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Viernes 5 de Mayo de 2023
Las tres lenguas
ADAPTACIÓN LIBRE DE CUENTO CLÁSICO DE LOS HERMANOS GRIMM
En el camino perderás
personas y cosas.
No te pierdas con ellas.
ANÓNIMO
Crecer es perder
ciertas ilusiones
para poder abrazar otras
VIRGINIA WOOLF
Al final, lo que importa
no son los años de vida
sino la vida de los años.
ABRAHAM LINCOLN
Hubo una vez un vie- do, al regresar a su casa, tar nada para sí, le die- decían, se entristeció y
jo conde que tenía solo le preguntó su padre qué ron un poco de comida se quedó preocupado.
un hijo, que era tonto de había aprendido, el mu- para las bestias y lo Cuando llegó a la capi-
remate e incapaz de chacho le respondió: acompañaron hasta la tal, el rey acababa de
aprender nada. - Padre, este año he torre. Al entrar en ella, fallecer, y entre los no- El conocimiento habla,
Un día, el conde le aprendido el croar de las los perros, en vez de la- bles había grandes du-
dijo: ranas. drarle, lo recibieron agi- das sobre quién habría pero la sabiduría
- Mira, hijo: por mu- Muy enojado, el pa- tando amistosamente la de ser su sucesor, ya que escucha.
cho que me esfuerzo no dre llamó a toda la servi- cola y agrupándose a su no tenía descendencia
logro meterte nada en dumbre y les dijo, según alrededor; comieron lo directa. Al fin convinie- JIMI HENDRIX
la cabeza. Tendrás que la usanza de la época: que les echó y no le to- ron en elegir rey a aquel
marcharte de casa. Te - Este hombre ha de- caron ni un pelo. en quien se manifestase
irás con un maestro a ver jado de ser mi hijo; lo A la mañana siguien- alguna prodigiosa señal
si él consigue algo. echo de mi casa. ¡Lleva- te, ante el asombro ge- mágica.
El muchacho fue en- dle al bosque y dadle neral, se presentó el jo- Acababan de adoptar
viado a una ciudad ex- muerte! ven sano y salvo al se- este acuerdo cuando
tranjera. Permaneció un Los criados se lo lle- ñor del castillo y le ma- entró el mozo en el pala-
año junto al maestro. varon; pero cuando iban nifestó: - Los perros me cio, y de repente, dos
Transcurrido ese tiem- a cumplir la orden de han revelado en su len- palomas blancas como
po, el hijo regresó a casa. matarle, sintieron com- guaje por qué residen la nieve emprendieron
Su padre le preguntó: pasión y lo soltaron. Ca- allí y causan tantos da- el vuelo y se posaron
- ¿Qué has aprendi- zaron un ciervo, le arran- ños al país. Están encan- sobre sus hombros. Los
do, hijo mío? caron la lengua y los tados, y han de guardar nobles vieron en aque-
- Padre, he aprendi- ojos, y los presentaron un gran tesoro oculto llo la magia esperada y
do el ladrar de los pe- al padre como prueba de debajo de la torre. No preguntaron al mucha-
rros. obediencia. El mozo an- tendrán paz hasta que cho si quería ser rey. Él
- ¡Dios se apiade de duvo algún tiempo este tesoro haya sido permanecía indeciso, no
nosotros! -exclamó el errante hasta que llegó retirado; también me sabiendo si era digno de
padre-, ¿es eso todo lo a un castillo en el que han indicado el modo de ello; pero las palomas lo
que aprendiste? Te en- pidió asilo por una no- hacerlo. persuadieron, y por fin,
viaré a otra ciudad y a che. Todos se alegraron al aceptó.
otro maestro. El hombre del casti- oír aquellas palabras, el De este modo se
El muchacho se fue y llo lo dejó con la condi- dueño del castillo le cumplió lo que escuchó
cuando regresó a casa, ción de pasar la noche ofreció adoptarlo por a las ranas en el camino
su padre le hizo la mis- en una vieja torre, aun- hijo si llevaba a feliz tér- y que tanto le había pre-
ma pregunta. - Hijo mío, que le previno que su mino la hazaña. ocupado: que sería rey.
¿qué aprendiste? vida corría peligro allí Volvió a bajar el mozo Dio un discurso de
- Padre, he aprendi- encima pues estaba lle- y sacó del sótano un arca asunción, de lo que no
do lo que dicen los pája- na de perros salvajes, llena de oro. sabía ni media palabra;
ros -contestó el joven. motivo por el cual toda Desde aquel instante pero las dos palomas,
El conde, muy enfa- la comarca vivía sumida cesaron los ladridos de que no se apartaban de
dado, le dijo: en desolación y tristeza los perros, que desapa- sus hombros, se lo dije-
- ¡Desgraciado! Has sin que nadie pudiese recieron para siempre. ron todo al oído. Y así
malgastado un tiempo remediarlo. Al cabo de algún fue el mejor rey de la
precioso sin aprender Pero el muchacho, tiempo le dio al joven comarca en siglos, du-
nada. Te enviaré a un que no conocía el mie- por ir a la capital en pe- rante varios años.
tercer maestro; pero si do, le dijo: regrinación. En el cami- El joven reinaba y
tampoco esta vez apren- - Iré adonde están los no pasó junto a una char- siempre decía a sus des-
des nada, renegaré de perros; dadme sólo algo ca pantanosa donde las cendientes: -Yo no soy
ti. para echarles. No me ranas estaban croa que sabio ni inteligente, sólo
El hijo estuvo otro harán nada. te croa. Prestó oídos, y he aprendido a escuchar
año entero fuera. Cuan- Como no quiso acep- al comprender lo que a quienes saben.