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                                                                Viernes 6 de Noviembre de 2020




                        A D A P T A C I Ó N  D E  F Á B U L A  D E  G O D O F R E D O  D A I R E A U X













                                                                                                                      Fui a la feria y las compré
                                                                                                                           bellas, llegué a mi
                                                                                                                               casa y lloré
                                                                                                                               con ellas.

                                                                                                                              ¿Qué son?     LAS CEBOLLAS








                                                                                                                   Alegran el campo
                                                                                                                  con sus colores,
                                                                                                            perfuman el aire
           Una mañana de pri-   la victoria? ¿Quién se  solas. El jefe de clan  nuestra forma de re-
        mavera todos los        convertiría en su futu-  pensó que definitiva-  lacionarnos.                con sus olores
        miembros de un reba-    ro marido? ¡La suerte   mente, se había pa-        –¿Ah, sí? ¿Cuál es,
        ño se despertaron so-   estaba echada!          sado de la raya. En     si se puede saber?          ¿Qué son?
        bresaltados a causa de     Esta era la situa-   nombre de la comuni-       –Un ejemplo es lo
        unos sonidos fuertes y  ción cuando un gallo    dad, tomó la palabra.   que acabas de presen-
        secos que provenían     de colores al que na-      –¡Un poco de res-    ciar. En nuestra espe-
        del exterior del esta-  die había visto antes   peto, por favor! ¿Aca-  cie, igual que en mu-                             LAS FLORES
        blo. Salieron en tropel  se coló entre los asis-  so no sabes compor-   chas otras, las peleas
        a ver qué sucedía y se  tentes y se sentó en    tarte?                  entre machos de un
        toparon con una pelea   primera fila como si       –¿Yo? ¿Qué si sé     mismo rebaño son ha-
        en la que dos carneros  fuera un invitado de    comportarme yo? Solo    bituales en época de
        situados frente a fren-  honor. Jamás había     estoy diciendo la ver-  celo porque es cuan-                Blanca soy, y como dice
        te estaban haciendo     sido testigo de una     dad. Esa oveja es       do toca elegir pareja.
        chocar sus duras cor-   riña entre carneros,    idéntica a las demás,   Somos animales pací-                mi vecina, útil siempre
        namentas.               pero como se creía el   ni más fea, ni más gua-  ficos y de muy buen
           Un gracioso corde-   tipo más inteligente    pa, ni más blanca. ¡No  carácter pero ese ri-                          soy en la cocina.
        rito muy fanático de los  del mundo y adoraba   sé por qué pierden el   tual forma parte de
        chismes fue el primero  ser el centro de aten-  tiempo luchando por     nuestra naturaleza.
        en enterarse de los mo-  ción, se puso a opinar  ella habiendo tantas      –Pero…                                       ¿Qué soy?
        tivos y corrió a infor-  demostrando     muy    para escoger!              –¡No hay pero que
        mar al grupo. Según     mala educación.            –¡Cállate, ya está   valga! Debes compren-
        sus fuentes, que eran      –¡Ay madre, vaya     bien de decir tonterías!  der que para nosotros                                           LA HARINA
        totalmente fiables, se  batalla sin sentido!…      El gallo puso cara   estas conductas son
        estaban disputando el   ¡Estos carneros son     de sorpresa y respon-   completamente nor-
        amor de una oveja muy   más torpes que una      dió desvergonzado: –    males. ¡No podemos lu-
        linda que les había ro-  manada de elefantes    ¿Qué me calle?… ¿Por-   char contra miles de
        bado el corazón.        dentro de una tienda!   que tú lo digas?        años de evolución y eso
