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                                                                 Viernes 14 de Febrero de 2025



                                      Seamos un poco anormales


            No paraban de reírse. Eran adolescentes y a esa
         edad saludablemente la risa no necesita serios moti-
         vos, a menudo los tiene y nos pasan desapercibidos.
            Volvían las dos del Estadio Cerrado Municipal. Era
         la época en la que Paysandú anduvo arañando el cam-
         peonato en la primera final de la Liga Nacional de
         basquetbol. No por una cabeza de noble potrillo pero
         justo en la raya del último segundo cayó aquel doble
         de Defensor que desinfló la ilusión y abrió una polé-
         mica que basta rascar un poco para que vuelva a
         encenderse. Ese año en «la heroica» el básquet era
         furor.
            Ellas se reían. No sé el resultado del partido ni
         recuerdo quién era el adversario. Lo que les había
         causado tanta gracia fue el grito de una señora en la
         tribuna. Dirigiéndose al árbitro, puño en alto le espe-                                                               Columnista invitado
         tó: «sinvergüenza». A ellas le pareció de una correc-                                                                  Oscar Geymonat
         ción tan morigerada que desafinaba en el concierto  portamiento sin llamar la atención. Lo que es normal  Seguramente. Nada muy distinto si el problema
         de improperios que constituían la normalidad; un  en una determinada cultura puede ser escandaloso en  es entre vecinos por el volumen de la música o el
         academicismo fuera de contexto que no podía cau-  otra. Puede cambiar de categoría en una misma socie-  ladrido del perro. A menudo nada cambia si el diálo-
         sarles más que risa. La normal adjetivación en esos  dad con el paso del tiempo.               go deja de ser privado y se vuelve público en un me-
         casos todavía me parece impertinente para esta co-  Hace unas semanas murió la modelo y vedete ar-  dio de comunicación. Como si fuera necesario proli-
         lumna.                                         gentina Norma Sebré. Se recordó entonces una publi-  feran las granjas de trolls que ya ahorran el esfuerzo
            De a poco, o tal vez demasiado rápidamente, el  cidad de la década del 70, protagonizada por ella y  e insultan y destratan a cuenta de quien los contra-
         insulto, la grosería, el destrato, fueron ganando es-  prohibida por su sugestivo lenguaje erótico. Hoy estoy  te.
         pacios y se han vuelto normales en ámbitos a los que  seguro que no escandalizaría a nadie en los ámbitos  Soy un individuo del siglo pasado, no sólo porque
         hace veinte años tenían la entrada prohibida. Y es-  más pudorosos. La normalidad apagó el escándalo. Si  la cédula se encarga de recordármelo si llego a pa-
         toy muy lejos de considerarlo una ganancia, más bien  está bien o mal, es otra discusión.      sarlo por alto sino porque en él crecí y mal que bien
         todo lo contrario.                                Se apuesta a salir del andarivel de la normalidad  adquirí la forma que tengo.
            La normalidad, sea nueva o vieja, no es buena ni  para que algo llame la atención.             Seguramente eso influye en mi percepción que
         mala, es sólo normalidad, aquello que aceptamos co-  Nos hemos acostumbrado a que la noticia para que  todavía se escandaliza al oír en ámbitos parlamen-
         lectivamente como una norma que rige nuestro com-  sea tal tiene que tener una determinada cuota de es-  tarios, en palabras de jefes de estado, en círculos
                                                          cándalo. Y lo es por un tiempito cada vez menor. La  internacionales de los más encumbrados, en me-
                                                          normalidad va ensanchando las fronteras y neutrali-  dios de comunicación, expresiones que me hubie-
                                                          zando la sorpresa. Así el lenguaje soez, el insulto, la  ran merecido un buen coscorrón cuando era niño.
                                                          grosería, son herramientas en la búsqueda de esca-  No hago ningún culto del pasado porque franca-
                                                          par de los límites de la normalidad.          mente muy pocas cosas tenemos para enorgulle-
                                                             Ya no sorprende en casi ningún ámbito de la so-  cernos, me espanta ver que no avanzamos y por
                                                          ciedad. En una cultura de sobre estimulación como  momentos tengo la sensación de que retrocede-
                                                          la que vivimos, nos amenaza una suerte de adicción  mos. Me tomo de la duda porque la esperanza me
                                                          que parece necesitar cada vez más consumo para  puede.
          Fundado el 9 de Noviembre de 1985
          Redacción y Administración                      saciarse por un tiempo.                          ¿Quién habilita a quién? Si un jefe de estado se
          Avda. Artigas 466 - Rosario                        Y no es ganancia. No es libertad de expresión.  refiere a sus conciudadanos como «ratas de caño»,
          Oficina en Juan Lacaze                          No es democratización de la palabra. No es valora-  «basuras humanas», por citar dos ejemplos que me
          Zapicán 294 - Tel-Fax  4586 3113                ción de lo popular, todo lo contrario, es una forma  permito reproducir aquí, ¿da permiso para que de
          Cel. 095 21 23 40 (Director)
          MAIL:  noticias.director@gmail.com              de denostar la riqueza de lo genuinamente popular.  esa forma me refiera a mi vecino con quien tengo
          CLASIFICADOS:  noticias.secretaria@gmail.com    Es empobrecimiento, es pérdida de humanidad,  asuntos que resolver? ¿O es al revés y esta especie de
                                  Director Responsable    deviene en el resquebrajamiento de las relaciones  pandemia crece desde el pie? Me inclino a pensar
                                Silvia Rodríguez Guerrero  personales, en la denigración del otro, en el cultivo  que se alimentan mutuamente, eso sí, a quién más
                                                          de la violencia no sólo verbal sino en todas sus mani-  se le dio más se le pedirá, quien tuvo y tiene más
                            Imprime Tintas del Yi. Durazno.
                                 DEPÓSITO LEGAL 66.183    festaciones.                                  posibilidades tiene una responsabilidad mayor.
                                                             Un automovilista siente que una maniobra de   Me preocupa, francamente me preocupa mucho
         Suscripción Mensual en Colonia ........................ $ 400  otro puede provocar un accidente. Lo normal es que  que cuando de esto se trata, la normalidad se ensan-
         Suscripción Mensual Resto del país ................. $ 400*  la retahíla de calificativos nada amistosos reserve  che tan generosamente.
         Argentina y América Latina.................................. $ 400*
         EE.UU. y Europa vía aérea ...................................... $ 400*  un recuerdo para sus antepasados y se centre en la  En tal caso ser un poco anormal, o bastante, no
         * (Más costo de envío, con pago anticipado de tres meses)  protagónica figura de su madre.     sólo es bueno, es hasta necesario.-
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