La Facultad de Veterinaria de la UDELAR hizo historia en el país al realizar el primer implante de marcapasos a un canino macho cruza de 13 años que presentaba bloqueo atrioventricular de tercer grado. Padecía frecuentes pérdidas de conocimiento y su condición era potencialmente mortal. Su dueña, estudiante de la institución, lo llevó a la consulta especializada de cardiología del Hospital Veterinario.
El docente responsable pidió asesoramiento a un cardiólogo humano del Hospital de Clínicas y contactaron a profesionales por un caso similar en México.
Finalmente, el 13 de marzo el marcapasos quedó puesto en la nuca de Policarpo, “en un bolsillo muscular que se sutura. Antes de colocarlo, un técnico lo comanda desde una computadora para enviar los impulsos por minuto que necesitan. En el último registro se vio que estaba a 95 latidos por minuto, que es perfecto para este perro”.
La operación mejoró su calidad de vida y retomó progresivamente su comportamiento habitual. Este hecho “abre puertas en la cardiología veterinaria del país, es un precedente para nuevas intervenciones en animales”, afirmó el docente a cargo.