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Garbancito



               VERSIÓN LIBRE  DE  CUENTO  DE  TRADICIÓN ORAL CATALANA



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                                                                                                           - ¿Dónde estás Gar-  estornudó y al final
                                                                                                        bancito?                Garbancito salió dis-
                                                                                                           - ¡Garbancito!       parado.
                                                                                                           Hasta que al final      El pequeño se abra-
                                                                                                        una voz a lo lejos con-  zó muy contento a sus
                                                                                                        testó débilmente.       padres y juntos vol-
                                                                                                           - ¡Estoy aquí, en la  vieron a casa para co-
                                                                                                        tripa del buey donde    merse el arroz con co-
                                                                                                        no nieva ni llueve!     nejo cantando:
                                                                                                           Todos siguieron aque-   Pachín, pachín, pa-
                                                                                                        lla voz hasta el buey y  chán,
                                                                                                        decidieron que lo me-      A Garbancito no lo
                                                                                                        jor era hacer cosquillas  pisen.
                                                                                                        en la nariz  al  animal    Pachín, pachín, pa-
                                                                                                        para conseguir que es-  chán,
                                                                                                        tornudara.                 A Garbancito no lo
                                                                                                           Así que tomaron      pisen.-










                                                                                                                      El verdadero amor
           Había una vez un     que su hijo fuera.      que habla!              chán,                               es como los espíritus:
        matrimonio (Herminia       - Toma esta mone-       - No soy una mone-      A Garbancito no lo
        y Salvador) que quería  da y ve a Ca la Rojals,  da, soy Garbancito y   pisen                            todos hablan de ellos pero
        tener hijos. Tras mu-   pídele el azafrán a     quería un poquito de       Pachín, pachín, pa-             pocos los han visto.
        cho tiempo esperán-     Hermelinda y ten mu-    azafrán para el arroz   chán,
        dolo finalmente tu-     cho cuidado de que no   con conejo que está        A Garbancito no lo          François de La Rochefoucauld
        vieron uno pero cuan-   te pisen.               preparando mi madre.    pisen.
        do nació resultó ser       Garbancito se echó      - Uy si, si, claro, en-  Cuando le faltaba
        un niño muy pequeño,    la moneda a la espal-   seguida.                poco para llegar em-
        tan pequeño como un     da y salió a la calle can-  Garbancito salió de  pezó a llover muy fuer-             Por muy larga que sea
        granito de arroz, por   tando:                  la tienda con el aza-   te, así que el pequeño
        eso decidieron lla-        Pachín, pachín, pa-  frán y volvió a entonar  se refugió debajo de            la tormenta, el sol siempre
        marlo Garbancito.       chán,                   fuertemente su can-     un repollo  que había        vuelve a brillar entre las nubes.
           Fue pasando el          A Garbancito no lo   ción para que todo el   ahí al lado.
        tiempo y aunque Gar-    pisen.                  mundo pudiera oírlo.       Entonces apareció                        Khalil Gibran
        bancito se hacía ma-       Pachín, pachín, pa-     Pachín, pachín, pa-  por ahí un buey gran-
        yor, seguía siendo      chán,                   chán,                   de y pesado y muerto
