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Un robot para las vacaciones



               VERSIÓN LIBRE DE CUENTO DE MARIE TENAILLE Y MONIQUE TOUVAY




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                                                                                                           Los vecinos empeza-  día los niños estaban de
                                                                                                        ron a hacer preguntas y  acuerdo. En tres minutos
                                                                                                        a pedir acciones.       estaban todos arriba del
                                                                                                           Los niños temieron   auto.
                                                                                                        nuevas tonterías.          -¿Conoces el camino?
                                                                                                           -Goto –le dijeron– po-  –le preguntó Cecilia.
                                                                                                        drías regar el jardín.     Goto respondió mo-
                                                                                                           Grave error. El peque-  viendo su cabeza. No le
                                                                                                        ño se apoderó de la man-  salía el habla.
                                                                                                        guera y comenzó a mojar    Una hora después es-
                                                                                                        a todo el mundo, deján-  taban en casa del profe-
                                                                                                        dolos empapados.        sor Nikelec. Cuando el
                                                                                                           Entonces, para evitar  robot bajó del auto, pi-
                                                                                                        nuevos errores tomaron  soteó los claveles y co-
                                                                                                        a Goto y se lo llevaron a  rrió a los brazos de su
                                                                                                        una de las habitaciones.  padre.
                                                                                                           Allí había un televisor  El lo estrechó con ca-
                                                                                                        encendido y justo en ese  riño. Los niños observa-
                                                                                                        momento pasaban una     ban emocionados.
                                                                                                        noticia muy importante     -Voy de inmediato a
                                                                                                        acerca de un señor lla-  corregir las conexiones –
                                                                                                        mado Nikelec que hacía  advirtió el inventor–.
                                                                                                        un llamado a la audien-  Gracias por traerlo.
                                                                                                        cia. Goto lo reconoció.    En el taller y sin la
                                                                                                           -Mi pequeño robot    presencia de testigos,
                                                                                                        Goto se ha escapado de  destapó con sumo cuida-
                                                                                                        mi casa y lo grave es que  do la cabeza de su muñe-
                                                                                                        aún yo no había verifica-  co.
                                                                                                        do todas sus conexiones.   Con un alicate espe-
                                                                                                        Puede cometer errores –  cial desconectó los ca-
           Era el momento. Por  sar llave a la puerta de  y las respuestas?     los niños lo pudieran   advirtió–.              bles que comandaban las
        fin el profesor Nikelec,  calle y tampoco escuchó  -Buena idea –aceptó  contener, Goto tomó las    Sabe hacer de todo,  múltiples acciones del
        exultante, sabría de qué  cuando el portón del jar-  la señora Mireya. Y lan-  maletas y volvió a poner-  pero le falta un gramo de  pequeño robot, esas que
        era capaz el pequeño ro-  dín rechinó en el momen-  zó la primera pregunta:  las dentro del auto. De-  razón. Si lo ven o lo en-  conducían a locuras y
        bot que había construi-  to en que el robot lo     -¿De qué color es el  cididamente todo lo ha-  cuentran, por favor de-  errores.
        do en su taller.        abrió para salir.       caballo   blanco   de   cía al revés.           vuélvanmelo a casa. Se lo  Solo dejó en su lugar
           Le anunció dulcemen-    Avanzó con rapidez   Napoleón?                  -¡Oh! ¿Qué es esto? –  suplico.              los chips del habla y del
        te:                     por un camino de tierra.   -Rosado –le susurró  exclamó la mamá al des-    La familia quedó     movimiento, y de paso
           -Te llamarás Gotou.  Eso había decidido: irse  Goto a Alex en su oreja. Y  cubrir el muñeco.  impactada. Goto también  reconectó el cable ama-
        Te he construido como un  de vacaciones, solo, sin  el niño repitió la res-  -¡Un robot doméstico!  se veía preocupado.  rillo, ese que controlaba
        ser inteligente. Las co-  su inventor.          puesta.                 –señaló sorprendido el     -Es necesario devol-  las emociones de su in-
        nexiones que hay dentro    En un par de minutos    Risas generales, ex-  padre–. Miren, niños, un  verlo a su inventor –afir-  vento y generaba un sen-
        de tu cabeza harán que  estuvo en una estación  cepto el robot, orgulloso  robot. Apuesto a que  mó el padre.           timiento parecido al
        me obedezcas al sonido  de servicio de la autopis-  de su intervención.  nunca habían visto uno    -Es lo mejor, señaló la  amor, en el pecho rígido
        de mi voz. Tú sabrás ha-  ta.                      -¿Cuál es la altura de  así.                 madre.                  de Goto.-
        cer de todo. ¡Serás Gotou  De pronto un auto de  la torre Eiffel? –preguntó  Entonces Goto, mo-
        el Hácelotodo!          color rojo se estacionó  el padre.              lesto y malhumorado,
           Entonces el pequeño  frente al surtidor para    -Doscientos trece me-  empezó a emitir extraños
        robot, con su vocecita  que llenaran su tanque.  tros –sopló Goto en el  sonidos, algunos como si
        metálica un tanto chillo-  El pequeño robot, muy  oído de Cecilia, quien no  fueran una alarma de
        na, le dijo a su mentor:  cerca del auto, sin saber  tardó en hacer suya la  ataque aéreo.
