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En un gallinero no cantan dos gallos
VERSIÓN LIBRE BASADA EN CUENTO INFANTIL DE MARGARITA SCHULTZ
Los amigos que tienes
y cuya amistad ya has puesto
a prueba engánchalos a tu alma
con ganchos de acero.
William Shakespeare
No hay encanto
que se pueda comparar
a la ternura del corazón.
Jane Austen
Piopio era ya un ga- buena persona. Solo
Érase una vez un que hasta el techo de gallinero, un poco Y fue a investigar el llo hecho y derecho. le bastó ver que Kiki-
gallinero muy concu- chapas del gallinero avergonzado porque misterioso eco. Al cos- Por prudencia, nunca rico no iba a poder
rrido que siempre vibraba con su canto. la voz no le salía muy tado de una de las pa- más hizo eco del can- contestar. No había lu-
tuvo un gallo cantor de A esa hora había en clara. redes, donde se apo- to de Kikirico pero gar para que cantaran
los que no tienen pa- el suelo muchos fru- –Ki-ke-re-ka, –can- yaban las varas para el pensó que había lle- dos gallos en el poste
rangón. tos del arándano cuya taba Piopio en un rin- descanso nocturno de gado su tiempo de rei- de madera.
Pero algunos pe- copa frondosa cruzaba cón del gallinero. las gallinas, erguido nar en el gallinero. Al Allí, esa vez, y por
queños pollitos fue- por encima de la tapia Trataba de que na- sobre un cajón de oír ese tembleque vez primera, Piopio,
ron creciendo, entre y daba sombra a galli- die lo escuchara en manzanas, encontró a canto de Kikirico subió como nuevo rey del ga-
ellos Piopio que se nas y pollos a la hora sus repeticiones hasta Piopio. El gallito jo- al poste y al hacerlo llinero emitió su canto
fue haciendo mozo del calor. Los frutos del el momento en que se ven, sin haberlo ad- dio un empujón a Ki- para despertar al sol, a
poco a poco. Era ya un guindo más lejano sintiera seguro de la vertido, estaba emi- kirico con una de sus la naturaleza, a las ga-
gallito simpático, de eran siempre una ilu- belleza de su canto. tiendo sus cada vez alas. No devolvió el pi- llinas de su gallinero, a
buen humor, de plu- sión no satisfecha; ha- El segundo paso fue mejores ki-ke-re-ke, cotazo que había reci- la gente del pueblo y a
mas coloridas en la bía que conformarse subir al poste de Kiki- ki-ke-ri-ki… y final- bido en la cabeza tiem- alguna cabra todavía
cola y, para ser tan jo- con el aroma. rico. mente ese correcto y po atrás porque era dormida en el corral.-
ven, con una cresta –Al que madruga Piopio tenía claro sonoro ki-ki-ri-ki que
roja bastante bien for- Dios lo ayuda –pensa- que eso no se debía Kikirico había tomado
mada. Había dejado ba Kikirico mientras hacer así como así. No por un eco de su pro-
atrás la etapa de pi- comía picoteando en porque sus alas no pia voz.
chón que no perdía de el suelo las primicias fueran fuertes como Kikirico trepó al ca-
vista a su mamá. de arándano antes que para ayudarlo a ele- jón de manzanas y de
En el gallinero rei- llegara la tropa de ga- varse y pararse en el un solo picotazo sobre
naba un gallo grande llinas, polluelos y po- tope sino porque Pio- la cabeza de Piopio lo
como dueño y señor llos mozos a disputar- pio sabía en su cora- dejó medio muerto,
de las gallinas y los se el resto. zón que ese era un lu- de modo que Piopio
pollos. Había allí, jun- ¡Qué feliz se sentía gar prohibido. Era el cayó al suelo y allí que-
to a la puerta de la en- Kikirico con su posi- punto más alto del ga- dó estirado. L N O N A D N A R A H
trada, un poste de ma- ción dominante sobre llinero, donde Kikiri- Y, para ponerle la OO Z A T O C I P E R
dera enterrado, ya na- el poste, con sus galli- co, el rey, se paraba a firma a lo hecho, des-
die sabía para qué. nas, el alimento y el despertar el día con de el cajón de manza- E D K A O D N I U G E
Pero Kikirico, el rey del agua fresca que les un canto como de cla- nas, aunque no era su S C O I T D U Q E O G
gallinero (majestuo- ponía la pequeña San- rín. lugar acostumbrado
so, como su nombre dra muy temprano Una madrugada, de canto, Kikirico lan- R A X D K S E N R I O
indica), solía subirse al cada día! El aire maña- según su costumbre, zó un tremendo ¡¡¡¡ki- E N S C A L E E K D C
poste. Le había dado nero traía el olor de los Kikirico subió aletean- ki-ri-ki!!!! Fue para
un uso exclusivo: allí surcos labrados. do al poste y lanzó al que no quedaran du- C O O O B T N R N A I
cacareaba a la madru- Pero, según dicen, aire su sonoro ¡ki-ki-ri- das de quién cantaba E J V M D I R A C R J
gada, cumpliendo su no hay tranquilidad ki! De inmediato que- en ese gallinero.
función de despertar duradera. Y la vida dó sorprendido: por Pero el tiempo N O E I L N E A M D A
al sol, a la naturaleza, placentera de Kikirico primera vez en su vida pasó y las cosas cam- A T N L S P O Q P N R
al gallinero y a la gen- un día comenzó a des- de rey del gallinero biaron. Piopio se había
te de la aldea cercana. vanecerse. ¿Qué fue escuchó un eco de su repuesto del picotazo V A A A O U I R U A S
Parado en lo alto lo que pasó? voz. Volvió a cantar con los cuidados que S G O R P I L O F S E
del poste ante todo Kikirico comenzó a más fuerte, -¡¡¡ki-ki- le brindó la niña San-
sacudía las alas para hacerse viejo y su gar- ri-ki!!! Y otra vez el dra y siguió creciendo, E O T R K I K C P F M
acomodar sus plumas ganta se iba estro- eco… ¿qué podía ser aunque su cresta que- D S A R E D A M X I F
después del sueño peando. A la vez, Pio- eso? dó un poco chueca
nocturno. Después pio se fue haciendo Bajó del poste de para siempre. E O C I R I K I K E O
movía la cabeza mi- mayor. Cada vez más un solo salto cayendo Entre tanto, Kikiri-
rando de derecha a iz- grande y lustroso, sin problemas sobre co envejecía más y
quierda para regoci- cada vez más seguro sus dos patas al tiem- más. Una mañana a las
jarse con el tamaño de de sí mismo, Piopio po que levantaba un 5, como solía hacer,
su cresta y finalmente, comenzó a ensayar sus poco las alas frondo- Kikirico subió a duras
torciendo levemente cacareos. Al principio sas para moderar la penas a su poste y
el cuello, soltaba un lo hacía con timidez en caída, como solía ha- emitió un desarmado
ki-ki-ri-ki tan potente un rincón apartado del cer. ki-kih—-rih—-keh…