Hoy, viernes 5, comenzó la segunda etapa de la expedición Uruguay Sub 200, liderada por la Universidad de la República (Udelar) en colaboración con el Schmidt Ocean Institute. La misión, que reúne a 37 científicos —25 uruguayos— ha captado atención internacional gracias a los sorprendentes hallazgos en el fondo marino del país.
A bordo del buque de investigación Falkor (too), los investigadores, encabezados por Leticia Burone y Alvar Carranza, exploran ecosistemas profundos con tecnología de última generación, incluido el robot submarino ROV SuBastian, equipado con cámaras de alta definición.
Entre los protagonistas del fondo marino, una estrella de mar desliza sus “pies ambulacrales”, fascinando a los científicos y revelando detalles inéditos de la biodiversidad uruguaya. Y allí está Octavia, la pulpita Charrúa, camuflada entre los corales del Cañón del Río de la Plata, despertando simpatía y curiosidad mientras explora profundidades de 200 a 3.500 metros en unos 50 puntos de interés, desde el límite con Brasil hasta la frontera con Argentina. Los investigadores registraron también corales pétreos, huellas de gusanos marinos, un cangrejo de aguas profundas, plumas marinas, explorando la zona bautizada por el equipo como “El abismo del Falkor”. La región, bajo la influencia de la corriente de Brasil, es un mosaico de arrecifes y montículos carbonatados, todavía poco conocidos y de gran valor científico.
El equipo también descubrió el 27, una langostilla cubierta de lepas, pequeños crustáceos que viven sobre otros organismos, cuya imagen audiovisual capturó la atención de todos.
El público puede seguir la expedición en vivo a través del Canal del MEC de YouTube a las 21, observando en tiempo real los descensos y hallazgos, acercando la ciencia y la maravilla del océano a quienes no pueden estar a bordo.
El proyecto busca conocer mejor el territorio oceánico uruguayo y sus ecosistemas profundos, aportando a la soberanía nacional y fomentando conciencia sobre la riqueza del océano. Con esta iniciativa, la Udelar y el Schmidt Ocean Institute demuestran que la ciencia no solo descubre, sino que emociona y conecta a la sociedad con los misterios del mar.



