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                                                                Viernes 26 de Noviembre de 2021

                              Los deseos


        VERSIÓN LIBRE  BASADA  EN  CUENTO  ORIGINAL  DE  FERNÁN  CABALLERO













                                                                                                                        Cuando mi voz calle
                                                                                                                 con la muerte, mi corazón
                                                                                                                    te seguirá hablando.

                                                                                                                    Rabindranath Tagore




                                                                                                                      El amor es el difícil
                                                                                                              descubrimiento de que hay algo
                                                                                                           más allá de uno mismo que es real.

                                                                                                                         Iris Murdoch




                                                                                                                         La fantasía de un hombre
           Había un matrimo-    vieron que bajaba por   gría del buen matrimo-  tonta que un habar!           es la mejor arma de la mujer.
        nio anciano que aun-    la chimenea una mu-     nio y la cantidad de    Esto es para desespe-                  Sophia Loren
        que pobre, toda su      jer hermosísima; era    deseos que como pre-    rarse.
        vida la había pasado    tan pequeña que su      tendientes a la puerta     ¡Reniego  de ti y de
        muy bien trabajando y   altura no llegaba a     de un ministro les ase-  la morcilla, no quisie-  duras penas al perro y  yendo que la satisfac-
        cuidando su pequeño     medio metro. Traía,     diaron.                 se más sino que se te   al gato que se querían  ción de sus deseos les
        campito.                como una reina, una        Fueron tantos, que   pegase a las narices!   abalanzar a ella.       ha de hacer felices.
           Una noche de in-     corona de oro en la ca-  no acertando a cuál       No bien lo hubo di-     Cuando a la noche       No está la felicidad
        vierno estaban senta-   beza.                   atender, determina-     cho cuando ya estaba    siguiente apareció      en el cumplimiento
        dos Felipe e Isabel al     La túnica y el velo  ron dejar la elección   la morcilla colgando    Fortunata y le dijeron  de los deseos sino
        fuego de su tranquilo   que la cubrían eran     definitiva para la ma-  del sitio indicado.     cuál era su último de-  que está en no te-
        hogar en amor y com-    diáfanos y formados     ñana siguiente y toda      Ahora toca el asom-  seo, les dijo:          nerlos.
        pañía, y en lugar de    de blanco humo y las    la noche para consul-   brarse al viejo y des-     -Ya vieron entonces     Que rico es el que
        agradecer por el bien   chispas que alegres se  tarla con la almohada,  esperarse a la vieja.   cuán ciegos y necios    posee, pero feliz el
        y la paz que disfruta-  levantaron con un pe-   y se pusieron a hablar     -¡Te luciste, mal    son los hombres, cre-   que nada desea.-
        ban, estaban enume-     queño estallido, como   de otras cosas indife-  hablado! -exclamaba
        rando los bienes de     cohetitos de fuego de   rentes.                 ella, haciendo inútiles
        mayor cuantía que lo-   regocijo, se colocaron     A poco recayó la     esfuerzos por arran-
        graban otros, desean-   sobre ellos, salpicán-  conversación sobre      carse el apéndice de
        do gozarlos también.    dolos de relumbran-     sus afortunados veci-   las narices-.
           -¡Si yo en lugar de  tes lentejuelas. En la  nos.                       Si yo empleé mal
        mi campito -decía Fe-   mano traía un cetro        -Hoy estuve allí;    mi deseo, al menos
        lipe-, que es de mal    chiquito, de oro, que   estaban haciendo las    fue en perjuicio pro-
        terruño y no sirve sino  remataba en una pie-   morcillas -dijo el ma-  pio y no en perjuicio
        para revolcadero, tu-   dra roja deslumbran-    rido-. ¡Pero qué mor-   ajeno; pero en el pe-
        viese el rancho del tío  te.                    cillas! Daba gloria ver-  cado llevas la peniten-  L  V   R   R   I   N    E   V   N   O  C
        Polainas!                  -Soy el hada Fortu-  las.                    cia, pues nada deseo,     OE      R   A   Z   N    A   L   A   B  A
           -¡Y si yo -añadía Isa-  nata -se presentó-;     -¡Quién tuviera una  ni nada desearé sino
        bel -, en lugar de ésta,  pasaba por aquí, y he  de ellas aquí -repuso  que se me quite la        G C     A   L   I   C    I   D   A   D O
        que está en pie por-    oído vuestras quejas.   la mujer- para asarla   morcilla de las nari-     S   I   N   T   B   R    A   H   A   S  R
        que no le han dado un      Ya que tanto ansían  sobre las brasas y ce-  ces.                      S   N   S   N   A   O    E   A   A   H  O
        empujón, tuviese la     que se cumplan sus      nárnosla!                  -¡Mujer, por Dios!     AA      A   A   H   N    D   R   S   H  O
        casa de nuestra veci-   deseos, vengo a con-       Apenas lo había di-  ¿Y el rancho?
        na, que está en prime-  cederles la realización  cho, cuando apareció      -Nada.                 DE      L   M   J   A    U   A   A   D  S
        ra vida!                de tres: uno a ti, dijo a  sobre las brasas la     -¡Mujer, por Dios!     N   J   L   E   N   R    N   T   N   R O
           -¡Si yo -proseguía el  la mujer; otro a ti, dijo  morcilla más hermosa  ¿Y la casa?            AA      I   A   U    I  O    A   R   M N
        marido-, en lugar de la  al marido; y el tercero  que hubo, hay y habrá    -Nada.
        burra que no puede ya   ha de ser mutuo, en él  en el mundo.               -Desearemos una        L   A   C   I   A    J   R   F   R   O  A
        ni con unas alforjas    habrán de convenir         Isabel se quedó      mina, hija, y te haré     E   O   R   L   F   E    E   B   L   O  F
        llenas de humo, tu-     los dos.                mirándola con la boca   una funda de oro para     BD      O   A   M    I   R   T   R   A  A
        viese el mulo del tío      Este último lo otor-  abierta y los ojos     la morcilla.
        Polainas!               garé en persona maña-   asombrados. Pero Fe-       -Ni que lo pienses.    A   P   M   U   E   B    R   O   N   A   I
           -¡Si yo -añadió la   na a estas horas, que   lipe se levantó deses-     -Pues qué, ¿nos va-    S   E   N   E   P    I   L   E   F   E  D
        mujer- pudiese matar    volveré; hasta allá,    perado, y dando vuel-   mos a quedar como         I   E   O   O   T    I   P   M   A   C   L
        un cerdo de 100 kilos   tienen tiempo de        tas al cuarto, se arran-  estábamos?
        como la vecina!         pensar cuál ha de ser.  caba el cabello, di-       -Este es todo mi       DA      D   I   C    I   L   E   F   A M
           Esa gente, para te-     Dicho que hubo       ciendo:                 deseo.
        ner las cosas, no tiene  esto, se alzó entre las   -Por ti, que eres       Por más que siguió
        más que desearlas.      llamas una bocanada     más golosa y comilona   rogando el marido,
        ¡Quién tuviera la dicha  de humo en la que la   que la tierra, se ha    nada alcanzó de su
        de ver cumplidos sus    bella Fortunata des-    desperdiciado uno de    mujer, que estaba por
        deseos!                 apareció.               los deseos.             momentos más deses-
           Apenas hubo dicho       Dejo a la considera-    ¡Mire usted, señor,  perada con su doble
        estas palabras cuando   ción de ustedes la ale-  qué mujer esta! ¡Más   nariz y apartando a
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