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El hombre de la bolsa


                        VERSIÓN LIBRE  DE  CUENTO  POPULAR ANDALUZ




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                                                                                                        la nariz y el gato le lle-  hombre del bolsón de
                                                                                                        nó la cara de arañazos.  cuero quedó tan lasti-
                                                                                                           Y por si esto fuera  mado que todavía no se
                                                                                                        poco, la gente del      ha recuperado. Y desde
                                                                                                        pueblo estaba tan       entonces todos los ni-
                                                                                                        enojada porque hu-      ños saben tal y como
                                                                                                        biese tratado de enga-  les dicen los mayores,
                                                                                                        ñarlos que fueron por   que si se portan mal el
                                                                                                        palos y piedras para    hombre de la bolsa
                                                                                                        darle su merecido.      vendrá a buscarlos.-











                                                                                                                La vida no se ha hecho para

                                                                                                               comprenderla sino para vivirla.
                                                                                                                     George Santayana




                                                                                                                     Mira atrás y sonríe
                                                                                                                 ante los peligros pasados.

           Había una vez una    porque yo no voy a      bolsón de cuero,        cierto en cuanto oye-                   Walter Scott
        niña llamada Margari-   trabajar para mante-    quien de nuevo repe-    ron la voz de la niña:
        ta a la que su padrino  nerte…                  tía su espectáculo.     era su hija la que can-
        regaló por su cum-         Margarita oía des-      - Canta bolsón, o te  taba. Esperaron a que
        pleaños un pequeño      de el interior del bol-  doy con esta lanza en  acabara el espectácu-
        anillo de oro. La pe-   són la temible voz del  la panza                lo para hablar con el
        queña estaba encan-     mendigo y pensaba          Y la niña cantaba:   hombre e invitarlo a            La conquista propia es la más
        tada con él y lo mira-  qué sería de ella.         - En un bolsón voy   cenar a su casa.                   grande de las victorias.
        ba una y otra vez mien-    Al día siguiente el  metida, en un bolsón       - Suba a la cocina
        tras que su madre le    hombre llegó a un       moriré, por un anillo   con mi marido y déme                         Platón
        recordaba que debía     pueblo y empezó a gri-  de oro que en la fuen-  si quiere el bolsón
        tener mucho cuidado     tar que tenía un bol-   te me dejé.             que se lo guardo aquí -
        si no quería perderlo.  són que hablaba.           Pero el vecino en-   dijo la madre.
           Un día como otro     Cuando las primeras     contró algo raro en la     - Ah, si, si, tenga,
        cualquiera la madre     personas se acercaron   voz de la niña, así que  muy amable
        mandó a Margarita a la  para verlo le dijo a la  se acercó al mendigo.     Cuando la madre
        fuente a buscar agua,   niña:                      - ¡Qué espectáculo   abrió el bolsón de cue-
        ella se quiso lavar las    - Canta, bolsón de   más maravilloso!        ro salió de adentro
        manos antes, así que    cuero, o te doy con        - Gracias, gracias.  Margarita muy asusta-
        quitó el anillo y lo    esta lanza en la panza     - Debería usted ve-  da y contenta de vol-
        apoyó con cuidado en-      Y Margarita empe-    nir a mi pueblo. Vería  ver a verla. Su madre
        cima de una piedra.     zó a cantar de impro-   cómo le llenaban los    le dio un abrazo y le
        Cuando acabó llenó su   visto:                  bolsillos de monedas.   mandó ir a buscar al
        cántaro y se fue a         - En un bolsón voy      - En ese caso no se  perro y al gato para      A    I  O   G    I  D   N   E   M   A   C
        casa. Hasta que de re-  metida, en un bolsón    preocupe, que maña-     meterlos en su lugar y    Y   H   E   T   E   L   O   E   A   T   A
        pente a medio cami-     moriré, por un anillo   na mismo iré por allí.  que el hombre no se
        no…                     de oro que en la fuen-     En cuanto el vecino  diese cuenta de que       A   O   O   O   D   R   Z   T   A   A   S
           - ¡Ay, el anillo! ¡Lo  te me dejé.           volvió a su pueblo fue  no estaba.                C   U    I  D   A   D   O   N   S   A   S
        he dejado en la fuen-      La gente del pueblo  rápidamente a contar-      - ¡Verás qué sorpre-
        te!                     aplaudía encantada      le a los padres de la   sa se dará cuando lo      O   N   E   T   L   B   A   E   L   E   T
           Como ya estaba       ante tal espectáculo e  niña lo que le había    abra! - dijo la madre.    E   S   N   R   A   I   R   U   R   A   I
        cerca de casa, decidió  incluso le lanzaban     dicho aquel hombre.        Cuando al día si-      A   A   O   A   T   P   A   F   N   T   S
        llevar primero el agua  monedas al hombre.         Al día siguiente el  guiente el hombre lle-
        a e ir corriendo des-   Nadie imaginaba que     hombre del bolsón de    gó a otro pueblo dijo:    C   S   S   D   R   C   Z   U   O   I   P
        pués a la fuente. Pero  dentro del bolsón de    cuero llegó a la plaza     - Canta bolsón de      O   R   O   O    I  I   N   D   L   R   O
        cuando llegó allí todo  cuero lo que había era  del pueblo. Allí esta-  cuero, o te doy con
        lo que había era un     en realidad una niña.   ban los padres de Mar-  esta lanza en la panza.   C   S   S   L   D   L   A   R   L   A   D
        mendigo con las ropas      Mientras tanto, la   garita que esperaban       Pero el bolsón no      I   D   O   G   L   I   L   E   I   G   I
        rotas y sucias con un   madre de Margarita      nerviosos el momento    cantó. Así que el hom-
        gran bolsón de cuero    empezó a impacien-      en que el bolsón can-   bre le dio con la lanza   N   R   N   C    I  I   R   U   N   R   C
        en el suelo.            tarse al ver que su hija  tara para saber si era o  y volvió a decir lo mis-  A  D  A  A  E   C   S   D   A   A   E
           - Oiga, señor, ¿no   tardaba demasiado en    no su hija.             mo. Esta vez del bol-
        habrá visto usted un    volver de la fuente.       El hombre tomó su    són de cuero salieron     S   A   D   E   N   O   M   L   A   M   R
        anillo que estaba por   Fue a buscarla pero allí  lanza y dijo:         maullidos y ladridos.     R   O   N    I  R   D   A   P   O   L   E
        aquí?...                sólo encontró su cán-      - Canta bolsón de    La gente empezó a
           - Está dentro de     taro. Todos en el pue-  cuero, o te doy con     abuchear al hombre,       E   H   L    I  N   O   S   L   O   B   M
        este bolsón de cuero.   blo empezaron enton-    esta lanza en la panza.  quien volvió a clavar la
        Entra y te lo llevas.   ces a buscarla pero no     Y la niña cantaba:   lanza en el bolsón de
           Cuando la pequeña    había ni rastro de ella.   - En un bolsón voy   cuero. Dentro, el perro
        entró el hombre lo ce-     Al cabo de un tiem-  metida, en un bolsón    y el gato estaban cada
        rró rápidamente y se    po, un vecino fue al    moriré, por un anillo   vez más enojados y no
        llevó el bolsón de      pueblo de al lado don-  de oro que en la fuen-  dejaban de pelearse.
        cuero con él.           de había feria y coin-  te me dejé.                El hombre, furioso,
           - Más te vale que    cidió que en la plaza      Los padres supie-    abrió el bolsón de cue-
        sepas cantar niñita,    estaba el hombre del    ron que estaban en lo   ro pero entonces… el
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