CALCAR cerraría en mayo su planta industrial de Carmelo luego de 70 años de actividad pasando toda la operativa a Tarariras, la continuidad depende de aumentar los remitentes

007La cooperativa láctea CALCAR ha tomado esta decisión motivada por dificultades financieras, desencadena problemas para los trabajadores y para los productores lácteos de la región. Este cierre no solo refleja la crisis económica de la empresa sino también la que enfrenta el sector lácteo en Uruguay.

Conocida la noticia de la autorización de venta de las maquinarias y edificio en Carmelo por parte del Banco República, mayor acreedor de la firma, el shock colectivo acompaña a personal y familiares que por 70 años sostuvieron el emprendimiento. Esta venta podrá integrar el capital de giro imprescindible para la continuidad de la planta en Tarariras.

CALCAR obtuvo 2,5 millones de dólares para inversiones y 1,4 millones de dólares de capital del Fondo de Reconversión de la Industria Láctea. Además, recibió 1,8 millones de dólares para financiar la desvinculación de 90 trabajadores de la planta industrial de Carmelo.

De los 190 trabajadores que integraban la plantilla laboral hace dos años, ahora quedan 130.

Se procesan los litros de leche remitidos por unos 80 pequeños y medianos productores. La concentración del mercado lácteo por parte de CONAPROLE, con la absorción de más del 70% de los productores lácteos, afecta a las pequeñas empresas y su continuidad.

Washington Marzat, integrante de ALTRAC - Asociación Laboral de Trabajadores de CALCAR, explica la situación y perspectivas en extensa entrevista.

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