           -O.K. de acuerdo.    por qué, levantó su bra-  respuesta.               Ante la evidencia,
           -Me gustaría que me  zo derecho.                -¡Error! –dijo el pa-  Alex contó la verdad:
        llamaras Goto-el-robot -   -Mira, un robot que  dre–. La cifra es al revés.  -Lo hemos tomado en
        sostuvo la maquinita. Lo  está haciendo dedo –ex-  -Hoy no han acertado  la gasolinera, cuando
        encuentro más gracioso,  clamaron unos niños que  ninguna –comentó el pa-  estaba haciendo dedo.
        apuntó enseguida.       iban en el asiento trase-  dre–. ¿Qué les sucede?  -Es nuestro amigo,
           -Entonces serás Goto  ro.                       El juego, sin embargo  dijo Enzo.
        –respondió el profesor     -Subámoslo antes que  llegaba a su fin.         -Y se llama Goto, re-  C  V   A    I   L   I   C   E   C   B   C
        Nikelec un poco asom-   papá reanude la marcha     -Estamos llegando –  veló Cecilia.             T  H   O    N   I  H    C   E   R   S   D
        brado. No pensaba que el  –propuso uno de ellos.  anunciaron sus padres, y  Los padres se sintie-
        pequeño robot pudiera      De un salto Goto su-  se detuvieron frente a la  ron cautivados por el ro-  A  S  E  L  E  V   A   L   C   O   S
        discernir. Creyó que se-  bió al asiento trasero. Ya  puerta de un albergue  bot. Le hablaban y Goto  HA  A   Y   E   R   I   M   S   N   D
        ría necesario algún tipo  se había instalado.   vacacional.             les respondía muy serio
        de ajuste todavía pero  lo  -¡Oye, me aplastas!    -Niños, advirtió la  y cuidándose de no ha-    D   L  T    R   A   I   O   E   E   I   E
        haría a la mañana si-   Este es mi lugar –protes-  madre. Descarguen el  cer alguna tontería.     BX     O    N  O    R   A   S   V   C   M
        guiente, justo cuando se  tó Enzo.              auto mientras papá y yo    -¿Quieren que haga
        iniciaban las vacaciones   -Shhhhs, Alex y Ceci-  vamos a revisar las ha-  algo? –preguntó con su  S  R  B    S   A   T   E   T   E   E   O
        en casi todo el territorio.  lia hicieron callar a su  bitaciones.      vocecita chillona.        OA     O    A   I   T   N   L   R   V   I
        Dejó al muñeco de metal  hermano más pequeño.      -Quédate dentro del     -¿Podrías lustrar los
        en el estudio y se fue a  ¡El robot es nuestro se-  auto –le dijeron los niños  zapatos de papá? –pre-  HL  R  D  S   E   E   E   S   N   N
        regar sus claveles.     creto! –dijeron.        a Goto–. Que papá y     guntó mamá Mireya.
           Pero Goto siguió tra-   -Tranquilos, niños –  mamá no te vean. Solo     -¡Seguro!, dijo Alex–.  G  I  O    U   A   K   N   O   M   N   O
        bajando su mente. Al es-  señaló el padre, quien no  nosotros sabremos que  Él lo hará.           AC      J   N   I   T   R   Z   T   L   M
        cuchar la palabra “vaca-  se había dado cuenta de  estás aquí –indicó Alex.  -¿Y prepararnos unas
        ciones” su cabeza se lle-  nada al retomar la auto-  -O.K. de acuerdo –res-  tostadas? –pidió Enzo.  RA  O    N   T   U   S   R   O   O   E
        nó de ideas.            pista.                  pondió el muñeco sin es-   Goto se adentró en el  R   T   A   R   J   R   O   O   A   A   G
           Después de un mo-       En el asiento trasero  tar muy convencido de lo  albergue y se dirigió a la
        mento de reflexión, el  Enzo, Alex y Cecilia cuchi-  que era conveniente.  cocina; tenía hambre,  UE     N    I   D   R   A   J   T   L   T
        pequeño robot se dirigió  cheaban sin parar. Le    Los niños comenza-   pero en lugar de lustrar  CO     O    U   X   E   L   A   L   E   O
        con paso decidido hacia  preguntaban cientos de  ron a bajar las maletas.  los zapatos los puso en
        la puerta del taller. Giró  cosas al robot.        -Es muy divertido –co-  el tostador y el pan que  E  C  A  D   A   N   O   E   L   O   S
        el picaporte y salió.      -¿Qué sabes hacer? -  mentaba Cecilia.       encontró lo embetunó
           El profesor Nikelec  preguntó la niña.          -Un poco chiflado a  con pasta para sacarle
        estaba tan absorto con     -Todo -respondió el  veces –dijo Enzo.       brillo a los zapatos.
        sus plantas que no advir-  muñeco-. Un poco de     -A mí me encanta        Todos rieron. Apare-
        tió el movimiento de    todo, añadió.           cómo es –expresó final-  cieron vecinos y pasaje-
        Goto. En ese momento       Eso estará por verse,  mente Alex.           ros del hotel.
        solo tenía ojos para sus  pensaron Alex y Cecilia  -O.K., de acuerdo –re-  -Pídanme una sola
        hermosos claveles blan-    Y para no llamar la  pitió el robot con su pe-  cosa a la vez –exigió el
        cos y rojos.            atención, Alex propuso:  queña voz metálica, pre-  muñeco un poco confun-
           En su emoción el pro-   -¡Mamá! ¿Por qué no  parándose para actuar.  dido al ver tanta gente–.
        fesor había olvidado pa-  jugamos a las preguntas  De repente, sin que  Así estoy programado –
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