En entrevista con El Rionegrense, el presidente de la Asociación de Lombricultores del Uruguay (ALU), Fernando Muñoz, relató que inició su empresa relacionada al tema en 2016 y llegó a conectar a más de 600 entusiastas de la lombricultura, lo que lo motivó a crear una entidad formal.
Adhirieron más de 60 miembros en pocos meses, lo que demuestra que se ve en las lombrices una herramienta clave para la economía circular y el fortalecimiento de las economías locales. «Todo aquello que se hacía en forma natural en casa, como el humus, ahora se va a regir con una ley», explica Muñoz.
Uno de los logros más importantes es la firma de un convenio con la Facultad de Agronomía para la caracterización de los vermicompost, que permitirá que los pequeños productores de humus cumplan con los procedimientos para comercializar sus productos.
Uno de los desafíos es el trabajo en el interior del país. Destaca que la asociación uruguaya es posiblemente la única de América con estatus institucional.