La rendición de cuentas en los municipios uruguayos es un momento único para evaluar la gestión de los recursos públicos y la atención a las necesidades locales. Sin embargo, la participación ciudadana en estas instancias es escasa y, a menudo quienes asisten están vinculados a sectores partidarios o carecen de conocimientos técnicos suficientes para analizar las cifras presentadas.
Este fenómeno quedó en evidencia en el Municipio de O. de Lavalle, donde la rendición de cuentas del último ejercicio reveló un saldo positivo de $666.676 equivalente al 23,5% del presupuesto asignado al Literal A y multas (un total de $2.835.582). Este monto no ejecutado plantea interrogantes sobre la gestión municipal y sus implicancias para la comunidad local.
Lo llamativo es que no se nos entregó un resumen escrito antes de la presentación. ¿De qué modo puede un periodista o vecino en una única reunión con un power point mediante saber si lo que se le presenta es lo que realmente se ejecutó? ¿Dónde están las facturas, los llamados a precio?
Lo grave es que del mismo modo presentan sus rendiciones todos los municipios en el departamento de Colonia y así suceden asuntos con derivaciones de apariencia delictiva de los cuales ni los concejales o los alcaldes tienen conocimiento acabado.
Los municipios se han manejado en una administración «casera» alarmante frente a la ciudadanía. Luego los ediles o los vecinos se llaman al asombro cuando durante todo el período el manejo de nuestros dineros se ha administrado como cuestión de confianza. Ese no es el modo de manejar la cosa pública.
Todos los municipios en Uruguay tienen competencias claras en el mantenimiento de infraestructura, la coordinación de servicios básicos y la promoción de programas sociales y culturales. Estas tareas deben ser financiadas principalmente con los recursos asignados por el Literal A del presupuesto departamental que cubre gastos corrientes y funcionamiento general y el Literal B, destinado a obras específicas.
Un saldo positivo en la rendición de cuentas puede interpretarse como una gestión eficiente de los recursos pero también puede ser síntoma de problemas administrativos, falta de planificación o desconocimiento de las necesidades locales.
La Ley Nº19.272, que regula el funcionamiento de los municipios, establece la obligatoriedad de presentar una rendición de cuentas en audiencias públicas. Estas instancias deberían servir para el control ciudadano, pero la realidad muestra que la mayoría de los habitantes no asiste.
Alcalde reelecto
Marcelo Castro se convirtió en 2015 en el primer alcalde de Ombúes de Lavalle luego de la constitución del Municipio. Cinco años más tarde la población lo volvió a elegir para gobernar la ciudad por un nuevo periodo, que concluirá el año entrante.
Lo entrevistamos en oportunidad de la última Rendición de Cuentas de su periodo, de la que informamos en edición impresa. “La gente confía en que las cosas son cristalinas y que se ha hecho con mucho trabajo de todos los concejales”. Valora el trabajo en equipo, analiza cambios en la Ley de descentralización.