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Viernes 24 de Julio de 2020

V E R S I O N D E U N A F A B U L A D E P R E M R A W A T

Una fábula para reflexionar sobre el miedo a los cambios

Sale de la sala, entra en la cocina,
meneando la cola
como una gallina.
¿Qué es?

LA ESCOBA

Aunque de comida voy cargado
la gente me vacía
y nunca soy tragado
¿Quién soy?

EL PLATO

No es cama ni es león, y desaparece
en cualquier rincón.
Una hormiga vivía un alimento muy dul- montaña de sal: car. ¿Quién es?
plácidamente en una ce, mientras que la –¡Hola, amiga! -le –¡De acuerdo! -
montaña de azúcar. hormiga que vivía en dijo. contestó la hormiga EL CAMALEON
Otra hormiga vivía la montaña de sal, –¡Hola! -contestó de la sal.
cerca de allí, en un siempre tenía una extrañada la hormi- Una vez arriba, la
montículo de sal. terrible sed después ga del montículo de hormiga vecina le Soy un animal elegante,
La hormiga que de comer. sal. ¡Qué bueno ver ofreció un poco de muy veloz y poco fiero;
vivía en la montaña Un día, la hormiga otra hormiga por azúcar, pero como y cuando quiero calzarme
de azúcar vivía feliz, de la montaña de aquí! Comenzaba a ella tenía sal en la voy a casa del herrero.
porque disfrutaba de azúcar se acercó a la sentirme muy sola… boca, el azúcar le ¿Quién soy?
–Pues vivo muy supo a sal.
cerca de aquí, en una –¡Vaya, qué cu- EL CABALLO
¿FIGURA DEL PASADO? montaña de azúcar. rioso! -dijo la hormiga
¿Desaparecieron? ¿Se jubilaron? ¿Fueron ex- –¿Azúcar? ¿Y eso de la sal. Resulta que
patriados? qué es? -preguntó ex- tu azúcar sabe igual De celda en celda voy
¿Qué ocurrió con el día del padre? trañada la hormiga de que mi sal. Debe ser pero presa no estoy
¿Te acuerdas cuando se celebraba, no al par ¿Quién soy?
con el día de la madre o del niño y del abuelo, pero la sal. lo mismo. Tú la llamas
sí, con alguna reunión familiar, por lo menos? –¿Nunca probaste azúcar y yo la llamo
¿Estoy mal, o había bastante promoción comercial el azúcar? ¡Te va a sal. LA ABEJA
también de “cosas de hombres”, ropa, herramien- encantar! Si quieres, –No puede ser -
tas, alimentos, etc? ven mañana a verme dijo extrañada la otra
Incluso algunas iglesias han dejado de cele- y te dejaré probar el hormiga. Yo he pro-
brarlo, cosa que donde voy yo, lucho por conservar.
Parece que predomina la visión del padre ausen- azúcar. bado la sal y no se
te, o el padre abusador, y hay que reconocer que –¡Me parece una parece en nada… A
es un hecho demasiado repetido, pero NO ES lo idea fantástica! - ver, abre la boca.
único. En mi comunidad de fe insisto en que hay contestó intrigada la Entonces, la hor-
que reconocer a aquellos padres que sí, están hormiga de la monta- miga se dio cuenta de
esforzándose a cumplir su rol; que no solamente
traen el pan (o parte) a la mesa, sino que aman y ña de sal. que tenía guardada
atienden y enseñan y corrigen y juegan con sus La hormiga de la sal en la boca.
hijos. Un padre hoy, que es PADRE, hay que –¡Claro! ¡Ahora lo
apoyarlo y animarlo en su función, y no despresti- montaña de sal entiendo! Anda, es-
giarlo por culpa de algunos. visita a la hormiga cupe la sal y prueba
Muchos padres no tuvieron padres biológicos del azúcar de nuevo…
que les dieran un modelo, un ejemplo sano del
cual aprender, al cual imitar. La pantalla grande o Al día siguiente, la La otra hormiga
chica tampoco aporta mucho positivo para él que hormiga del montí- obedeció y esta vez
quisiera asimilar alguna instrucción útil. Lamen- culo de sal decidió sí, el azúcar al fin le
tablemente muchas madres sufren de la misma aceptar la invitación supo a azúcar.
carencia. Pero donde en el matrimonio hay diálogo de su vecina. Pero –¡Mmmmmm! ¡De-
honesto y respetuoso, y ese compromiso de forjar
juntos una familia sana y duradera, se puede antes de partir, pen- liciosa! ¡Es una mara-
aprender juntos y gozar de este tesoro que Dios só en llevar en la boca villa! -dijo la hormiga
creó para la feliz propagación del ser humano. un poco de sal, por si entusiasmada. Y se
Claro, es de gran ayuda incluir al brillante dise- acaso el azúcar no le quedó a vivir con su
ñador del matrimonio en nuestra relación. Excluir gustaba. Así tendría nueva amiga, disfru-
a Dios ha sido parte del error de la sociedad. Pero tando del maravilloso
como el Padre esperó para recibir a su hijo “pró- algo que comer.
digo”, así enseñó Jesús que espera para recibir- Después de andar y dulce sabor del azú-
nos, cuando arrepentidos, nos volvemos a él. un poco, enseguida car.
descubrió la brillante Moraleja. Si no te
* * * * * * * deshaces de aquello
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bes el sabor del azú- jorar.