           –Por lo visto está      Inmediatamente se       El jefe intentó no   hay que respetarlo!
        enamorada de los dos    oyeron murmullos de     perder los nervios.        El gallo empezó a
        y como no sabía a cuál  desagrado entre el pú-     –A ver, vamos a cal-  sentir el calor que la
        elegir, anoche declaró  blico, pero se hizo el  marnos un poco los      vergüenza producía en
        que se casaría con el   sordo y continuó sol-   dos. Tú vienes de le-   su rostro. Para que na-
        más forzudo. Los car-   tando comentarios fas-  jos, ¿verdad?           die se diera cuenta del
        neros se enteraron,     tidiosos e inoportu-       –Sí, soy forastero,  sonrojo, bajó la cabeza
        quedaron para retarse   nos.                    estoy de viaje. Venía   y clavó la mirada en el
        antes del amanecer y       –Dicen por aquí que  por el camino de tierra  suelo.
        bueno, ahí tenéis a los  se trata de un duelo   que rodea el trigal y al   –Tú sabrás mucho
        amigos, ahora rivales,  entre caballeros, pero  pasar por delante del   sobre gallos, gallinas,
        envueltos en un com-    la verdad es que yo     alambrado escuché       polluelos, nidos y hue-
        bate.                   solo veo dos payasos    movimiento y me metí    vos, pero del resto no
           El jefe del rebaño,  haciendo bobadas…       a curiosear.            tienes ni idea ¡Vete con
        un carnero maduro e     ¡Eh, despierten, que ya    –Entiendo entonces   los tuyos y deja que
        inteligente al que na-  son mayorcitos para     que como vives en       resolvamos las cosas
        die se atrevía a cues-  hacer el ridículo!      otras tierras es la pri-  a nuestra  manera!
        tionar, exclamó: –¡Se-     –Aunque el carnero   mera vez que estás en      El gallo tuvo que ad-
        renaos! No es más que   de la derecha es un     compañía de individuos  mitir que se había pasa-
        una de las muchas pe-   poco más ágil, el de la  de nuestra especie.    do de vivo y sobre todo,
        loteras románticas que  izquierda tiene los     ¿Me equivoco?           de grosero, así que si
        se forman todos los     cuernos más gran-          El gallo, desconcer-  no quería salir mal pa-
        años en esta granja.    des… Creo que la ove-   tado, respondió: –No,   rado debía largarse
        Sí, se pelean por una   ja debería casarse con  no te equivocas, pero…  cuanto antes. Echó un
        chica, pero ya sabemos  ese para que sus hi-    ¿eso qué tiene que ver?  último vistazo a los car-
        que no se hacen daño y  jos nazcan fuertes y       –Te lo explicaré con  neros, que  seguían en
        que gane quien gane     robustos.               claridad: tú no tienes  lo suyo, peleándose por
        seguirán siendo cole-      Los espectadores     ningún derecho a en-    el amor de la misma
        gas. ¡Nos quedaremos    lo miraron alucinados.  trometerte en nuestra   hembra, y sin siquiera
        a ver el desenlace!     ¿Cómo se podía ser tan  comunidad y burlarte    decir adiós se fue para
           Los presentes res-   desconsiderado?         de nuestro comporta-    nunca más volver.
        piraron tranquilos al sa-  –Aunque para ser     miento por la sencilla     MORALEJA. Todos
        ber que solo se trataba  honesto, no entiendo   razón de que no nos     tenemos derecho a ex-
        de un par de jóvenes    ese empeño en casar-    conoces.                presar nuestros pen-
        enamorados compi-       se con la misma. ¡Me       –¡Pero es que a mí   samientos con libertad
        tiendo por una blan-    parece que esa oveja    me gusta decir lo que   pero a la hora de dar
        quísima ovejita; una    no es para tanto!       pienso!                 nuestra opinión es im-
        ovejita que, por cierto,   Los carneros, ove-      –Vale, eso está      portante hacerlo con
        lo estaba presenciando  jas y corderos enmu-    muy bien y por supues-  sensatez. Uno  no  debe
        todo con el corazón     decieron y se hizo un   to es respetable, pero  juzgar cosas que no co-
        encogido y contenien-   silencio sobrecogedor.  antes de dar tu opi-    noce y mucho menos si
        do la respiración.      Sus caras de indigna-   nión deberías saber     es para ofender o des-
        ¿Quién se alzaría con   ción hablaban por sí    cómo somos y cuál es    preciar a los demás.-
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