Ocuparon en forma transitoria para asegurar la conservación de la producción. Necesitan energía eléctrica para eso. Buscan acceder al subsidio por desempleo y el cobro de los salarios de marzo, aunque no hay garantías de pago.
El cierre de CALCAR ha generado un fuerte impacto en el ámbito laboral y social del departamento.
La empresa, a la que remitían alrededor de 70 productores, ha cesado sus actividades sin que por el momento haya un empresario interesado en adquirir la marca y continuar con su operativa.
Los trabajadores han manifestado su disposición a colaborar en una posible iniciativa de este tipo. El gobierno nacional ha destinado más de 20 millones de dólares en distintas instancias para sostener la viabilidad de CALCAR.
Según fuentes confiables, la demanda de sus productos se mantiene constante y los canales de venta no logran abastecerla completamente.
A pesar de ello, la empresa decidió su cierre. El secretario de la gremial, Washington Marzat, brindó declaraciones sobre la situación.