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El cocinero Chichibio


                VERSIÓN LIBRE  DE  CUENTO  CLÁSICO DE GIOVANNI BOCACCIO




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                                                                                                        tanta gracia la res-       Y así fue como gra-
                                                                                                        puesta que todo su      cias a su insólita y diver-
                                                                                                        resentimiento se le     tida respuesta, consi-
                                                                                                        fue en risas y conclu-  guió el cocinero salvar-
                                                                                                        yó:                     se de la tormenta y ha-
                                                                                                           -Tienes razón, Chi-  cer las paces con su se-
                                                                                                        chibio: eso es lo que   ñor.

                                                                                                           Notas
                                                                                                            1
                                                                                                           ( ) Grulla: ave zancuda de gran tamaño, de
                                                                                                        patas y cuello largos, con plumaje gris en el cuer-
                                                                                                        po, y negro y blanco en la cabeza y el cuello,
                                                                                                        que cuando vuela emite un graznido muy sono-
                                                                                                        ro, que suele mantenerse sobre un pie cuando
                                                                                                        se posa.
                                                                                                            2
                                                                                                           ( ) Marmitón: persona que desempeña los
                                                                                                        más humildes oficios en la cocina.











                                                                                                                       Los verdaderos amigos
                                                                                                           se tienen que enojar de vez encuando.
           Currado Gianfigla-   netta, enojada, saltó   melo ver a lo vivo -cosa  pies.                                  Louis Pasteur
        zzi se distinguía en    diciendo:               que yo jamás había re-     Llegado que hubie-
        Venecia como hombre        -Pues te juro por    parado ni oído a na-    ron a la laguna, su ojo
        eminente, liberal y     Dios que si no me lo    die- mañana mismo yo    vigilante divisó antes
        espléndido, y vivien-   das, de mí no has de    dispuesto estoy.        que nadie una banda-
        do vida hidalga halló   conseguir nunca nada       Pero por Cristo vivo  da de lo menos doce                No eres lo que logras, eres
        siempre placer en los   de nada.                te juro que si la cosa no  grullas, todas sobre un
        perros y en los pája-      Cuanto más Chichi-   fuese como dices, te    pie, como suelen estar                     lo que superas.
        ros, por no citar aquí  bio se esforzaba por    haré dar tal paliza que  cuando duermen.                              Anónimo
        otras de sus empresas   calmarla, tanto más     mientras vivas habrás      Contentísimo del
        de mayor monta. Pues    ella se encrespaba. Así  de acordarte de mi     hallazgo, asió la oca-
        bien; habiendo un día   es que, al fin, cedien-  nombre.                sión por los pelos y, di-
        este caballero cazado   do a su deseo de apa-      Terminada con esto   rigiéndose a Currado,
        con un halcón suyo      ciguarla, separó un     la plática por aquel día,  le dijo:
        una grulla¹ cerca de    muslo del ave y se lo   al amanecer de la ma-      -Bien claro podéis
        Perétola y hallando     ofreció.                ñana siguiente Curra-   ver, señor, cuán ver-
        que era tierna y bien      Luego, cuando les    do, a quien el descan-  dad era lo que ayer os
        cebada, se la mandó a   fue servida a Currado   so no había despejado   dije cuando aseguré
        su vecino Chichibio,    y a ciertos invitados,  el enfado, se levantó   que las grullas no tie-
        excelente cocinero,     advirtió aquel la falta  cejijunto, y ordenando  nen más que una pata:
        con orden de que se la  y extrañándose de ello  que le aparejasen los   basta que miréis aque-
        asase y aderezase       hizo llamar a Chichibio  caballos, hizo montar  llas.
        bien.                   y le preguntó qué ha-   a Chichibio en un ja-      -Espera, que yo te     C   I  N   A   S    A   A   M   A    R   T
           Chichibio, que era   bía sido del muslo de   melgo y se encaminó a   haré ver que tienen      H   N   A   A   C    D   L   S   A    A   R
        tan atolondrado como    la grulla.              la orilla de una laguna  dos -repuso Currado al   I   I   J   E  A    I   I   L   D    M   E
        parecía, una vez ade-      A lo que el trampo-  en la que solían verse  verlas.
        rezada la grulla, la    so veneciano contestó   siempre grullas al des-    Y, acercándoseles      C  M   A    J   T   E   M   I   U    I   S
        puso al fuego y empe-   en el acto, sin trabar-  puntar el día.         algo más, gritó:         H    E  O    T   T   N   T   E   O    R   P
        zó a asarla con todo    se:                        -Pronto vamos a ver     -¡Jojó!               O   N   A    S  S    R   E   S    L   O   G
        esmero.                    -Las grullas, señor,  quién de los dos ha       Con lo que las gru-
           Estaba ya casi a     no tienen más que una   mentido ayer, si tú o   llas, alarmadas, sacan-   E  D   U    T  E    E   O   N   O    O   O
        punto y despedía el     pata y un muslo.        yo -le dijo al cocinero.  do el otro pie, em-     S  G   A   V    T   P   U   I    I   D   P
        más apetitoso olor el      Desconfiado enton-      Chichibio, viendo    prendieron la fuga.
        ave, cuando se pre-     ces Currado, opuso:     que todavía le duraba   Entonces Currado dijo,   M    T   I   R  M    E   B   P   S    M   R
        sentó en la cocina una     -¿Cómo diablos di-   el resentimiento al ca-  dirigiéndose a Chichi-   E  D   O   A   D    I   N   O   S    A   E
        aldeana llamada Bru-    ces que no tienen más   ballero y que le iba    bio:                      R   T   R   L  H    N   D   U    I   E   A
        netta, de la que el     que un muslo? ¿Crees    mucho a él en probar       -¿Y qué dices aho-
        marmitón²     estaba    que no he visto más     que las grullas solo te-  ra, comilón? ¿Tienen o  O   T   R  C   S    A   O   C   R    Z   R
        perdidamente ena-       grullas que ésta?       nían una pata, no sa-   no dos patas las gru-     A   T   I   R  R    U   E   L    I   B   I
        morado.                    -Y, sin embargo, se-  biendo cómo salir del  llas?                     A  H   U    R  U    N   M   L   O    I   H
           Y percibiendo la vi-  ñor, así es, como yo os  aprieto cabalgaba jun-   Chichibio, despavo-
        sitante el delicioso    digo; y, si no, cuando  to a Currado más muer-  rido, no sabiendo         C   R  U    R  E    C   A   E   G    T   C
        vaho y viendo la gru-   gustéis os lo demos-    to que vivo, y de bue-  dónde meterse ya,         B  C   O   V   N    P   N   I   M    E   A
        lla, empezó a pedirle   traré con grullas vivas  na gana hubiera pues-  contestó:
        con empeño a Chichi-    -arguyó Chichibio.      to pies en polvorosa si    -Verdad es, señor,
        bio que le diese un        Currado no quiso     le hubiese sido posi-   pero no me negaréis
        muslo de ella. Chichi-  enconar más la polé-    ble.                    que a la grulla de ayer
        bio le contestó cantu-  mica por considera-        Mas, como no po-     no le habéis gritado
        rreando:                ción a los invitados que  día, no hacía sino mi-  ¡jojó!, que si lo hubie-
           -No la esperéis de   presentes se hallaban,  rar a todos lados, y    rais hecho seguramen-
        mí, Brunetta, no; no la  pero lo desafió:       cosa que divisaba,      te habría sacado la
        esperéis de mí.            -Puesto que tan se-  cosa que se le antoja-  pata y el muslo como
           Con lo que Bru-      guro estás de hacér-    ba una grulla en dos    éstas han hecho.
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