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El alfiletero de la anjana
VERSIÓN LIBRE DE CUENTO ANÓNIMO ESPAÑOL
ba la pérdida de su ahora aprieta por últi-
hija, pero entonces ma vez el alfiletero.
Luisa vio que ya no Luisa lo apretó y
lloraba y reconoció aparecieron cincuenta
por su porte que era ovejas, cincuenta ca-
una anjana. bras y seis vacas. Y así
Y la anjana le dijo: que terminaron de
-Ésta es tu casa contarlas vieron que
desde ahora. No dejes la corza, la anjana y el
volver más al bosque alfiletero habían des-
a tu hijo sin cuidado. Y aparecido.-
Corza: es un mamífe-
ro rumiante, el más
pequeño de la familia
de los ciervos, de
pelaje pardo rojizo en
época de verano y
grisáceo en invierno
que habita en casi
toda Europa.
En Cantabria hay ojáncano, lo creyó mos alfileres en re- hija porque se la había
unas brujas llamadas perdido y muerto y lo componer la falda y con arrebatado un ojánca-
anjanas, que poseen lloró amargamente, esto se quedó con el no. Compadecida, Lui-
grandes poderes y que pues era su único hijo. alfiletero vacío. sa le dijo que ella mis-
premian a los buenos Un día que andaba Al final, su camino ma iría al bosque a ver Amar no es solamente
y castigan a los malos. pidiendo, pasó ante la llevó al río, pero no si podía encontrar a su querer, es sobre todo comprender.
Y también hay una es- una vieja que cosía. tenía puente por don- hija.
pecie de brujos que Justo al pasar Luisa, a de atravesarlo, de ma- En seguida se acor- Françoise Sagan
sólo piensan en hacer la vieja se le rompió la nera que empezó a ca- dó del alfiletero y, no
daño a la gente y se aguja y le dijo: minar por la orilla con sabiendo por dónde
llaman ojáncanos, por- -¿No tendrá usted la esperanza de en- empezar a buscar, lo Por larga que sea
que tienen un solo ojo una aguja por casuali- contrar un vado, cuan- apretó fuertemente y
en medio de la frente. dad? do oyó al alfiletero apareció una corza con la tormenta, el sol vuelve
Los ojáncanos viven Luisa lo pensó du- que le decía: un lucero en la frente. a brillar entre las nubes.
en cuevas y son ene- rante unos momentos -Apriétame a la ori- La corza echó a andar
migos de siempre de y al fin le contestó: lla del río. y Luisa se fue tras ella Khalil Gibran
las anjanas. -Sí que tengo, que Luisa hizo lo que el hasta que el animal se
Un día, una anjana acabo de encontrar un alfiletero le decía y de detuvo ante una gran
perdió un alfiletero alfiletero que tiene repente apareció un piedra y allí se quedó
que tenía cuatro alfi- tres, así que tome us- sólido madero cruzan- esperando.
leres con un brillante ted una -y se la dio a la do el río de lado a lado Desconcertada, Lui-
cada uno y tres agujas vieja. Siguió Luisa su y Luisa pasó sobre él y sa volvió a apretar el
de plata con el ojo de camino y pasó delan- alcanzó la otra orilla. alfiletero y apareció un
oro. te de una muchacha Entonces el alfiletero martillo. Tomó el mar-
Una pobre llamada muy guapa que estaba le dijo: tillo y golpeó la piedra
Luisa, que andaba pi- cosiendo y le sucedió -Cada vez que de- con todas sus fuerzas y
diendo limosna de lo mismo y le dio la se- sees algo o necesites ésta se rompió en pe- A L E N E R B M A H C
pueblo en pueblo lo gunda aguja del alfile- ayuda, apriétame. dazos y apareció la cue- O R A N I P S E A N A
encontró, pero la ale- tero. Luisa siguió su ca- va del ojáncano.
gría le duró poco por- Y más tarde pasó mino, pero tuvo la Entonces se adentró O C E T N E U P D R N
que en seguida pensó junto a una niña que mala suerte de no en- en ella acompañada de J O N A Z R O C A E A
que si intentaba ven- estaba cosiendo y ocu- contrar casa alguna la corza y, aunque la A T O N E D E G A I D
derlo, todos pensarían rrió lo mismo y Luisa le donde llamar y empe- cueva estaba en la más C N A R A I I O A O I
que lo había robado. dio la tercera aguja. zó a sentir hambre. completa oscuridad,
Así que, no sabiendo Entonces ya sólo le Entonces se acordó el lucero en la frente A E A S T D D D R D C
qué hacer con él, re- quedaban los alfileres del alfiletero y se dijo: de la corza les ilumi- N T A R A A A E O I E
solvió guardarlo. del alfiletero, pero «¿Y si el alfiletero me naba el camino. O S E I E N T I O T D
Luisa vivía con un sucedió que un poco diese algo de co- Recorrieron la cue-
hijo que la ayudaba a más adelante se en- mer?». va por todos sus rinco- S U H N R E A A A S A
buscarse el sustento, contró con una mujer Apretó el alfiletero nes hasta que en uno I S R U L B I J D E P
pero un día su hijo fue joven que se había y en sus manos apare- de ellos Luisa vio a un N O R I I N A H N V M
al monte y no volvió, clavado una espina en ció un pan recién hor- muchacho dormido y H R F D E Z A T C A O
porque lo había se- el pie y la mujer le pre- neado, por lo que, reconoció que era su
cuestrado un ojánca- guntó si no tendría un muy contenta, se lo hijo, al que el ojánca- A L E L I M O S N A C
no. alfiler para ayudarla a comió mientras prose- no había robado hacía A R A S I U L M R A C
Desconsolada al sacarse la espina y, cla- guía su camino. tiempo. Lo despertó y P A O R E C U L D A C
ver que pasaban los ro, Luisa le dio uno de Luego, al poco tiem- se abrazaron con in-
días y que su hijo no sus alfileres. po, alcanzó a ver una mensa alegría los dos
volvía, Luisa siguió pi- Y todavía volvió a casa a la que se dirigió y, en seguida, se apre-
diendo limosna y guar- encontrarse con otra sin demora para pedir suraron a salir de la
daba el alfiletero en el muchacha a la que se le limosna, pero en la cueva con la ayuda de
bolsillo. había roto la falda de su casa sólo había una la corza.
Pero no sabía que al vestido, con lo que Lui- mujer que estaba llo- Volvieron a la casa
hijo lo había raptado el sa empleó sus tres últi- rando la pérdida de su de la mujer que llora-