Se reglamentó la Ley de Gestión Integral de Residuos, promulgada en 2019. El Decreto 213 del 20/10 establece medidas para la adecuada gestión de los residuos generados en las obras de construcción, reforma o demolición.
Su aplicación abarca “todas las obras públicas o privadas, de construcción, reforma o demolición y actividades asimiladas. Quedan excluidas las obras menores de reparación doméstica que se realicen en viviendas unifamiliares o locales comerciales, con un área inferior a 250 m2 siempre que no incluyan la demolición total”.
La reglamentación exige “prevenir y minimizar los impactos ambientales generados por la actividad, incorporando un enfoque de economía circular, con el fin de fomentar la prevención de la generación de residuos, el reciclado y otras formas de valorización de los residuos generados, así como la utilización en la obra de materiales secundarios, que cumplan con los criterios de aptitud y calidad para su reúso.”



