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Viernes 24 de Setiembre de 2021
La leyenda del sapo Kuartam
ADAPTACIÓN LIBRE DE ANTIGUA LEYENDA ECUATORIANA
a decir en alto: un abrir y cerrar de ojos,
–¿Dónde estás, ama- recuperó su pequeño
do mío, dónde estás?… cuerpo de siempre y se
¿Debo ir hacia el nor- sintió muy dolorido,
te?… ¿O mejor rumbo al pero sacó fuerzas de fla-
sur?… ¡No sé por dónde queza y dando unos brin-
buscarte! cos desapareció entre el
En ese momento, es- verde follaje.
cuchó una especie de re- Nantu, afortunada-
soplido que venía de las mente, seguía vivito y
alturas. Miró hacia arri- coleando. Su esposa lo
ba y en una gruesa rama había salvado milagro-
vio un sapo gigantesco, samente y no podía de-
dormido panza arriba y jar de abrazarla.
tan hinchado que pare- –Si sigo aquí es gra-
cía a punto de estallar. cias a ti, a tu valor. Estoy
Efectivamente era avergonzado por mi
Kuartam, que había comportamiento y por
vuelto a transformarse no haber cumplido la
en sapo pero mante- promesa que te hice
niendo unas dimensio- cuando salí de casa. ¡Te
nes colosales. ruego que me perdones!
La chica, en un acto de La muchacha se dio
auténtica valentía, tomó cuenta de que Nantu es-
el hacha que llevaba col- taba siendo sincero y se
gado de la cintura y co- arrepentía de verdad,
menzó a talar el tronco. pero aun así levantó el
El sapo, que debía estar dedo índice y le dijo muy
medio sordo, ni se enteró seriamente:
de su presencia y conti- –El respeto a los de-
Dice una vieja histo- y le propinó un sonoro ceder: su cuerpo empe- volvía se puso muy ner-
ria que hace muchísimos beso en la mejilla. zó a crecer descomunal- viosa. nuó roncando. más, sean personas o
años, en lo más profun- – ¡Confía en mí! Y mente y se transformó –Es rarísimo que –¡No tienes escapato- animales, está por enci-
do de la selva del Ecua- ahora me voy que se en el de un tigre. Nantu no haya vuelto to- ria!… ¡Acabaré contigo! ma de todas las cosas.
dor vivía un sapo dife- hace tarde… Estaré de Nantu, ajeno a lo que davía… ¿Qué le habrá Tras mucho esfuerzo, ¡Espero que hayas
rente a los demás sapos vuelta antes de media- acontecía, siguió riéndo- pasado? ¿Se habrá en- el árbol se vino abajo y aprendido la lección y
del mundo porque tenía noche. se de él. contrado con el sapo Kuartam cayó de espal- jamás vuelvas a burlarte
una peculiaridad: si al- Bajo la luz de la luna –Kuartam, sapo ton- Kuartam? das contra el suelo. El de nadie!
guien lo molestaba o se el joven deambuló por to… ¡Eres un gallina! Sin detenerse a pen- golpe fue tan impresio- Es justo decir que
burlaba de él, se conver- la selva tropical apartan- Kuartam, antes sim- sar salió corriendo de la nante que abrió instinti- Nantu cumplió su pala-
tía en tigre y atacaba sin do la frondosa vegeta- ple sapito y ahora enor- cabaña. Siguió el rastro vamente la boca y Nan- bra y fue amable con
piedad. ción con un afilado ma- me félido, no pudo más de las huellas de los pies tu el cazador salió dispa- todo el mundo el resto
Solo algunos ancia- chete y fijándose bien y con un rugido saltó de Nantu hasta que lle- rado como la bala de un de su vida, pero tuvo que
nos afirmaban haberlo por si aparecía alguna desde lo alto, abrió las gó a un claro en la jun- cañón. cargar con la pena de no
visto cuando eran niños, posible presa. Desgra- fauces lo más que pudo gla; en ese lugar, las pi- ¡Pero eso no fue poder pedir disculpas al
así que para la mayoría ciadamente no vio más y se tragó de un bocado sadas se esfumaban por todo! Al quedarse vacío sapo Kuartam porque
de los indígenas de los que una serpiente y dos al insensato cazador. completo, como si a el imponente sapo em- sus caminos jamás vol-
poblados cercanos al o tres ratones diminu- Mientras todo esto Nantu se lo hubiera tra- pezó a desinflarse y en vieron a cruzarse.
Amazonas el extraño tos correteando de un sucedía, la esposa de gado la tierra.
animal era un ser de le- lado para otro. Nantu esperaba su re- La muchacha se sin-
yenda que se ocultaba –Aquí no hay bicho greso y al ver que no tió muy triste y empezó
en la jungla. Eso sí, sa- que me pueda servir de
bían que existía porque comida… ¡Vaya manera
a veces, amparado por de perder el tiempo!
la noche, cantaba a grito De repente, dejó de
pelado desde su escon- lamentarse porque una
dite: idea de lo más divertida
–¡Kuartam-tan! pasó por su cabeza.
¡Kuartam-tan! ¡Kuar- –¿Y si me burlo un
tam-tan! poquito del famoso Cuanto mayor es la subida,
Como ‘Kuartam-tan’ sapo?… ¡Voy a probar a
era lo que repetía sin ce- ver qué pasa! tanto mayor es la caída.
sar, con el nombre de –¡Kuartam!… ¡Kuar-
sapo Kuartam se quedó. tam!…
Según cuentan, un jo- Como allí no había ni
ven de la tribu shuar lla- sapo ni similar, Nantu se En tierra de ciegos
mado Nantu quiso salir fue envalentonando y su el tuerto es rey.
una noche a cazar. Antes voz se tornó más guaso-
de abandonar el hogar, na:
su esposa le advirtió: –¡Yujuuuuu!… Sapo
– Ten mucho cuida- Kuartam, ¿estás por En boca cerrada
do ahí fuera, y por favor, aquí?… ¿Es cierto que
si ves al sapo Kuartam ni eres un sapo mágico?… no entran moscas.
se te ocurra burlarte de ¡Si no lo veo, no lo
él. ¡Ya sabes la mala creo!… ¡No seas cobar-
fama que tiene por es- de y da la cara!
tos lugares! No obtuvo respues- De tal palo tal astilla.
Nantu mostraba una ta, pero Kuartam sí esta-
sonrisa pícara que no ba allí, agazapado en la
gustó demasiado a su copa de un árbol. Llegó
mujer. un momento en que se Del dicho al hecho
– Nantu, insisto en sintió tan molesto, tan
decirte que no seas irres- enfadado, que su pa- hay mucho trecho.
ponsable. ciencia se agotó y suce-
El chico guiñó un ojo dió lo que tenía que su-