Page 17 - Semanario-01-07-23.pmd
P. 17

17
                                                                                                                                                 17
                                                                                                                                                 17
                                                                                                                                                 17
                                                                                                                                                 17
                                                                  Sábado 1º de Julio de 2023
                Cómo le creció la trompa al elefante



                           VERSIÓN LIBRE  DE  CUENTO  DE RUDYARD  KIPLING




                                                                                                        cogía, pero nada…       ceando orgulloso su
                                                                                                           –No te preocupes -   trompa.
                                                                                                        lo tranquilizó la boa. -   Siguió las cáscaras
                                                                                                        Verás cómo te convie-   de melón, y las fue re-
                                                                                                        ne…                     cogiendo.
                                                                                                           En ese momento          Cuando tenía ham-
                                                                                                        una mosca se posó so-   bre, alargaba la trom-
                                                                                                        bre el trasero del bebé  pa para escoger la me-
                                                                                                        elefante, y éste, sin   jor fruta de los árboles
                                                                                                        querer, ¡zas!, la gol-  sin tener que esperar
                                                                                                        peó con su enorme       a que se cayera, como
                                                                                                        trompa.                 antes. Y cuando esta-
                                                                                                           –Mira -dijo enton-   ba aburrido, echaba
                                                                                                        ces la boa, -¡primera   tanto aire por la trom-
                                                                                                        ventaja!                pa, que un sonido pa-
                                                                                                           Entonces, el ele-    recido al de una trom-
                                                                                                        fante sintió hambre y   peta hacía retumbar
                                                                                                        agarró con su trompa    toda la selva.
                                                                                                        un buen manojo de          Al llegar, sus pa-
                                                                                                        hierbas que vio a lo    dres quisieron casti-
                                                                                                        lejos.                  garlo por haberse ido
                                                                                                           –¡Segunda venta-     solo tan lejos y por re-
                                                                                                        ja! -le hizo ver la ser-  gresar con esa nariz
                                                                                                        piente.                 tan larga, pero poco a
           Bebé elefante era       Pero el bebé ele-    tarlesss?               diré al oído…              Y como el pequeño    poco se dieron cuen-
        precioso, con su nariz  fante no podía dejar       –Quiero saber qué       El elefante se acer-  elefante comenzaba a   ta de todas sus venta-
        chata y tan menudo.     de preguntarse a to-    comen - dijo seguro el  có.                     tener calor, tomó con   jas. Así que, uno a uno,
        Pero le encantaba pre-  das horas. ¡No podía    elefante.                  Y cuando el elefan-  su nueva trompa una     fueron acercándose
        guntarlo todo, a todas  con tanta curiosidad!      – ¡Qué inssssenssa-  te estaba cerca de sus  gran cantidad de agua   hasta el río Limpopo
