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El músico prodigioso
VERSIÓN LIBRE DE CUENTO CLÁSICO DE LOS HERMANOS GRIMM
La vida es belleza,
admírala. La vida
es un sueño, alcánzalo.
MADRE TERESA DE CALCUTA
La reflexión es el camino
hacia la inmortalidad.
BUDA
Es sencillo hacer
que las cosas sean
complicadas, pero difícil
hacer que sean sencillas.
Había una vez un mú- de nuevo el violín y se enroscada al árbol, sin acercó a ver al músico
sico prodigioso que va- puso a tocar, esperando poder soltarse. para disfrutar de su bo- FIEDRICH NIETZSCHE
gaba solo por el bosque un compañero. Acudió -Ahora espérame nita melodía.
dándole vueltas a su ca- esta vez una zorra, que hasta que vuelva -dijo el -Por fin doy con el
beza. Cuando ya no supo lo saludó: músico. Y volvió a mar- compañero que me con-
en qué más pensar, se le -Hola, músico, ¡qué charse. viene -pensó el violinis- Debes disponerte
ocurrió: bien tocas! Me gustaría Mientras tanto, el ta. Un hombre era lo que a ser un principiante
-En el bosque se me aprender. lobo había logrado es- buscaba, y no alimañas
hará largo el tiempo y me -No te será difícil si capar. Irritado y furioso, salvajes. cada mañana
aburriré. Sería buena haces cuanto yo te man- siguió las huellas del mú- En ese momento vio MEISTER ECKHART
idea buscar compañía. de -contestó el músico, sico, dispuesto a darle acercarse al lobo, a la zo-
El músico sacó el vio- a quien la compañía de su merecido. La zorra, al rra y a la liebre, y por sus
lín que llevaba y empezó la zorra tampoco le agra- verlo pasar, le pidió ayu- caras de pocos amigos,
a tocar. Al poco se le daba. da. Cuando el lobo escu- comprendió que no te-
acercó un lobo y le dijo: -Sí, músico, te obe- chó la historia no dudó nían buenas intenciones.
-Hola, chico, ¡qué deceré -aseguró la zorra. un segundo en ayudar a Entonces el leñador,
bien tocas! Me gustaría -Pues sígueme -orde- la zorra y juntos partie- colocándose delante del
aprender. nó el muchacho. ron en busca del músi- músico, desafió a los ani-
-Pues no te será difí- No tardaron en lle- co. Por el camino encon- males diciendo:
cil si haces todo lo que gar a un sendero bordea- traron a la liebre, que se -Tenga cuidado quien
yo te diga- le explicó el do por altos arbustos. El lamentaba de su mala quiera hacerle daño a
músico, al que no le gus- músico mandó a la zorra suerte. Al descubrir su este chico, pues tendrá
tó mucho la idea de te- agarrar con ambas ma- historia, el lobo y la zo- que vérselas conmigo.
ner por compañero a un nos unas ramas. Allí la rra la soltaron. La liebre Ante esto, los anima-
lobo. ató y soltó las ramas, de- decidió acompañarlos. les, atemorizados, echa-
El lobo aceptó obe- jando a la zorra colgada En esto el joven ha- ron a correr a través del
decer al músico en todo en el aire. bía vuelto a probar suer- bosque, mientras el mú-
lo que le pidiera. Así, el -Espérame ahí hasta te con su violín. Esta vez sico, agradecido, obse-
chico le indicó que lo si- que regrese -le dijo. Y se fue un leñador que, quiaba al leñador con
guiera, y tras andar un puso en camino de nue- atraído por el violín, se otra bella melodía.
rato llegaron junto a un vo.
viejo roble, hueco y hen- Al cabo de un rato
dido por la mitad. volvió a sacar el violín y
-Si quieres aprender se puso a tocar. Esta vez
a tocar el violín, mete fue una liebre quien se
las patas delanteras en acercó. Pero al músico
esta hendidura -le indi- tampoco le agradaba la
có el joven. idea. Y cuando el animali-
El lobo obedeció y el to le dijo que le gustaría
chico, tomando rápida- aprender a tocar el violín,
mente una piedra, la uso el músico repitió, una vez Aburrido como charla sin mate
para aprisionar las patas más, que debía obedecer
del lobo y lo dejó allí en todo lo que dijera. Cada loco con su tema
atrapado. La liebre aceptó y jun-
-Ahora espérame tos caminaron por el El quemado con leche
hasta que vuelva -dijo el bosque. Allí, el músico ve la vaca y llora
músico. Y prosiguió su ató a la liebre a un árbol
camino. y le mandó que diera Afligido como gato en tapera
Al cabo de un rato, veinte vueltas corrien-
cuando estaba ya lejos do. Cuando acabó, la lie- Pechador como caballo tuerto
de allí, el músico tomó bre se había quedado