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                                            El ejercicio indispensable



         “para él una discusión era un ejercicio dialéctico que no  ladí para no entrar en profun-  abrirse como horizonte, está
                                                                  didades. El viernes de Semana  condenada a dar vueltas sobre
         buscaba el objetivo de la razón, sino el del horizonte”
                                                                  Santa se jugó el clásico del fút-  sí misma como el perro que se
                                                                  bol uruguayo. Dicho sea de   persigue la cola. La historia va
                           Claudio Invernizzi  Algo tan luminoso
                                                                  paso no me preocupa que se   a repetirse. No es uno quien
                                              como una derrota
                                                                  juegue el Viernes Santo, sí que  discute de gusto como decía
            Me pareció genial. Es de  contienda si la cosa venía de  haya necesidad de jugarlo con  aquel “sabio” de mi niñez, sino
         esas frases que sin buscar-  que la razón iba a estar de un  una hinchada sola, que así y  todos. A su vez todas las par-
         las parece que a uno lo en-  solo lado. “… no le interesaba  todo sea necesario un dispo-  tes se autoperciben ganado-
         cuentran para ayudarle a de-  entregar armas de vencidos ni  sitivo que despliega a 900 po-  ras.
         cir lo que quiere pero mucho  recibir las del vencedor”. La  licías, que así y todo haya pe-  Así entendida, la discusión
         mejor de lo que podría.     discusión que da buenos fru-  dradas, algún herido, vidrios  es inconducente. El ejercicio
            Cuando era niño oí a al-  tos es la que termina con ga-  rotos, balas de goma, gases  de autojustificación sólo bus-
         guien que con cierta preten-  nancia de ambas partes por-  lacrimógenos… Me preocupa  ca convencernos de un triunfo
         sión de sabiduría repetía una  que ambas supieron perder.  porque como sociedad queda-  del que ni siquiera nos conven-
         frase que por suerte para su   La necesidad de éxito, o en  mos frente al espejo.     ce. Deberíamos oír otros argu-   Columnista invitado
         autor, en mi memoria figura  todo caso lo que aparente ser-  Aparece después esa discu-  mentos para reconocerles el    Oscar Geymonat
         como anónima. “Cuando dos   lo, para afirmar la suprema-  sión desvirtuada en la que  acierto o rechazarlos con ar-  más peligrosas tentaciones
         personas discuten, una lo   cía del yo, ha desvirtuado el  cada participante entra con la  gumentos más valederos que el  de las que es necesario huir
         hace de gusto” -decía y levan-  contenido de conceptos como  razón en el puño. La dirigencia  hecho de venir del colectivo de  como de la peste negra. El re-
         taba el pecho en una inspi-  “debate” o “discusión”.     de los clubes esgrime la suya  enfrente.                 visionismo histórico, siem-
         ración profunda para entre-    Los ha ubicado en un mar-  con carácter de única, el Mi-  Pasa con el presente y pasa  pre necesario, no puede ser
         garle a la verdad que tenía  co de competencia que no es el  nisterio del Interior también,  con el pasado vuelto territorio  nunca la sustitución de un
         guardada todo el aire como  suyo.                        la única hinchada habilitada  en disputa.                absoluto por otro.
         si fuese su último aliento de  Al día siguiente de un deba-  para ir al estadio también.  No soy historiador, no ten-  Todo lo contrario, con la
         vida- “porque uno sólo ten-  te como los que hemos visto y  Todo el mundo participa con la  go pretensiones de serlo ni he-  humildad de quien entiende
         drá razón”.                 como los que supongo que ve-  convicción de que no cometió  rramientas para pretenderlo.  la discusión como un ejerci-
            Lo decía para fundamen-  remos en breve, tirios y troya-  ningún error.            Pero entiendo que el sentido de  cio dialéctico cuyo objetivo
         tar que toda discusión era  nos se adjudican el triunfo. El  No tiene nada para corre-  conocer nuestra historia es  es el horizonte, aporta otra
         inútil. Sospecho que la per-  contenido pasa a un segundo  gir. Sin embargo los vidrios del  explicar nuestro presente y en  mirada que echa luz en zonas
         sona que tenía la razón era  plano, lo que importa es si la  ómnibus están rotos. Además  todo caso otear lo que se pue-  oscuras, cuestiona segurida-
         siempre él.                 seguridad con la que se mane-  son dobles para resguardar a  da de nuestro futuro. Al menos  des, reconoce errores y no
            El personaje de Invernizzi  jó o el nerviosismo que no  los jugadores como si fueran  una de las razones. Y nuestro  olvida que el compromiso es
         le disparaba a semejante    pudo contener le granjeó la  a la guerra en lugar de a un  conocimiento será una mirada  buscar superarlos.
         monopolio. Amparado en el   simpatía o el rechazo de quien  partido de fútbol. Las piedras  entre tantas, nunca la absolu-  Dar al debate y a la dis-
         hecho de que no había termi-  se supone que lo votará. He-  se tiraron, las balas de goma  ta.                    cusión un valor en sí mismos
         nado la escuela, daba sin   mos tenido ejemplos de que el  también.                     La construcción de relatos  sin las ataduras del éxito es
         querer la mayor muestra de  axioma no siempre funciona.    Si la discusión busca apro-  únicos que encierran una ver-  un camino de crecimiento
         sabiduría y se retiraba de la  Me permito un ejemplo ba-  piarse de la razón en lugar de  dad fosilizada es una de las  humano.-
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