El director coloniense, radicado en Chicago, filmó en La Arenisca, en el viejo hospital y en una casona del siglo XIX. La obra forma parte de un largometraje de terror vinculado a la inmigración. Ricardo Islas, cineasta coloniense independiente que reside desde hace muchos años en Chicago (Estados Unidos), regresó a su ciudad natal para filmar La coartada, a 30 años de su último rodaje en Colonia.
El corto se filmó principalmente en la zona de La Arenisca durante cuatro jornadas, con participación de actores locales. Algunos, según comentó el director, habían actuado en películas suyas hace 30 y hasta 40 años. Un quinto día de filmación se desarrolló en locaciones como el viejo hospital y una casona del siglo XIX próxima al Bastión del Carmen.
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