Un nuevo mirador embellece los paisajes siempre maravillosos del balneario Santa Ana, en la continuación de la calle Sauces, aledaño a la Rambla; su noble madera se suma al paisaje de la playa, dotando a la zona de otro atractivo. La Comisión de Fomento de Santa Ana se ha encargado de hacerlo realidad.
El mirador se ve diferente cuando cambiamos la perspectiva caminando por la costa. A muy pocos metros el paisaje se presenta preocupante. Varios árboles, relativamente jóvenes, se muestran socavados y dispuestos en la arena como títeres huecos, todavía pendientes de un hilo de vida.
El río, en sus incursiones, ha socavado prácticamente en su totalidad el médano y ha dejado fuera estos ejemplares. La situación no es nueva en este balneario.
No son buenos los eucaliptus costeros, hay estudios que analizan el impacto de sus profundas raíces.