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Viernes 5 de Noviembre de 2021
La leyenda argentina del otoño
ADAPTACIÓN LIBRE DE LEYENDA DE TIERRA DEL FUEGO
Dulce es mi nombre.
Y endulzo la vida
del hombre.
¿Qué soy? LA MIEL
Tiene almendra y miel,
se come en Navidad
¿qué es? EL TURRÓN
Salta y salta
Cuentan los más an- había muerto, al no sa- gañando, y los ancianos tigado. Contemplaban y la colita le falta.
cianos que hace mucho berse nada de él. y mayores decían: con horror cómo los ár-
tiempo, existió una tri- Pero Kanshout regre- – ¡Ja, ja, ja! ¿Piensas boles perdían las hojas ¿Quién es?
bu llamada Selk’nam. só, justo un año después que vamos a creerte? coloreadas de amarillo y
Esta tribu vivía en el últi- de partir, y maravillado. ¡Estás mintiendo! rojo y se quedaban des- LA RANA
mo y más remoto lugar No podía olvidar su viaje Lo enojó muchísimo. nudos.
del planeta, la llamada y repetía a quien quisie- Muchísimo. Lo hizo po- –¡Los árboles se mue-
Tierra de Fuego, que está se oírle (pero más a ner colorado de odio, le ren! - gritaban algunos.
en la punta de más aba- quien no) que en el nor- salieron canas verdes. También vieron a ese
jo de América del Sur, lo te, los árboles cambian El pobre Kanshout se loro verde y rojo sobre- De celda en celda voy,
que hoy se conoce como el color de sus hojas. Les dio media vuelta y volar los árboles. Y al pero presa no estoy.
el extremo austral de hablaba de primaveras aguantó como pudo los cabo de unos meses, al
Chile y Argentina. y otoños. insultos y las risas de llegar la primavera, des- ¿Quién soy?
En este lugar, los ár- De hojas verdes, fres- todos sus coterráneos. cubrieron que de las ra-
boles no perdían nunca cas, secándose lenta- Pero no iba a dejar así mas comenzaban a bro- LA ABEJA
sus hojas, siempre se mente hasta quedar do- las cosas. ¡Les daría una tar pequeñas hojas de
mantenían con su verde radas y crujientes. buena lección! un verde muy brillante.
intenso. Este pueblo se- Y los que lo oían ima- La tribu trataba de es- – ¡Kanshout tenía ra-
guía una tradición que ginaban, tal vez, un pan quivarlo. zón! - exclamaron aver-
obligaba a los chicos jó- recién sacado del fuego. Por hacerse los que gonzados. ¡Y no le creí-
venes a partir en busca De árboles desnudos. no lo veían, por jugar a mos!
de aventuras cuando Y los que lo escuchaban ignorarlo, no vieron, de Y ha sido así en todos
cumplían la mayoría de se horrorizaban de se- verdad, su prodigiosa los otoños y todas las pri-
edad. De esta forma, ga- mejante desfachatez. ¡Si transformación: Kams- maveras: el frondoso fo-
naban en autonomía y sólo andaban desnudos hout se convirtió en un llaje de los árboles pasa-
madurez y después po- animales y hombres! loro gordo de plumaje ba de verde a rojo, para
dían contar al resto qué De paisajes dorados, verde y el pecho rojo. luego caer, en espera
había más allá de la Tie- amarillos y rojos. Y los Recién lo notaron de la primavera, cuando
rra de Fuego. obligados oyentes mira- cuando escucharon que volverán a mostrar su
Pero, de entre todos ban sus pinturas para po- les hablaba desde los ár- nuevo vestido verde.
los jóvenes de la tribu, der imaginar mejor. boles. Desde entonces, los
destacaba uno por ser De caminos hechos ¡Era él! ¡Ese pájaro loros sobrevuelan los ár-
tremendamente curio- de hojas que crujían, co- era él! boles y se posan en sus
so, muy impetuoso y loreadas de dorado, Entonces, Kanshout ramas. Se cree que cuan-
además, muy veloz. Se amarillo y rojo, prove- voló sobre los árboles de do gritan se están riendo
llamaba Kanshout, y el nientes de árboles que la Tierra de Fuego e in- de los hombres, recor-
año que le tocó salir de se desnudaban. mediatamente fueron dando que no creyeron y
expedición, se puso muy ¡Y semejante false- perdiendo las hojas. que después fue un loro,
contento. Casi no dur- dad cerraba todas las po- Todos pensaron que Kanshout, el que se rió
mió por meses hasta que sibilidades de imagina- los dioses los habían cas- finalmente de ellos.
llegó el esperado mo- ción!
mento. ¡Estaba desean- Todos lo miraban con
do pasar la frontera de extrañeza. ¿Se habría
su poblado y descubrir vuelto loco?
todas las maravillas que –¡Se los digo de ver-
había más allá de la Tie- dad! Hay lugares en don-
rra de Fuego! de los árboles cambian
Kanshout partió feliz de color. Se vuelven ro- Lo que te ha tocado por suerte
con algo de alimento y jos como el fuego. Lue-
preparado para vivir de go se quedan desnudos no lo tengas por fuerte.
su propia cacería y de la y meses después, co-
recolección de frutos mienzan a brotar nue-
que esperaba fueran vas hojas de un verde
abundantes, pero esta muy intenso. No dejes para mañana…
vez tardó mucho en re- Entonces todos co- lo que debiste hacer ayer.
gresar. Tanto, que todos menzaron a reír, pensan-
llegaron a pensar que do que los estaban en-