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El canto del cisne


                                 ADAPTACIÓN DE UNA FÁBULA ANÓNIMA














                                                                                                                  Puedo viajar por todo el
                                                                                                                  mundo mientras
                                                                                                            estoy en una esquina

                                                                                                              ¿Qué soy?                           UN SELLO DE CORREO







                                                                                                                  Silba sin labios,
                                                                                                                  corre sin pies
                                                                                                             y no lo ves.
                                                                                                            ¿Qué es?                         EL VIENTO




                                                                                                                  Ando todo el día
           Una tarde, mientras  era el cisne más her-   recía triste y eso lo   una soledad inconmen-
        el río resplandecía con  moso del mundo.        hacía verse más her-    surable y comprendió              y siempre estoy
        el azul de un cielo lim-   Se dicen muchas co-  moso todavía.           que el estanque sin él      en el mismo sitio.
        pio un hombre vio cómo  sas de los cisnes, la      Aseguran que cuan-   no tenía sentido. Sus
        dos hermosos cisnes de  mayoría ciertas pero    do el bello animal se   ojos añorarían la belle-     ¿Qué soy?
        cuello negro se movían  hay una que no sabe-    sintió viejo y a punto  za de su porte y blan-
        con la marea suave-     mos si lo es; cuentan   de partir a otra vida,  cura deslizándose en el                                       UN RELOJ
        mente. Con el paso de   que los cisnes son ca-  entonó el más bello     agua, recortándose en
        las horas seguían ahí,  paces de entonar be-    canto que oídos huma-   los atardeceres, mien-
        parecía que uno empu-   llas y melodiosas notas  nos hayan escuchado.   tras el cisne misterioso          Sobre la mesa me ponen,
        jaba al otro y se aleja-  pero sólo justo antes    Al sentirlo, en el más  seguiría buscando en
        ron más tarde.          de morir.               absoluto deleite el     la luna un reflejo de su          me cortan, me usan, pero
           Tomó los remos,         Desconocedor de      hombre comprendió su    amada.
        arrastró el bote y con  esto, un hombre acau-   error y pensó:             De esta forma, el                  no me comen.
        fuerza navegó hasta     dalado escuchó sobre       -Qué tonto fui cuan-  hombre y todos lo que                              ¿Qué soy?
        que los volvió a ver.   este magnífico cisne y  do pedí a mi bello ani-  lo conocían compren-
        Uno de ellos parecía sin  como en todos los cuen-  mal que cantara en   dieron que las cosas en                                          LA SERVILLETA
        fuerza. Tomó la red de  tos, ya le habían agre-  aquel entonces. Si hu-  la vida, incluso las más
        pesca que llevaba y la  gado que era el que     biera conocido lo que   bellas y anheladas, no
        lanzó justo para atra-  mejor cantaba y por eso  el canto anuncia, la pe-  pueden apurarse.
        par al que parecía más  cruzó los valles y com-  tición hubiese sido bien  Moraleja. Todo lle-
        sano y a pesar de la    pró el  magnífico ani-  distinta.               ga en el momento opor-
        resistencia con púas y  mal.                       Supo que aquel ave   tuno y a veces a un costo
        picotones, lo amarró y     Pensó que con este   había sido prisionero en  demasiado alto.
        se lo llevó.            ave agasajaría a todos
           Le gustaba tanto     los invitados que fre-
        aquella hermosa figu-   cuentemente llegaban
        ra, que preparó un lu-  a su casa y sería moti-
        gar especial para él,   vo de envidia y admi-
        junto a su casa, en     ración para sus com-
        medio de un tajamar     pañeros.
        pequeño con un islote      La primera noche
        de piedras y un puen-   que lo tuvo en su casa              ¿Cuál es el café más
        te; colocó una cerca y  organizó un festín y lo             peligroso del mundo?
        rodeó el lugar de       sacó para exhibirlo,
        anacahuitas y flores    cual preciado tesoro. Le      –El ex-preso.
        salvajes.               pidió que entonase un
           Le daba comida y el  bello canto para ame-
        cisne, aunque tenía     nizar el momento, pero
        agua y espacio suficien-  para su molestia y de-          ¿Qué pasa si tiras
        te para nadar, solo ba-  cepción, el animal per-
        jaba a bañarse por poco  maneció en el más ab-            un pato al agua?
        rato y luego se queda-  soluto y férreo silen-
        ba parado mirando el    cio.                          –Nada.
        río en el islote. Pero     Así fueron pasando
        cuando escuchaba los    los años y el hombre
        pasos del humano su     pensó que había mal-
        mirada y su actitud da-  gastado dinero en la             –Ayer llamé a la policía
        ban tanto miedo que se  compra del cisne.
        hubiera creido que lo      Incluso hizo que               porque robaron en mi casa
        odiaba hasta con las    construyeran un taja-       y se llevaron hasta los vasos.
        plumas.                 mar y trajeran agua
           A pesar del encierro  para armar un lugar        –¿Y los detuvo?
        las plumas se volvie-   similar a aquel en el
        ron cada vez más lus-   que había vivido. Pero      –Sí, sí, los de tubo también.
        trosas y más blancas;   el cisne, con el cuello
        quien lo vio dijo que   inclinado, siempre pa-
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