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Viernes 3 de Junio de 2022
El viejo Sultán
ADAPTACIÓN DE CUENTO RECOPILADO POR LOS HNOS. GRIMM
Ácido es su sabor,
bastante dura su piel
y si lo quieres tomar,
tendrás que apretarlo bien.
¿Qué es? EL LIMÓN
Cargadas van, cargadas
vienen y en el
camino no se detienen. LAS HORMIGAS
Subo y subo con una colita
de trapo. No cortes
el hilo porque me escapo.
Un campesino tenía do algo: mañana por la le la almohada de mi tos, el pobre gato iba
un perro fiel, que se mañana va tu señor cama: se la daré para rengueando y al mis- LA COMETA
llamaba Sultán y que con su mujer al campo que se eche allí. mo tiempo estiraba de
se había hecho viejo, y llevarán a su niño Desde ese momen- dolor el rabo hacia lo
había perdido todos pequeño con ellos, to al viejo Sultán le fue alto. El lobo y su ayu-
los dientes y ya no po- porque no queda na- tan bien que no pudo dante llegaron al sitio Un señor gordito muy
día morder nada con die en la casa. Mien- desear nada mejor. convenido, pero cuan-
fuerza. tras trabajan, suelen Poco después lo visitó do vieron llegar a sus coloradito no toma café,
Cierto día estaba el colocar al niño detrás el lobo y se alegró de contrarios, pensaron siempre toma té.
campesino con su mu- de los árboles, al sol. que hubiera resultado que llevaban un sable,
jer ante la puerta de su Échate al lado como si así de bien. pues vieron el rabo le- EL TOMATE
casa y dijo: estuvieras cuidándo- —Pero, compadre vantado del gato, y
—Al viejo Sultán lo lo. Yo entonces saldré —dijo—, espero que cuando el pobre ani-
mataré mañana de un del bosque y me lle- hagas la vista gorda si mal saltaba en sus tres
tiro; ya no sirve para varé al niño y tú sales yo aprovecho una oca- patas, no pensaban
nada. corriendo rápida- sión para quitarle a tu sino que recogía pie-
La mujer, que sin- mente detrás de mí, señor una buena ove- dras para tirárselas.
tió compasión por el como si me lo quisie- ja. Es difícil hoy en día Entonces les entró
fiel animal, añadió: ras arrebatar. Lo de- salir adelante. miedo a los dos, el ja-
—Ya que nos ha ser- jaré caer y tú se lo de- —Ni pensarlo, con balí se escondió en el
vido durante tantos vuelves a sus padres. eso no cuentes —con- pasto alto y el lobo sal-
años y ha sido fiel po- Creerán que lo has testó el perro—. Yo tó a un árbol. Cuando
díamos darle el pan salvado y te estarán soy fiel a mi señor y no llegaron el perro y el
ahora como caridad. tan agradecidos que puedo permitirlo. gato, se asombraron
—¿Qué? —excla- no te harán ningún El lobo pensó que de que no podían dis-
mó el hombre—. Tú no daño. Por el contrario, esto no lo había dicho tinguir a nadie. Pero el
estás en tus cabales; hallarás admiración y en serio, y cuando lle- jabalí no se había podi-
ya no tiene dientes y no te faltará ya nunca gó por la noche en si- do esconder del todo y
ningún ladrón siente nada. lencio quiso llevarse a sus orejas sobresalían
miedo ante él; debe La propuesta fue la oveja. por encima de la gra-
morir. Es cierto que del agrado del perro, y Pero el campesino, milla.
nos ha servido bien, tal como fue pensada al que el viejo Sultán Mientras el gato
pero en compensación se realizó. había alertado de los miraba a su alrededor
ha tenido su buena El padre dio un gri- planes del lobo, lo des- cuidadosamente, el
comida. to cuando vio que el cubrió y lo peinó ruda- jabalí movió las orejas;
El pobre perro, que lobo corría con su hijo mente con el trillo. El el gato, pensando que
estaba tumbado al sol por el campo, pero lobo tuvo que escapar allí se movía un ratón,
no lejos de allí, había cuando el viejo Sultán y le gritó al perro: saltó y lo mordió con
oído todo y estaba muy lo trajo de nuevo, se —¡Espera, mal ca- fuerza. Entonces se in-
triste porque el día si- alegró, lo acarició y marada, ya te arrepen- corporó el cerdo con
guiente tuviera que dijo: tirás de esto! un enorme chillido y
ser el último de su —No se te tocará ni A la mañana si- salió corriendo mien-
vida. Tenía un buen un pelo, tendrás tu pan guiente envió el lobo tras gritaba:
amigo, el lobo, y se la- de caridad mientras vi- al jabalí e hizo que el —¡Allí en el árbol
mentó de la fatídica vas. perro saliera al bos- está el culpable!
suerte que le habían A su mujer le encar- que; allí arreglarían El perro y el gato le-
asignado. gó: cuentas. El pobre Sul- vantaron la mirada y
—Oye, compadre —Vete a casa rápi- tán no pudo encontrar divisaron al lobo que,
—dijo el lobo—, que- damente y hazle al vie- más ayuda que la de un avergonzado de ha-
date tranquilo, que yo jo Sultán un puré de gato que no tenía más berse mostrado tan co-
te ayudaré a salir de miga de pan, así no ten- que tres patas y cuan- barde, aceptó hacer las
este apuro. He pensa- drá que mascar, y tráe- do salieron de allí jun- paces con el perro.