En plena pandemia, en Juan Lacaze surgió una propuesta de economía circular que hoy se abre paso en el ámbito deportivo. Se trata de EcoDeporte Circular, iniciativa de la contadora y corredora aficionada Fabricia Méndez, quien advirtió la cantidad de residuos textiles que generan las competencias.
Lo que comenzó como una inquietud personal se transformó en un proyecto colectivo con impacto cultural, social y ambiental, integrado por diseñadoras y costureras que clasifican, limpian y reutilizan materiales deportivos para confeccionar nuevos productos. Entre ellos se destacan estuches para higiene bucal, portabotellas, cartucheras para bicicletas, cobertores de asiento y bolsos elaborados a partir de pelotas en desuso.
Según cifras manejadas por la emprendedora, en Uruguay se generan unas 2.000 toneladas de desechos deportivos al año. El propósito del proyecto es ofrecer un destino alternativo a esos materiales, al tiempo que se crean oportunidades de trabajo.
Además de la producción, EcoDeporte Circular desarrolla charlas educativas sobre deporte inclusivo y sostenible, y participa en competencias recolectando prendas en desuso. En apenas cinco meses de funcionamiento ya incorporó a cuatro costureras y dos diseñadoras, y mantiene alianzas con organizaciones vinculadas a la innovación y la sustentabilidad.
El próximo desafío será la carrera “Corré contra el viento”, el 9 de noviembre en el parque eólico Carapé (Maldonado), la primera en Uruguay concebida como 100% sustentable, con medallas hechas de plástico reciclado. Para la ocasión, el equipo confecciona cuellitos rompevientos con borde reflectivo, pensados para corredores nocturnos.
Entre los artículos disponibles se encuentran: cuellito rompevientos ($590), cubre asiento ($990), portabotellas para bicicleta ($790) y porta notebook ($1.390).
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