El Frigorífico Rosario, propiedad del grupo chino Changjia, se encuentra en la etapa final de su proceso de reapertura, tras más de dos años de inactividad. Según el gerente institucional Gonzalo Calviño, ya se superó la primera fase, que consistió en saldar deudas con productores y proveedores, y actualmente se trabaja en la puesta a punto de las instalaciones y en la obtención de habilitaciones oficiales.
El plan prevé faenas de prueba entre fines de septiembre y comienzos de octubre, con menor volumen de animales y la mitad del personal habitual, para demostrar la capacidad operativa ante los organismos competentes. Superada esta instancia, el MGAP deberá certificar la planta, paso clave para recuperar mercados internacionales como China y Estados Unidos.
La empresa mantiene la misma razón social (Rondatel S.A.) y la antigüedad de sus 220 trabajadores, muchos de los cuales han estado en seguro de paro. La relación con el sindicato fue calificada como “madura y constructiva”.
El objetivo es retomar progresivamente la producción previa al cierre —unas 1.000 reses semanales—, con obras paralelas para ampliar la capacidad de manejo de efluentes. La gestión se realizará desde Rosario con un equipo local, mientras la casa matriz en China aportará los fondos para la reactivación.



