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Viernes 4 de Marzo de 2022
Padre de dieciocho en el país de los elfos
A D A P T A C I Ó N L I B R E D E A N T I G U O C U E N T O D E I S L A N D I A
Quien no tiene hijos,
los educa mejor.
La experiencia es el
nombre que mucha
gente le pone a sus errores.
Sucedió una vez co había sido de niño le contó todo niño le agradeció a
en cierta granja, un temperamento lo que había acon- la vecina su buen
verano, cuando equilibrado y afa- tecido. consejo y partió
todo el mundo es- ble y de disposición Cuando la sabia hacia su casa. De
taba fuera con las obediente, pero vecina terminó de vuelta en el hogar,
labores de la cose- ahora, sin embar- escuchar todos los colocó un pequeño
cha, en el campo, a go, todo lo que ob- pormenores, le caldero con asas en
excepción de la se- tenía de él eran dijo: el centro de la coci-
ñora. Ella se encon- feos gritos y aulli- —¿No se te ha na. Luego buscó
traba en la casa, dos. ocurrido, querida unos cuantos pa-
ocupándose de los A este suceso si- mía, pensar que el los de escoba y los
quehaceres del ho- guió una tempora- niño puede ser un ató juntos, hasta
gar, sola con su da en la que el niño sustituto? En mi que la parte más
hijo de 3 años. no volvió a proferir opinión el cambio alta hubo recorrido
Hasta entonces el palabra alguna y es- se produjo mien- toda la chimenea
chico había crecido taba tan irritable y tras estuvo solo en de la cocina, mien-
y se había desarro- fastidioso que su el umbral de la tras que en el ex-
llado bien. Tenía ya madre no sabía puerta. tremo más bajo
un habla fluida y era cómo reaccionar a —No lo sé —res- ató un cucharón,
inteligente y ex- este cambio en su pondió la madre—. que dejó dentro de
cepcionalmente comportamiento. ¿Puedes enseñar- la cazuela. Habien-
prometedor. Lo que es más, dejó me algún modo do llevado a cabo
Como la mujer de crecer y comen- para averiguarlo? estas maniobras
tenía que atender zó a comportarse —Creo que sí — en la cocina, trajo
diversos trabajos como un niño mal contestó la veci- al niño y lo dejó
del hogar, además educado y capri- na—. Deja al chico solo allí. Elfos, pero en mi que besaba y abra-
de cuidar del niño, choso. solo en alguna oca- Luego salió y se vida había visto un zaba, diciendo:
llegó un momento Esta situación sión y asegúrate de escondió tras la palo tan largo en —¡Qué diferen-
en el que tuvo que afligía a la madre y que ocurra algo que puerta, desde don- un pote tan peque- temente nos com-
dejarlo solo un en su desespera- sea novedoso para de pudo ver y oír ño. portamos! Yo ten-
tiempo mientras ción acudió a una él. Seguro que en- por la ranura entre Al oír esto, vol- go entre algodones
ella llevaba las ca- vecina que tenía re- tonces dirá algo, si el marco y la puer- vió la mujer a la a tu hijo, mientras
cerolas de leche a putación de inteli- no ve a nadie cer- ta todo lo que su- cocina con una gran tú le pegas a mi
un cercano ria- gente y de ver más ca. Pero tú debes cedía en la cocina. escoba de abedul, marido.
chuelo para lavar- allá que la mayo- escuchar a escon- Al rato vio cómo agarró al sustituto Dicho lo cual,
las. ría, y le contó la didas lo que dice, y el chico empezaba y lo golpeó sin mi- puso al niño en el
Había dejado al desgracia que ha- si encuentras el a curiosear alrede- ramientos largo suelo, al hijo de la
crío en la puerta de bía caído sobre ella. monólogo del chi- dor del caldero con rato, mientras éste mujer, y tomó a su
entrada, pero La mujer le pregun- co extraño y sos- el cucharón, exa- aullaba espantosa- marido, desapare-
cuando regresó, un tó cuánto hacía pechoso, entonces minándolo muy de mente. cieron ambos al
buen rato después exactamente que pégale sin contem- cerca para luego Después de ha- instante.
y le habló, su hijo el niño había adop- placiones hasta decir: berlo azotado un A partir de en-
le gritó y aulló de tado este compor- que algo suceda. —Soy tan ancia- rato, vio a una ex- tonces, el chico
un modo iracundo tamiento irracional Con esto termi- no como mis bigo- traña mujer entrar creció con su ma-
y espantoso, como y cómo pensaba naron las dos mu- tes testifican, un en la cocina con un dre y se convirtió
nunca antes había ella que había ocu- jeres su conversa- padre de dieciocho precioso pequeñín en un buen hom-
oído. Antes, el chi- rrido. La madre del ción. La madre del en el País de los en los brazos, al bre.