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                                                                  Viernes 3 de Marzo de 2023
                 El misterio de las zanahorias robadas



                 ADAPTACIÓN LIBRE DE CUENTO INFANTIL DE BOSQUE DE FANTASÍAS













                                                                                                                      Cuanto más grande
                                                                                                                          es la prueba,

                                                                                                                  más glorioso es el triunfo.
                                                                                                            WILLIAM SHAKESPEARE




                                                                                                                      La conquista propia
                                                                                                                        es la más grande

                                                                                                                         de las victorias.
                                                                                                            PLATÓN




                                                                                                                     Es mejor una verdad
                                                                                                                     cruel que una ilusión
                                                                                                                           agradable.

                                                                                                            EDWARD ABBEY
           Érase una vez una    cado o a la verdulería,  rias y, cuando se fue  ma se dispuso tam-
        niña llamada Lucía, de  cuando de repente la    acercando el tiempo     bién a perseguir y
        pelo rojo como las      pequeña insistió para   de cosecharlas, Lucía   atrapar la sombra.
        manzanas y ojos ver-    que no lo hiciera:      decidió no quitarles       -Aquí está el la-                   No es pobre el que
        des como las hojas. La     -Lo que hace espe-   los ojos de encima.     drón de zanahorias,
        pequeña Lucía vivía en  cial tu pastel de zana-    -Debo descubrir      hija. No es más que                     tiene poco, sino
        una bonita casa pin-    horias es que las culti-  quién se come las za-  un travieso conejo,                el que necesita mucho.
        tada de azul, y si algo  vas en tu huerto con   nahorias para que       que seguro se habrá
        le gustaba a la niña de  amor, mamá -le expli-  mamá no se ponga        dado un buen festín.        SÉNECA
        aquella casa, era el    có la niña-, además,    triste, no puede ser       -¡Oh! ¿Quién lo hu-
        huerto que su madre     hay algunas que pron-   posible que lleve tan-  biera imaginado?
        tenía en el jardín.     to estarán listas para  to tiempo sin probar       El conejito, que era
           Como era un jardín   cosecharse y pode-      su delicioso pastel.    negro como la noche,
        grande, su madre ha-    mos plantar más.        ¡No es justo!           no tenía cara de la-
        bía plantado muchas        Y así lo hicieron,      Así, en una de las   drón sino un hocico
        frutas y verduras, in-  por lo que tuvieron     tantas noches en las    muy gracioso y sim-
        cluso había un man-     que esperar paciente-   que la pequeña Lucía    pático, por lo que de-
        zano que daba las       mente para volver a     vigilaba el huerto y las  cidieron quedarse
        manzanitas más deli-    probar el famoso pas-   zanahorias desde su     con él para que pu-
        ciosas del mundo.       tel de zanahoria. Sin   ventana de la habita-   diera disfrutar cuan-
           Pero lo que más le   embargo, cuando in-     ción, divisó entre los  do quisiera el pastel
        gustaba a Lucía de      tentaron recoger la     matorrales una pe-      de zanahoria, sin te-
        aquel huerto eran las   nueva cosecha tan es-   queña sombra que se     ner que robarlas del
        zanahorias, porque      perada porque ya ha-    movía a gran veloci-    huerto.
        con ellas su madre ha-  bían crecido, para ha-  dad.                       Y fue así como en
        cía su famoso pastel    cer un rico pastel, otra   ¡Te encontré, gran-  la siguiente cosecha,
        de zanahoria, que era   vez habían desapare-    dísimo sinvergüenza!    la pequeña Lucía
        tan sabroso que todos   cido:                   -gritó la niña, que no  pudo volver a comer
        en el vecindario que-      -Yo creo que al-     había dudado en ba-     el delicioso pastel de
        rían siempre un trozo.  guien se las está co-   jar y descubrir rápida-  zanahorias que pre-
           Un día, sin embar-   miendo, parece que      mente qué era aque-     paraba su mamá,
        go, sucedió algo muy    hay un rastro -conclu-  lla misteriosa sombra   compartiéndolo esta
        extraño cuando la       yó Lucía, como si fue-  y qué tramaba.          vez con el nuevo y di-
        mamá de Lucía se diri-  ra una pequeña Sher-       Sin embargo, con la  vertido miembro de
        gió al huerto, como de  lock Holmes.            misma velocidad que     la familia, además de
        costumbre, para reco-      -Sí, eso parece hija,  había aparecido la    los vecinos. ¡Qué con-
        ger unas zanahorias     pero ¿quién puede ser   sombra, desapareció,    tenta estaba Lucía! Y
        con las que hacer su    que lleve las verdu-    sumiendo en el abso-    no solo porque al fin
        famoso pastel, y es     ras?                    luto fastidio a la pe-  ya había zanahorias y
        que… ¡no había nin-        -Me temo que ha-     queña.                  tenía un nuevo ami-
        guna!                   brá que averiguarlo.       Su madre, que la     go, sino porque se
           Ante aquel contra-      De nuevo, Lucía y    observaba desde el      había convertido, sin
        tiempo la mamá de       su mamá se pusieron     portón de la casa, de-  querer, en la mejor
        Lucía pensó que sería   manos a la obra para    cidió que era momen-    detective de huertos
        mejor ir al supermer-   sembrar más zanaho-     to de ayudar y ella mis-  de toda la historia.
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