de animales que     troll al verla. ¿Querrás  lo vio y gritó con todas  tar atención. Tienes
        había tirado antes allí.  ser mi novia?         sus fuerzas:            que venir conmigo y
           La madre de las chi-    Y ella, consideran-     –¡Te estoy viendo!   meterte en una bolsa.
        cas, al ver que su hija  do lo que le había pa-    –Oh, está bien, no   Te cubriré con comida
        mayor tardaba en vol-   sado a sus hermanas,    miraré…                 y el troll te llevará has-
        ver, dijo a la mediana:  respondió:                Y el troll llevó esa  ta la casa de nuestra
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