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               El rey y el campesino



                            VERSIÓN LIBRE DE CUENTO POPULAR POLACO












                                                                                                             Lo peor que hacen los malos es

                                                                                                           obligarnos a dudar de los buenos.
                                                                                                                    Jacinto Benavente







                                                                                                            La gravitación no es responsable
                                                                                                               de que la gente se enamore.
                                                                                                                      Albert Einstein






                                                                                                              Debemos decirles a nuestras
                                                                                                               jóvenes que sus voces son
                                                                                                                       importantes.
                                                                                                                     Malala Yousafzai
           El sol se ponía y el  peró reverentemente    mente el  viejo.        poder descifrar las
        viejo campesino lla-    la llegada del monar-      Al oír estas pala-   palabras. A la postre
        mado Mateo termi-       ca.                     bras, el Rey le regaló  decidieron ir a ver al
        naba sus diarias labo-     El Rey se acercó al  a Mateo un cinturón     campesino.
        res agrícolas. A la dis-  campesino y después   dorado y se despidió       El viejo Mateo los
        tancia oyó un canto     de saludarlo le dijo:   de él, dándole la ben-  recibió en el umbral         Son nuestras decisiones las que
        que el eco repetía en-     –Buen hombre, no     dición. Pronto se       de su cabaña con una            muestran quiénes somos,
        tre las sierras. Vol-   te has levantado lo     unió al resto  de la    humilde reverencia,          más que nuestras habilidades.
        viéndose en dirección   bastante temprano       caravana junto con      pero se negó a acla-                    J.K. Rowling
        al sonido, vio una      para hacer todo tu tra-  sus tres consejeros y  rarles sus palabras.
        gran comitiva de        bajo.                   se perdió en seguida    Por más que los con-
        hombres a caballo          Mateo le replicó:    entre las nubes de      sejeros le rogaron y
        que salía del bosque       –Sí, me levanté      polvo que levantaban    amenazaron, no con-
        y marchaba por la ca-   temprano, bondadoso     los caballos al galo-   siguieron nada. Solo
        rretera hacia la al-    y amado Rey, pero       par hacia la capital.   cuando hubieron
        dea.                    Dios Nuestro Señor         Cuando llegaron a    puesto sobre la mesa
           Eran el Rey y sus    no me lo permitió.      su destino, el Rey, los  cien ducados de oro
        caballeros, que retor-     El Rey le preguntó   consejeros y los ca-    cada uno de ellos se
        naban de la caza. El    entonces:               balleros celebraron     dignó Mateo, des-
        rey cabalgaba al fren-     –Abuelo, ¿cuánto     un gran banquete.       pués de haber guar-
        te seguido de los       tiempo ha estado en     Cuando terminaron,      dado el dinero en su
        grandes del reino y     flor ese huerto neva-   el Rey pidió a sus      bolsillo, revelar el      E  S   R   A    L   I   U   Q   S   E   F
        de sus ministros, lu-   do sobre la cima cu-    consejeros que lo ha-   significado de los        AH     S   A   O   E    T   A   M   L   D
        ciendo todos sus bri-   bierta de salvia de la  bían acompañado a       acertijos.
        llantes armaduras,      montaña?                ver al campesino que       –Mi primera con-       R  R   D   O    I  T    D   R   U   O   O
        mientras la banda so-      –Hace ya cuarenta    le explicaran el signi-  testación al Rey sig-    HA     R   A   R    I   I   Y   T    J  D
        plaba las cornetas y    años, gracioso señor –  ficado de las pregun-   nificó que me casé        DO     S   O   D   T    E   P   A   M   A
        cantaba canciones.      contestó el campesi-    tas que le había he-    joven y tuve hijos,       BO     E   N   G   N    S   B   A   L   V
           Era un espectácu-    no.                     cho y de las respues-   pero el Señor se los
        lo magnífico. Cuando       El Rey, haciendo     tas que el anciano      llevó. La segunda qui-    S  S   T   N   D   N    A   I   C   A    I
        Mateo vio a los caba-   con su cabeza un sig-   había dado.             so decir que hace         S  E   O   O    I  R    N   B   N   T   T
        lleros con sus relu-    no de comprensión le       Los consejeros       cuarenta años que         ON     A    J   T  E    L   V   E    I   I
        cientes escudos y ar-   preguntó entonces:      pensaron y pensaron     encanecí.                 SO     O   U    I  E    O   T   A   P   M
        mas, no pudo despe-        –¿Cuánto tiempo      durante mucho rato,        Luego el Rey pre-
        gar la vista de ellos.  han estado fluyendo     tratando de adivinar    guntó cuánto tiempo       NA     B   R   H   T    E   V   R   A   O
        Grande fue su asom-     los manantiales de      los acertijos, pero     habían surtido los        A  I   R   N   U   U    R   R   L   C   C
        bro al ver que el Rey   debajo de la montaña?   ninguna de sus expli-   manantiales, refirién-    GP      A  R   Q   T    E   E   A   O   D
        hacía detener la cara-     –Más de quince       caciones satisfizo al   dose a mis lágrimas       UU     C   N   E   R    N   R   C   L   P
        vana con una señal      años, señor, han es-    soberano. Por último    de dolor.
        de su mano y se diri-   tado fluyendo y flu-    el Rey les dio treinta     Por último, con los    CO     A   U   R    I   C   I   T   A   O
        gía con tres de sus     yendo.                  días para que encon-    tres tontos gansos        E  B   A   D   A   N    S   E   C   O   S
        consejeros directa-        –Hasta ahora bien    traran las respuestas   del este aludió a vo-
        mente a campo tra-      –continuó el Rey–.      correspondientes,       sotros, que habrías
        viesa hasta donde él    Ahora dime: cuando      advirtiéndoles que si   de venir a pagarme
        estaba.                 tres gansos tontos lle-  fracasaban, elegiría   para que os explica-
           El viejo campesino   guen del este, ¿serás   otros consejeros en     ra la conversación
        se apretó el cinturón,  capaz de esquilarlos?   su remplazo.            entre el Rey y yo. Y
        sacudió el polvo de la     –¡Oh, muy bien, mi      Noche tras noche     como le prometí, los
        chaqueta y, con la      amado Señor! –le        los consejeros cavila-  gansos han sido es-
        gorra en la mano, es-   contestó inmediata-     ron y deliberaron sin   quilados.
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