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Palabra de pirata



                        VERSIÓN LIBRE DE CUENTO DE BOSQUE DE FANTASÍAS


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                                                                                                        muy orgulloso de tí,    juntos, aunque siem-
                                                                                                        por la valentía que     pre recordaremos que
                                                                                                        mostraste y la forma    las aventuras, hija
                                                                                                        en que manejaste el     mía, no se construyen,
                                                                                                        peligro. Así que en     solo te encuentran.
                                                                                                        este poco tiempo que       Y ambos se abraza-
                                                                                                        he tenido para pensar   ron y volvieron a casa.
                                                                                                        he considerado cons-    ¡Palabra de pirata!










                                                                                                             Los días más felices son aquellos
                                                                                                                   que nos hacen sabios.

                                                                                                                      Gabriela Mistral





                                                                                                                   Recuerda que la felicidad
                                                                                                              no depende de quién eres o qué
                                                                                                             tienes; depende de lo que piensas.
                                                                                                                         Dale Carnegie
           Érase una vez una    de la isla para ver con  po buscando nuestro    na un rato y luego
        niña llamada Martina a  qué se encontraban, y   tesoro y no hemos po-   aceptó.
        la que le gustaba mu-   fue así cómo, en me-    dido hallarlo, así que     —Está bien, está
        cho pescar con Fer-     dio de unos matorra-    seguro que ustedes      bien, palabra de buca-                 Las palabras hieren
        nando, su papá. Él,     les, se toparon con     han de habérselo lle-   nero. Juro por mi pata
        desde pequeñita le      una gran «X» roja       vado en algún bote.     de palo que si nos di-              pero los hechos sepultan.
        había mostrado cómo     puesta sobre unas ro-   ¿Verdad que sí, bribo-  cen dónde está el te-                        Anónimo
        pescar y la calma y     cas que cubrían la are-  nes?                   soro los llevaremos a
        tranquilidad que se     na.                        Entonces la peque-   donde quieran de
        debía tener esperan-       —Este lugar debe     ña Martina, que era     vuelta. Pero ayúden-
        do a que un pez mor-    ser refugio de piratas  muy inteligente y leía  nos, porque estamos
        diese al fin el anzue-  —dijo el papá de Mar-   montones de libros,     aburridos de tanto
        lo.                     tina—, será mejor que   supo que había una      buscar…
           Por eso, siempre     nos vayamos.            forma de salir de aque-    Acto seguido, Mar-
        que podían iban a pes-     Para su mala suer-   lla situación y afirmó:  tina y su papá llevaron
        car y si tenían suerte  te, tras caminar algu-  —Se equivocan, todos    al capitán y a sus mari-
        se llevaban a casa un   nos kilómetros y prác-  ustedes. Nosotros no    neros a donde habían
        gran pescado. Y si no…  ticamente      dando    tenemos ese tesoro,     visto la gran cruz roja
        ¡pues pasaban un día    vueltas todo el tiem-   nosotros encallamos     entre la arena y los pi-
        tranquilo haciéndose    po sin ir a ninguna par-  en las rocas de la pla-  ratas no lo podían
        compañía mutuamen-      te, fueron capturados   ya por la tormenta que  creer. ¡Todo ese tiem-    C    V   O  M    N   I   B  U    S  B   C
        te! Pero un día, sin    por la banda de unos    hubo ayer. Si quieren,  po había estado fren-
        previo aviso y mien-    temidos piratas.        lo pueden comprobar.    te a sus narices y no     V    A   P   E   P   U   N   I  C    T  P
        tras se encontraban        —¡Los hemos atra-       El capitán Patón     habían llegado a ver-     A    N   N   I   B   A   N  D   A   O   C
        pescando, empezó a      pado! —gritaba Patón,   hizo que uno de sus     lo!                       A   W    J   Z   R   L   T   F  N   R   E
        llover a cántaros. Las  el que parecía ser el   hombres fuera a com-       Tras esto, los pira-
        olas les hacían saltar y  capitán, que tenía una  probarlo…             tas cumplieron con su     D    I   S   L   U   A  O   O   O   M   S
        no tenían más reme-     pata de palo, un par-      —Es cierto, mi capi-  palabra y llevaron a     T    O   R   O   S   E   T  O   N   E   B
        dio que aferrarse con   che en el ojo y un gran  tán —anunció el hom-   Martina y a su papá al    S    C   N   P   L   P   L  A   N   N   N
        fuerza al barco, que    sombrero—. ¡Por fin     bre al volver.          puerto del que habían
        no era muy grande,      atrapamos a quienes        Al tener la confir-  partido, porque está      O    E   I   A   E   L   I  O    S   T  O
        esperando a que todo    robaron nuestro pre-    mación de la tormen-    escrito en el código      D    M   L   L   F   S   B   T  O   A    I
        terminara.              cioso tesoro!           ta, Martina y su papá   pirata que nunca de-      A    A   C   A   E   I   C  A   M   A   S
           Aquello duró todo       —¡Hurra! ¡Los atra-  (que ya habían tenido   bes faltar a tu palabra   N    N   I   A   R   D   R  A    P  R    L
        un día y toda una no-   pamos! —gritaban        tiempo de hablar en     y que no hay nada peor
        che, tormenta que el    juntos los otros pira-  susurros y de desarro-  que ser un mentiroso.     E    I   E   B   N   R   I   I  A   M   A
        barco apenas soportó,   tas.                    llar su plan) empeza-       Aquella aventura      P    T   G   R   A   T  O    S  Ñ   A   C
        por lo que terminaron      —Y ahora, bribones   ron a decirles:         había hecho que Mar-      A    R   O   A   N W     A   T   I  S    T
        encallando en unas      —dijo el capitán refi-     —Ustedes están       tina y Fernando cono-
        rocas cercanas a una    riéndose a Martina y    ciegos. El tesoro ha    cieran el honor de los    E    A   S   A   D   L   Z  G   A   P   O
        isla en la que se refu-  su papá—. ¿Van a de-   estado aquí todo el     piratas, y que ya no      E    M   M   V  O    Z   N  A    J  M   S
        giaron.                 cir donde está nuestro  tiempo, tanto que dos   tuviesen bote en el
           —¿Y ahora? —pre-     tesoro o tenemos que    forasteros lo han visto  que ir a pescar, pero
        guntó     Martina—,     obligarlos a hablar?    antes que ustedes —     sin duda tenían una
        ¿Cómo volveremos a         —Creo que hay un     dijo Martina.           gran historia que con-
        casa?                   malentendido —em-          —Pero si lo quie-    tar.
           —La verdad es que    pezó a decir el papá de  ren tendrán que ayu-      —No       importa,
        no lo sé, hija…         Martina.                darnos a volver a casa.  papá, podemos pescar
           Entonces decidie-       —¡Claro que no!         El capitán pensó en  aquí en el muelle.
        ron caminar alrededor   Llevamos mucho tiem-    las palabras de Marti-     - Sabes Martina,
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