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Viernes 7 de Julio de 2023
Cómo se le arrugó
la piel al rinoceronte
VERSIÓN LIBRE DE CUENTO DE RUDYARD KIPLING
Joseph Rudyard Kipling
(Bombay, 30 de diciem-
bre de 1865 - Londres, 18 de
enero de 1936), fue un escri-
tor británico. Es autor de re-
latos, cuentos, novelas y poe-
mas. Algunas de sus obras
más populares son la colec-
ción de relatos El libro de la
selva, la novela de espionaje
Kim, el relato corto El hom-
bre que pudo ser rey y los
poemas Gunga Din y Si....
Varias de sus obras han
sido llevadas al cine.
Recibió el Premio Nobel de Literatura de 1907, lo
cual lo convirtió en el primer escritor británico en
recibir este galardón, y en el ganador más joven
hasta la fecha.
Tuvo la vida signada por la literatura desde sus
primeros años, trabajó arduamente como editor en
pequeñas casas en el Reino Unido a donde fue
enviado para su educación.
Fue un apasionado viajero, junto con su familia
varias veces y prácticamente recorrió el mundo en-
tero adquiriendo grandes conocimientos sobre los
países que visitó.
Los dos tomos de El libro de la selva siguen
recorriendo el mundo como ejemplo de formación y
de dedicación a los grupos de amistades sin importar
género, raza o especie.
Los parsis
Hace mucho tiempo, con su enorme cuerno y la orilla y dejó caer to- Se rascó una vez y
Los parsis (persas en
existió en una pequeña ¡ñam!, se la zampó de das las migas, y alguna otra vez… hasta que su la lengua persa) son un cando efectivamente al
pueblo parsi como per-
isla frente a la costa del un bocado. Después se pasa seca también, den- piel quedó totalmente grupo del subcontinente sas étnicos anteriores al
mar Rojo, un parsi (habi- alejó como si nada de tro de la piel del rinoce- arrugada. Y cada vez le indio cuya religión es el Islam en India y Pakis-
tante de la antigua Per- allí, meneando la cola de ronte. Se subió a lo alto picaban más las migajas zoroastrismo. Sus ante- tán. Según el censo in-
pasados emigraron a la
sia, la India), que tenía contento, de un lado a de una palmera y espe- de la tarta. Tanto, que al región desde Irán tras la dio de 2001, en esa fe-
un sombrero que refle- otro. ró a que el animal salie- rinoceronte se le agrió conquista musulmana cha habitaban en la In-
jaba de forma esplendo- El parsi bajó de la pal- ra del agua. el carácter. Y le salieron de Persia en el siglo VII dia 69.901 parsis. En
rosa los rayos del sol. Y mera y volvió a colocar Cuando el rinoceron- más arrugas, hasta en las d.C. La palabra parsi Pakistán son unos 5000.
deriva de la lengua per-
El número de parsis en
allí vivía muy feliz el par- bien su cocina. Un tanto te se cansó de chapo- patas. Y así se fue a su sa, se traduce literal- el mundo se estima en
si, con un cuchillo, una pensativo, recitó estos tear, regresó a la orilla y casa, enojadísimo. mente a persa, identifi- torno a 100 000.
cocina portátil y sí, su versos en voz alta: se colocó la piel. Abro- Desde entonces, to-
majestuoso sombrero. "Quien los pasteles chó los tres botones y dos los rinocerontes tie-
Un buen día, el parsi se zampa entonces comenzó a nen la piel arrugada. Y
juntó harina, agua, pa- que el hombre parsi sentir un intenso picor mal carácter. Aunque los
sas, ciruelas… y consi- con amor prepara por todo el cuerpo. Le buenos modales no los
guió preparar un pastel del todo mete la picaba, le picaba, ¡le pi- tuvo ni los tendrá jamás.
que medía medio metro pata". caba mucho! Tanto, que El parsi, por su parte,
de ancho y medio metro La ‘venganza’ del parsi se puso a correr, se re- se bajó victorioso de la
de grueso. Lo metió en volcó en la arena, y ya palmera, con su sombre-
el horno y lo cocinó has- Justo cinco semanas desesperado, comenzó ro que reflejaba de for-
ta que el olor era tan más tarde, una terrible a frotar su piel contra el ma esplendorosa los ra-
rico que realmente pa- ola de calor llegó hasta tronco de un árbol. yos del sol.
recía irresistible. la isla. Hacía tanto calor Y así es cómo se le Y se fue en dirección
Pero, justo cuando se que el parsi se quitó has- arrugó la piel al rinoce- a Orotava, Amígdalas,
lo iba a comer, llegó un ta el sombrero. Y el rino- ronte… y también el ca- Tananarive y las maris-
enorme rinoceronte con ceronte su piel, que se rácter. mas de Sonaput.
su gran cuerno en me- abrochaba por debajo
dio de la nariz, los ojos con unos cuantos boto-
de cerdito y muy, pero nes. El animal se la colgó
muy malos modales. a la espalda y fue a la
Aunque esto, los moda- playa con intención de
les, no los tuvo nunca ni refrescarse. Dejó la piel
los tendrá jamás. Lo que en la orilla y se metió en El individuo ha luchado
sí tenía entonces el rino- el mar, se puso a jugar,
ceronte era una piel lisi- chapoteando y haciendo siempre para no ser
ta, muy ajustadita al burbujitas con la nariz. absorbido por la tribu.
cuerpo. Era realmente En esto llegó el parsi,
bella su piel… El rinoce- vio la piel en la orilla y FIEDRICH NIETZSCHE
ronte dijo: una enorme sonrisa de
–¡Buuuu! las que dan la vuelta
El parsi salió corrien- completa a la cara, le ilu-
do y se subió a una pal- minó el rostro. Se dirigió El miedo tiene
mera llevando consigo presuroso a su tienda y su utilidad,
solo el sombrero que re- llenó su sombrero con
flejaba de forma esplen- migas de pastel, porque pero la cobardía no
dorosa los rayos del sol. el parsi solo comía pas- MAHATMA GANDHI
El rinoceronte volcó tel y nunca barría…
la cocina, pinchó la tarta Fue corriendo hasta