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Viernes 25 de Junio de 2021
La lechera y los baldes
ADAPTACIÓN LIBRE DE FÁBULA DE ESOPO
¿Cuál es el colmo
de un robot? TENER NERVIOS
DE ACERO
¿Cuál es el colmo
de un barco?
EN SECO
¿Cuál es el colmo TENER QUE FRENAR
No cuente sus pollos de sus alegrías era vestir- comprar un pastel y una se por los bordes y la
antes de que nazcan. se para ir a la feria del canasta llena de manza- mojó. de un gigante?
Hubo un tiempo hace pueblo, donde el encuen- nas. Empapada, Miriam se
muchos muchos años, en tro con los demás era la Un poco más adelante dijo: ¡Oh, no! Ahora nun- DE INFERIORIDAD
que la leche no se vendía fiesta. vio un pollo y pensó: ¡Con ca tendré suficiente dine-
en bolsas, botellas o te- No hace tanto que en el dinero que obtengo ro para comprar una ga- TENER COMPLEJO
trabricks, era una época Uruguay los lecheros se hoy, voy a comprar una llina. Y regresó a casa con
en que la gente vivía en traslaban en carro a los gallina y pondrá huevos, sus baldes vacíos.
pequeños pueblos, en al- pueblos para detenerse entonces podré vender le- -¡Oh Dios mío! ¿Qué te
deas o en medio del cam- en cada casa a vender el che y huevos y ganar más pasó?, le preguntó la ¿Cuál es el colmo
po. fruto del ordeñe; las fa- dinero! madre.
Sus vidas eran muy milias dejaban una olla en Continuó proyectan- - Estaba demasiado de un libro?
sencillas y no había tele- la puerta con el dinero do: con más dinero podré ocupada soñando con to-
visión, ni radio y menos debajo. El lechero toma- comprar un vestido ele- das las cosas que quería HOJAS EN OTOÑO
Internet o Spotify. ba las monedas y llenaba gante y colorido para ir comprar y me olvidé de
Los niños trabajaban el recipiente según la al pueblo. De la emoción, los baldes. PERDER LAS
con sus padres labrando suma que encontraba. comenzó a saltar, olvi- -Miriam, querida.
la tierra y cuidando los La historia de hoy vie- dándose de la leche en ¿Cuántas veces tengo que
animales de sus granjas. ne de aquellos días más sus baldes. Pronto la le- decir: No cuentes tus po-
Los techos de sus ca- lejanos en que era nor- che comenzó a derramar- llos hasta que nazcan?
sas eran de paja que cor- mal que una mujer se en-
taban en los humedales y cargara de ordeñar las va-
en otros lugares de pie- cas.
dras cortadas como si fue- Miriam era lechera, su
ran tejas; los pisos con familia hacía mucho que
suerte podían ser de pie- tenía dos buenas vacas y
dra si construían sobre un como siempre, llenó sus
cerro o montaña. dos baldes de leche, se
Tampoco había luz, quitó el delantal, arregló
por lo que había que acos- sus trenzas y partió a la Una especie de corona
tarse muy temprano, las feria para venderla bien
personas se iluminaban fresca y con espuma gor- de color, atrae
en la noche con unos ar- da. La gordura de la leche los visitantes a la flor
tefactos que se llamaban era lo que demostraba su
candiles, con antorchas y calidad. ¿Qué es?
más tarde con velas, unas Era una hermosa mu- LA COROLA
viejas conocidas que han chacha, solo que sus sue-
llegado hasta nuestros ños la superaban en ta-
días y se hacían con el maño. Soñaba con tener
sebo (grasa) de las va- la ropa más linda de la Con mi cara roja, mi ojo
cas. feria, le encantaba pen- negro y mi vestido
Todos eran pacientes sar en qué gastar su dine-
y cada cosa se hacía con ro. Y cuando pensaba en verde el campo alegro
pausas. Preparar la comi- eso se imaginaba un her-
da le llevaba a la madre moso género para hacer- ¿Qué soy?
toda la mañana, lavar y se un vestido más lindo
planchar buena parte de que todos los que hubie- UNA AMAPOLA
la jornada y los hijos ra visto.
aprendían las artes de la Ese día mientras lle-
labranza y de la herrería naba los baldes de leche
entre otras. Las mujeres y cuando bajaba por el Siempre caigo,
por su parte podían dedi- camino de piedra bor- nunca me rompo
car sus vidas a la lavande- deado de flores de man-
ría, a coser, a vender le- zanilla, volvió a pensar en ¿Qué soy?
che, queso, manteca, todas las cosas que que-
huevos y mucho depen- ría comprar. Repasaba su LA CASCADA
día del lugar que ocupa- lista de sueños y se le ol-
ba la familia en esa socie- vidaba el peligro del ris-
dad. Para la mayoría, una co. Primero pensó en