        igual de pequeño. Sus      A Garbancito no lo      A Garbancito no lo   de hambre.
        padres estaban algo     pisen.                  pisen.                     El animal se había
        preocupados, pero en       Todo el mundo se        Pachín, pachín, pa-  metido en el huerto
        cambio a él eso no le   daba la vuelta cuando   chán,                   buscando un repollo
        importaba.              oía a Garbancito, pero     A Garbancito no lo   para comérselo.
           Le gustaba trabajar  como era tan pequeño    pisen.                     Pero no veía ningu-
        y ayudar a sus padres   no se le veía debajo de    Herminia se puso     no… hasta que dio con
        como hacía el resto de  la moneda y creían      muy contenta al ver     la de Garbancito. Abrió
        los niños.              que era la moneda la    que su hijo había vuel-  la boca y ¡aaaammm!
           Un día Herminia, la  que cantaba y andaba    to sano y salvo.        Garbancito fue a parar
        madre de Garbancito,    sola.                      - Gracias, hijo mío.  a la tripa del buey.     L   N   A   R   F   A    Z  A    F   A  H
        estaba haciendo un ri-     Cuando el mucha-     Eres un niño muy bue-      Salvador se cansó de   O   T   O   L   L   O    P   E   R   E  H
        quísimo arroz con co-   cho llegó a la tienda   no                      esperar a que le llevara
        nejo cuando se quedó    pidió el azafrán que le    Garbancito se sen-   su mujer el almuerzo y    G   D   M   N   R   O    B   E   R   Y  O
        sin azafrán.            había encargado su      tía muy orgulloso de    acabó por regresar a      S   C   N   R   C   D    U  M    E   D  R
           - ¡Madre mía! ¿Y     madre.                  haber podido ayudar a   casa molesto.             R   O   A   A   R   A    E  N    A   H  O
        ahora qué hago yo?         - Buenos días, seño-  su madre y quiso ha-      - ¿Se puede saber
           Garbancito, que      ra Hermelinda, quería   cer lo mismo con su     por qué nadie me ha       A   N    T  Z   T   L    Y   R   A   H  O
        estaba por allí cerca, le  un poquito de azafrán  padre, que estaba tra-  llevado hoy mi al-      D   E   O    I   I  N    A   T   A   E  H
        contestó de inmedia-    para el arroz con cone-  bajando en el huerto.  muerzo? - le dijo a su    U   J   O   N   C   P    A  C    L   R  C
        to:                     jo que está preparan-      - Mamá, ¿me dejas    mujer cuando entró
           - Yo iré a comprar-  do mi madre.            que ayude también a     en casa.                  N   O   D   S   S   N    E  C    M   M A
        lo, mamá. No te pre-       - ¿Cómo? No le he    papá? Puedo llevarle       - ¡No me digas que     R   A   N    I  Y   E    A   R   U   I  H
        ocupes.                 oído - contestó la ten-  la cesta del almuerzo  no ha aparecido por
           - ¿Pero cómo vas a   dera sin saber de dón-  que siempre le llevas   allí Garbancito!          O   A   D   A   F   R    A  B    E   N C
        ir tú? ¿Y si no te ven y  de venía aquella voce-  tú…                      La mujer le explicó    T   D   O   A   P    I   R   T   R   I  U
        te pisan?               cita.                      - Ay, no sé hijo, es  que su hijo había sali-  S   O   Z   R   E   B    R  O    Z   A M
           - Tranquila. mamá.      - Que quería un po-  muy grande.             do con la cesta hacia
           - No, no, hijo mío,  quito de azafrán para      - Déjame intentar-   allí y al no saber qué    E   E    I  P   A   D    E  N    O   M G
        ya voy yo.              el arroz con conejo     lo, ya verás cómo pue-  le habría ocurrido sa-    C   R   O   D   A   V    L  A    S   E   L
           - Por favor, mamá,   que está preparando     do.                     lieron Herminia y Sal-    C   E   D   P    I  A    D  O    S   A M
        deja que vaya. Iré can-  mi madre.                 Al final Garbancito,  vador preocupadisi-
        tando una canción          - Pero, ¿dónde está  que era muy tozudo,     mos a buscarlo.
        para que todos me oi-   señor? -preguntó Her-   se salió con la suya y     Los vecinos del pue-
        gan y así no me pisa-   melinda. No lo veo por  se fue empujando la     blo, entre ellos Herme-
        rán y volveré a casa    ninguna parte...        cesta camino del huer-  linda, se unieron en
        con tu azafrán.            - ¡Estoy aquí! - con-  to cantando su canción  cuanto los oyeron lla-
           Aunque Herminia      testó Garbancito un     para evitar que lo pi-  mar a su hijo:
        se quedó preocupada,    poco enojado.           sasen.                     - ¡Garbancito! ¿Dón-
        al final acabó dejando     - ¡Ay! ¡Una moneda      Pachín, pachín, pa-  de estás?
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