        horas, y los demás ani-    –¿Y qué cena el co-  to! -replicó ella.      fauces, el cocodrilo    y barro del río y se la  en busca de cocodri-
        males ya estaban can-   codrilo? ¿Lechugas?        Y la serpiente le    agarró al pequeño por   echó por encima.        los para alargar sus na-
        sados. ¿Qué es esto?    ¿Grillos? ¿Caracoli-    golpeó con el extre-    su pequeña nariz, que      –¡Y tercera venta-   rices.
        ¿Cómo fue? ¿Cuán-       tos? -preguntó un día   mo de su cola.          era como una bota, y    ja! - siguió enumeran-     Y desde entonces,
        do? Pero sobre todo,    de verano a sus pa-        El elefante siguió   anunció:                do la boa.              todos los paquider-
        preguntaba: ¿por        dres.                   andando, algo dolori-      –¡Empezaré por          –¡Cierto! -respon-   mos tienen esa her-
        qué?                       –¡Chssss! -lo acalla-  do, hasta que paró a  comerme al hijo del     dió muy contento el     mosa trompa que sur-
           –Venga, cuénta-      ron ellos.              descansar junto a un    elefante!               elefante, quien deci-   gió gracias a la curio-
        me, avestruz -pregun-      "Si no me lo cuen-   tronco que vio ya jun-     –¡Suéltame, que      dió que era hora de     sidad de un pequeño
        tó un día el pequeño    tan, me enteraré" -se   to al río Limpopo. Pero  me lastimas! -reclamó  volver a casa, balan-   elefante.
        elefante. -Por qué te   dijo el pequeño ele-    aquello no era un       el elefantito intentan-
        salen tantas plumas     fante.                  tronco, sino nada más   do librarse de su ene-
        en la cola?                Y así, dispuesto a   y nada menos… ¡que      migo.
           Y el avestruz, mo-   saber, habló con el pá-  un cocodrilo!, que        Con las patas bien
        lesto, respondió:       jaro kolokolo:          además, le guiño al     seguras sobre el ba-
           –Deja de ser tan in-    –Mis padres me       elefantito un ojo.      rro, tiraba y tiraba ha-
        discreto -y empujó      castigaron por querer      –Perdone usted -     cia su lado, mientras
        con fuerza al peque-    saber… También otros    dijo el elefante, que   el cocodrilo por su
        ño elefante.            animales están moles-   nunca vio un cocodri-   parte hacía lo mismo,
           Otro día, preguntó   tos conmigo, pero yo    lo antes. –¿No habrá    chapoteando en el
        a su tía, la jirafa:    quiero saber… ¿qué      visto por aquí algo lla-  agua y tirando hacia sí
           –¿Por qué tienes     comen los cocodrilos?   mado cocodrilo?         con todas sus fuerzas.
        tantas manchas?            –Si vas hasta el río    Y el animal levantó     La nariz del elefan-
           –¡Qué insolente,     Limpopo, sabrás lo      la cola. El elefante se  te comenzó a estirar-
        pequeño -respondió      que deseas saber…       apartó pensando que     se. En esto llegó la ser-
        ella tan enfadada, que     Y así es como el pe-  iba a golpearlo por    piente y enrollándose
        terminó dando una       queño elefante se       preguntar.              a una de las patas del
        patada al pequeño       adentró valiente por       –¿Te asusté? -pre-   bebé elefante, le dijo:
        elefante.               la peligrosa selva, con  guntó el cocodrilo.       –Inexperto viajero,
           Él siguió preguntan-  un buen cargamento        –Verás, es que mis   deja que te ayude. Tira
        do a otros animales:    de melones para el ca-  tíos y el resto de los  y tira hacia este lado,
           –Buenos días, hi-    mino. Iba echando       animales se enfadan     o el cocodrilo se sal-
        popótamo, ¿por qué      trocitos de cáscara     mucho porque siem-      drá con la suya.
        tienes los ojos tan ro-  según avanzaba. Y se   pre estoy preguntan-       La serpiente unió
        jos?                    encontró con la ser-    do…                     fuerzas al elefante, al
           –¡Mira que eres pe-  piente, una boa de         –Uy, yo no haré tal  que le seguía crecien-
        sado! -respondió su     colores:                cosa -dijo el cocodrilo  do más y más la nariz,
        tío, el hipopótamo.        –¡Despierta, ser-    dejando verter lágri-   hasta que de pronto
           Y al mandril lo te-  piente! ¿Has visto por  mas falsas. –Yo soy el  el cocodrilo no pudo
        nía ‘frito’ a preguntas:  aquí algún cocodrilo?  cocodrilo, así que     más y la soltó, ¡zas! La
           –¿Por qué comes      Debo preguntarle una    dime, ¿qué deseas?      (ahora) enorme nariz
        tantos melones?         cosa importante.           –Quisiera saber      del elefante llegó has-
           –¡Largo de aquí,        –Sssssí que hay -    qué comes -preguntó     ta él como un resorte.
        majadero! -le gritó el  dijo la serpiente con   con inocencia el bebé      El pobre elefante
        mono, tirándolo al      algo de timidez. -¿Y    elefante.               metió su nariz en el
        suelo.                  qué vasss a pregun-        –Acércate y te lo    agua, para ver si en-
   12   13   14   15   16   17   18   19   20   21   22